Por más que Adán busco una alternativa viable para alejar a Raiden de Shiva con el mínimo de sacrificios. No pudo encontrarla y ciertamente la presión de Ciudad Prohibida no ayudaba en lo más mínimo. Tuvo que aceptar que la mente de Raiden ya no estaba bien y que quizás el palacio viejo podía empeorar esto,sin embargo. Las opciones eran limitadas.
Y entonces Qin supuso una alternativa,aceptar que Raiden se fuera,mientras lo cuidaban desde lo lejos. Propuso enviar guardias humanos con la suficiente lealtad hacia el para que custodiarán el palacio y a través de ellos,enviarle comida,medicinas,ropa y cosas que le ayudasen a sobrellevar todo. Lo que no era un mal plan si se ejecutaba de forma cuidadosa y correcta.
Entonces Simo propuso algo. Revelando a su vez una carta sorpresivamente poderosa. Un amigo suyo,habitante del Fólkvangr había logrado infiltrarse en Ciudad Prohibida para ser su apoyo. Aarne Edward Juutilainen además de tener conocimientos sobre armas y guerra,sabía de medicina,lo suficiente para hacerse pasar por un boticario que puede cuidar a Raiden si una situación lo amerita.
- Yo mismo le pedí a Simo que no les dijera que estoy aquí,es escencial no poder ser visto ni llamar la atención. - Aarne salió de un cuidadoso escondite dentro del palacio cuando su compatriota finlandés le dijo que era seguro salir - Padre,todos en el Fólkvangr somos conscientes de que lo están pasando mal así que por estoy aquí. Haré lo que ustedes me digan si eso protegerá sus vidas. - aclaro mientras se encaminaba a la silla de Simo y se ponía atrás de el.
- ¿Eres el único que está aquí? ¿Alguien más vino contigo? - pregunto Leónidas con confianza y algo de firmeza
- Por el momento si. Aunque seguramente ahora,con la caída en desgracia de Raiden. Más de nuestros hermanos lleguen aquí para respaldarlos. - respondió con franqueza y seriedad mirando a Adán a los ojos.
Entonces Qin pareció pensarlo un poco. Era un arma de doble filo que podía darles fortuna o ruina en partes proporcionadas. Les permitía tener más gente de su confianza dentro de estos feos muros,gente que mataria si se lo pidiesen,pero que también eran los suficientemente llamativos y percistentes como para hacer enojar a los dioses.
Era totalmente ajeno a la cantidad de información que ellos tenían sobre todo lo que pasaba aquí. Pero con lo que pasó con Zeus era obvio que conocían más que suficiente como para empezar a llegar en uno en uno.
- Aarne se a estado asiendo pasar por un médico imperial, así que sería bueno enviarlo por las tardes al palacio viejo para que cuide de la salud de Raiden. - propuso Okita reflexivo
- Si bien,sería bueno enviar al general en las tardes,que es cuando los dioses normalmente no están. Sería peligroso en muchos aspectos. - intervino Jack llamando levemente la atención de Qin - La gente de este lugar no tiene una lealtad precisa hacia nosotros,temen más a los dioses,con una simple pregunta de ellos dirán todo lo que saben,por más escondido que lo tengamos. Además,los rumores aquí corren como la pólvora. - agrego con tranquilidad - Para ellos sería demasiado sospechoso que de repente un médico visite a Raiden todos los días,por más integra sea la cuartada que les demos. - concluyo dando a relucir un punto importante.
- En ese caso. Si realmente la gente del Fólkvangr quiere ayudarnos,sería bueno que el siguiente llegue directamente al palacio viejo. - hablo está vez Lubu - Las personas en el palacio viejo se consideran inexistentes. No hay un registro sobre ellos,así que estar dentro no sería un problema,así Raiden estaría acompañado todo el día y habría un puente de comunicación más sólido entre nosotros. -
Todos se quedaron callados un momento y para el primer emperador de China todas sus palabras tenían sentido.
- Solo asegurense de que la seguridad sea buena. En cuanto a los demás,lo tenemos cubierto. - hablo Aarne con confianza mientras sonreía.
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"Posesión" || Shuumatsu No valkyrie.
FanfictionY entonces Zeus dijo: "A cambiado de la salvación de la humanidad, todos y cada uno de los Einherjar que participaron, se volverán propiedad del dios al que enfrentaron. " Ese era el precio, por haber perdido. Y ni Brünnhilde pudo alegar lo contrari...