Capitulo cuarenta y siete

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Shiva pensó (estúpidamente) que podía retomar,dentro de lo que el creía normal, su estilo de vida. Pensó, que aún podía revolotearse el y su imagen divina entre las paredes rojas de Ciudad Prohibida como si nada hubiera pasado, yendo de aquí a allá mirando a los humanos atenderle como las dignidades que solo el podía merecerse.

Sin Raiden a su lado se lamento un poco,pero solo eso,ya que rápidamente se olvidó de ese asunto y se centro en cosas que eran más importantes y ahora,solo quería descansar, no tenía por qué hacerlo en Ciudad Prohibida,sin embargo, lo hizo por qué no tenía nada más que hacer. Era más su rutina que otra cosa.

Tremenda fue su sorpresa al poner un solo pie en la puerta de su palacio cuando se encontró a un grupo de eunuco con tablas de madera clausurando el lugar,mientras las criadas sacaban los muebles y los llevaban a otro sitio,todo estaba siendo desalojado y a unos metros del jardín, entre el revoloteo de los sirvientes. Estaban Adán, Buda, Qin Shi Huang y su hijo,Ganesha mirando todo con total calma.

De inmediato se acercó,y su hijo, tan precioso (a su consideración) se acercó a el tomando sus pantalones en cuanto lo vio.

- Papá...- su voz se escuchaba preocupada - Dicen que ya no podemos vivir aquí.. - explico brevemente el niño.

- ¿Que? - musitó Shiva mientras cargaba a su hijo y veía como Adán se daba la media vuelta para mirarle.

- Tu esposa se ha ido, Ganesha es solo tú hijo biológico. Así que ambos no tienen motivo para quedarse aquí. - explico con voz seca el padre de la humanidad mientras entrelazaban sus manos con dignidad - Así son las reglas. - concluyó alzando una ceja.

- El palacio será clausurado ya que no hay nadie que lo administre o lo habite.- continuo esta vez Qin, solo que con un toque más de sutileza - Y solo se te permitirá la entrada a Ciudad Prohibida en casos de extrema emergencia. - miro a Ganesha con seriedad un momento y continuo - Como tampoco hay quien cuide de Ganesha, el se irá contigo, ya que al no ser nuestro hijo de sangre o legalmente adoptivo no podemos cuidarlo. Así que tanto nosotros como el salón Xiengfag descontinuaremos su educación y ya no será considerado un príncipe. -
El pequeño niño elefante se hizo pequeño mirando al suelo con nerviosismo, no le gustaba recibir las repentinas miradas indiferentes y serías de los humanos que alguna vez lo alimentaron y cuidaron con esmero . En cambio, Shiva solo soltó una risa irónica.

- ¿Enserio creen que pueden hacer esto? Puede que seas La emperatriz de este lugar, pero no tienes el poder para echarme a mi, un dios. -amenazo el hindú mirando a todos fulminante - Incluso si Raiden cayó en desgracia,sigo siendo su esposo y por ende puedo hacer con este lugar lo que yo quiera. - concluyo desafiante.

- Cree lo que quieras. No discutiré contigo, no sin mi marido aquí. - respondió Qin sin temor - Esto es un harén, hay reglas, decoro y solo los dioses con un consorte viviendo aquí pueden ingresar. Tu no tienes uno,así que no eres requerido. -  el pelinegro se acercó un poco y continuo - Con la caída de Raiden,tu también pierdes. - dijo mientras ladeaba su cabeza a un lado y miraba al padre de la humanidad detrás de el.

Adán ladeó la cabeza a un lado y detrás de el salió una de las Valkyrias. Con un documento en sus manos, abriéndolo delicadamente como si de un pergamino se tratase

- Según el decreto del dios del inframundo, Hades Helheim. Dando continuidad a las reglas de Ciudad Prohibida. A partir de este momento el dios hindú, Shiva y su hijo, Ganesha, pierdan los privilegios  que el matrimonio entre humanos y dioses les proveen y sean expulsados inmediatamente de Ciudad Prohibida, apartandolos de forma indefinida de cualquier actividad relacionada en este lugar. - dio una breve pausa - y en caso de incumplir está regla aplicarse un castigo más severo que proteja los acuerdos y la armonía del Vallhala. -

"Posesión" || Shuumatsu No valkyrie. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora