I
Cuando Emma y Regina entraron a la clínica privada que Whale les había recomendado, no tardaron en notar la diferencia en el ambiente. Aquel lugar no tenía absolutamente nada que ver con el modesto hospital de Storybrooke. La sala de espera era ella sola más extensa que todo el apartamento de Mary Margaret y había más habitaciones que en el Granny's Bed & Breakfast.
Fueron recibidas por un joven que se encontraba detrás del mostrador, tecleando en un ordenador. Tenía un acento holandés muy pronunciado, pero se hacía entender en la medida de lo posible en inglés. A continuación, la pareja se dirigió a la sala que el chico les había indicado y, tras llamar a la puerta, el famoso doctor les dio la bienvenida al interior de su consulta.
"Buenos días, señoritas" dijo el hombre en la mejor entonación de inglés que los cursos online le habían proporcionado. "¿Cuál de las dos es Regina Mills?" bromeó mirando fijamente a la mujer que parecía un balón de fútbol.
Si va a hacerse el graciosillo toda la consulta no me responsabilizo de mis actos.
"Buenos días" sonrió falsamente la morena, acercándose al hombre y tendiéndole su mano.
El tipo tenía alrededor de 50 años, el cabello era blanco por delante y negro por detrás, claramente desgastado y mal cuidado. Medía poco más de 1,70m y era graso. No tenía bigote, pero sí una perilla muy fea que parecía pelusa. El hombre aceptó la mano de Regina y la estrechó con fuerza, más de la que debería porque la delicada mano de la alcaldesa crujió, generando un pequeño gruñido en Regina. Emma, rápidamente, tendió su propia mano al doctor para que soltase a su chica.
"Emma Swan" afirmó la rubia y el médico estrechó también su mano.
"Regina, por favor tome asiento" la reina obedeció y se sentó en la camilla. Imitó el procedimiento que ya había hecho con Whale varias veces atrás y, tras tumbarse, alzó su camisa unos centímetros, dejando a la vista su redondeado vientre. El doctor, que leía por encima unos informes, alzó la vista a la mujer y soltó una risa por debajo de la nariz. "Puede quitarse la prenda entera, será más sencillo"
La morena miró a Emma y puso los ojos en blanco, pero obedeció. Conocía a esa clase de hombres y sabía que era mejor seguirles el rollo para terminar cuanto antes.
¿Con esa clase de hombres se refiere a lo que tienen el machirulismo subido y el ego por los aires?
"¿Y bien?" preguntó Emma, después de unos eternos minutos de Roger inspeccionando el monitor principal. "¿Puede hacer algo al respecto?"
"No se ponga nerviosa Emma, estoy pensando" la rubia resopló, pero una mirada inquisitiva de Regina la hizo detener cualquier insulto que pudiera salir por su boca. "Me sorprende gratamente que vengan de parte de Whale" dijo el hombre sin separar su vista de la pantalla, moviendo el ecógrafo por el abdomen de la alcaldesa. "¿Cómo está mi viejo amigo?"
"Bien" respondieron ambas a la vez, con poca energía. Ninguna tenía ganas de entablar una conversación de ascensor con él, solo querían saber si su bebé tenía posible salvación.
"Como estamos hoy, eh" bromeó con una risa. "Les preguntaría si están en sus días, pero me da a mí Regina que no es su caso"
"El bebé" impuso Emma, que comenzaba a perder la paciencia. "¿Puede hacer algo al respecto, sí o no?"
"Eso creo" soltó el ecógrafo y miró a ambas mujeres. "Es un procedimiento algo invasivo, debo introducir la mano y voltear al bebé yo mismo, pero acostumbra a funcionar en un 97% de los casos"
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9 meses por delante [SwanQueen]
FanfictionPoco después de que se rompa la temible maldición de la Reina Malvada, una inusual situación obligará a Emma Swan y Regina Mills a acercarse. Una alcaldesa. Una sheriff. Un embarazo. Y 9 meses por delante. Aquí puede pasar de todo. PD: Ninguno de lo...