I
Mr. Gold abrió un ojo muy lentamente y, cuando vio la preciosa melena castaña que se encontraba a pocos metros de él, abrió el otro también. Ni siquiera sabía cuántas horas había dormido, ni qué hora era, ni de qué día. Solo recordaba aquella visión, que se repetía una y otra vez en su cabeza, sin parar. Había llegado a tiempo, sí, pero por los pelos. La imagen se le presentó clara cuando Emma pronunció el nombre de Regina... Regina... hacía tanto tiempo que no formulaba ese nombre. La había llamado "su majestad", "la reina", "la alcaldesa", pero Regina no... Regina jamás. Cuando la sheriff inocentemente mencionó a la morena, Rumplestiltskin fue rápidamente atacado por una visión inesperada y, a pesar de sentirse tremendamente afectado, decidió presentarse en la puerta de la casa de esa mujer. Era lo mínimo que podía hacer, puesto que era el único que había sido bendecido con el regalo del futuro. Él era el único que conocía exactamente que iba a pasar y cuando, aunque no controlara del todo esa capacidad.
"¿Belle?" susurró incorporándose en el colchón de su trastienda.
"Estás despierto" afirmó ella dándose la vuelta. "¿Cómo te encuentras?"
"Mejor" respondió apretando los ojos y masajeándose el cuello. "¿Qué hora es?"
"Las 17:00pm" informó la chica.
"Vaya, ¿sólo han pasado cuatro horas desde el incidente de la cafetería?"
"En absoluto, son las 17:00pm del día siguiente"
Entonces Rumple abrió los ojos desorbitadamente.
"¿He dormido un día entero?"
"Casi 27 horas" aclaró la castaña. "No debiste ir a ver a Regina, la visión te debilitó mucho, tenías que descansar"
"No, no" negó. "Lo de la reina era importante"
"¿Más importante que tu salud?" Belle puso sus manos sobre sus caderas.
"Más de lo que crees, sí"
Rumplestiltskin se puso en pie. Dio un par de vueltas en su trastienda, apoyado en su inseparable bastón, bajo la atenta mirada de la chica. Finalmente, paró frente a una estantería y sacó un libro de azulada tapa. Ojeó sus páginas sin formular palabra y lo depositó en el mismo sitio poco después.
"He leído absolutamente todos los libros de magia y visiones de esta tienda y de la biblioteca" se quejó el usurero. "Y sigo sin averiguar qué está pasándome"
"Yo te diré que está pasándote" Belle se cabreó, se levantó de su silla y dio firmes pasos hasta quedar frente a su novio. "Lo que sucede es que tras 28 años sin usar la magia estás oxidado, las visiones aparecen cuando menos lo esperas o se disparan frente a estímulos. Cada vez te debilitan más y, en vez de descansar y retomar fuerzas, tras ellas siempre desapareces a hacer o solucionar algo que has visto" se cruzó de brazos y lo fulminó con la mirada, Gold se dio cuenta entonces que él era la única persona a quien Belle hablaba en ese tono, nada que ver con su educación al dirigirse a Ruby en la cafetería. ¿Lo que hace la confianza eh? "No puedes hacerlo todo solo, ¿cuántas visiones llevas desde que Emma te pidió ayuda para el embarazo?"
"Dos" contestó el hechicero. "La de ese día y la de ayer"
"Dos visiones y ya estás durmiendo en cantidades ingentes" se quejó. "No es normal, estás enfermando"
"¿Y qué sugieres? Yo no controlo las visiones"
"Lo sé, pero no deberías hacer esfuerzos tras tenerlas. ¿Por qué fuiste a ver a Regina? ¿Qué era tan importante que no podía esperar a hoy?"
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9 meses por delante [SwanQueen]
FanfictionPoco después de que se rompa la temible maldición de la Reina Malvada, una inusual situación obligará a Emma Swan y Regina Mills a acercarse. Una alcaldesa. Una sheriff. Un embarazo. Y 9 meses por delante. Aquí puede pasar de todo. PD: Ninguno de lo...