Después de que el pequeño Ying Zheng ascendió al trono, lo primero que hizo fue cumplir con aquella promesa que le juro a su querida madre Chun Yan. Ser el mejor gobernante de toda la historia, siguiendo su propio camino, tal y como lo hacía un verdadero rey.
Sin embargo, sabia que al principio no iba a poder hacerlo solo, si quería extender su poder y mandato por todos los rincones del mundo debia buscar conexiones con gente habilidosa, versada en la política, en la sociedad e incluso en otros ámbitos. Debían serle leales y entregar su sangre y cuerpo para la fundación del qué sería el imperio más grande de todos los tiempos.
Fue por eso que primero acudió con los estandartes machues, familias influyentes de gobiernos anteriores para llegar a un acuerdo nupcial. Fundar un harén donde las hijas de los servidores públicos pertenecerían a su familia y tuvieran el más grande honor qué pudiese existir, dar a luz a su descendencia.
Con estos acuerdos nupciales hacia qué los lazos de sangre se expandieran de forma adecuada y la gloria del naciente imperio del dragón llegará al cielo.
Y justamente fue en ese momento que conoció a Hailan Qinying. Hija de del estandarte menor, una jovencita qué a primera vista parecía frágil y fácil de romperse. Una pobre niña que nació en la nobleza, pero sin algún título o tierra en la que resguardarse, era pobre. Trabajaba todos los días con su familia en el bordado de vestidos. Esa vez que la conoció, tan lamentable, un grupo de matones le estaba golpeando por que se negaron a pagar uno de sus trabajos. La niña, golpe tras golpe no se defendio, solo se hizo bolita en el piso lodoso recibiendo todo mientras se cubría la cabeza.
Era desafortunada.
Pero Qin Shi Huang supo que dentro de ella había una fuerza más poderosa de la que alguien pudiese imaginar. En esos bonitos y tiernos ojos, al principio, impregnados de tristeza profunda. Vio por primera vez una llama ardiente llena de muchas virtudes qué esperaban ser reveladas.Hailan tenía el corazón de un guerrero. Y eso le gustó al emperador.
Así que la llevo consigo mismo a Ciudad Prohibida, el lugar donde viviría para siempre siendo reconocido como el hijo del cielo. Volviendo canónicamente a esa jovencita la primer mujer que llego al servicio del imperio y la única con el prestigio de haber sido escoltada por el gran gobernante.
Cuando se realizó la ceremonia de selección, un rito específico para escoger a las mujeres del emperador. Hailan estuvo ahí, a su lado.
En una situación normal otra mujer hablaría de forma poco convencional para que el emperador no escojiera a más concubinas o seleccionará a las damas menos elocuentes solo para conservar su sorpresivo favor que nació de la nada. Sin embargo, Hailan no era asi, a pesar de su poca educación, era muy astuta e inteligente. Y cada que tenia oportunidad susurraba al oído de su emperador el nombre de la señorita que considera eficaz para pertenecer a la familia Imperial.
Qin se dio cuenta de que ella era gustamente lo que necesitaba. Una voz capaz de pensar y actuar las cosas a su nombre, así que aparte de ser su mujer. También era su consejera, la única persona capaz de escuchar esas cosas que como emperador guardaba para si.
Eso por supuesto, despertó los celos del resto del harén y sus familias. No podian permitir que una joven de baja estirpe caminara encima del resto de señoritas qué si venían de una buena familia. En un ambiente así todas querían estar alado del emperador y por eso, la corte y los funcionarios exigían un trato gusto en el palacio de las mujeres.
Pero Qin no quería ceder. Por que al hacerlo tan siquiera una sola vez, todos pensarían qué es un emperador fácil de manipular, qué caería rendido ante los encantos de cualquier dama, así que no hizo nada al respecto.
ESTÁS LEYENDO
"Posesión" || Shuumatsu No valkyrie.
FanfictionY entonces Zeus dijo: "A cambiado de la salvación de la humanidad, todos y cada uno de los Einherjar que participaron, se volverán propiedad del dios al que enfrentaron. " Ese era el precio, por haber perdido. Y ni Brünnhilde pudo alegar lo contrari...