9 meses por delante [SwanQueen]

Ofrenda de paz

I

A las 8:30am, Emma Swan se presentó en la cafetería de la abuelita en busca de un desayuno que necesitaba con urgencia. No se encontraba del todo mal, ni los efectos del alcohol de la noche anterior le estaban pasando factura, pero agradecería con creces llevarse algo al estómago. La rubia se había despertado esa mañana como nueva, la noche de chicas le había sentado bien y le había servido para darse cuenta de lo que quería y merecía. Estaba preparada para poner unos límites en su vida, empezando con Mary Margaret, a quien ya había dejado claro su postura en lo referente a su relación. La siguiente era Regina, pero antes iba a intentar seguir el consejo de un buen hombre que parecía no solo querer ayudarla a ella, sino a ambas mujeres a crecer como personas y ser mejores madres.

"Hey, Em" la saludó Ruby detrás del mostrador cuando la vio entrar al local. "Tienes buena cara, ¿has dormido algo?"

"Cinco horas del tirón" presumió con una sonrisa de soberbia, sabiendo que el rostro de cansancio de Ruby indicaba menos de 3 horas de sueño.

"Vaya, nada mal" admitió la morena. "¿No despertaste a la alcaldesa al llegar?"

"Nah, nada de eso" negó la sheriff. "Regina está en ese momento del embarazo en el que duermes constantemente y muy profundo. Estaba dormida cuando llegué y estaba dormida esta mañana al salir"

"¿Eso existe?" se sorprendió Ruby.

"Ya te digo que existe" afirmó Emma. "Se llama hipersomnia, se presenta principalmente durante el primer trimestre de gestación y se produce a causa de los cambios hormonales"

"Y sabes todo eso porque..."

"Oye, me he estado informando" se ofendió de broma. "Aunque yo no lo sufrí, parece que muchas mujeres experimentan hipersomnia durante los primeros meses de gestación"

"Bueno, me alegra saber que te estás implicando en el tema" sonrió la camarera, luego echó un vistazo alrededor de su restaurante y, al advertir que ninguna mesa requería de sus servicios, atendió a Emma. "¿Te pongo algo?"

"Por favor" casi suplicó. "Dos cafés con leche y dos rosquillas de chocolate"

"¿Desayuno para dos?" se extrañó la loba. "¿Quién es el afortunado?" preguntó atrevida.

"Nadie, Rubs" Emma puso los ojos en blanco. "Es para Regina, voy a intentar arreglar las cosas y seguir el consejo de Archie... voy a tenerle paciencia"

"Buena suerte con eso" rio Ruby al tiempo que se giraba hacia la cafetera. "Oye, ¿con toda la investigación que has hecho... estás segura que Regina puede tomar cafeína?"

"Solo una taza y si contiene menos de 200mg de café molido" recitó cual niña repelente de colegio.

"Vale, cerebrito" se burló la morena.

Ruby Lucas comenzó a preparar los cafés con leche y a embalar la bollería solicitada por Emma. Las pastas las depositó en una bolsa de papel que dejó sobre el mostrador y los cafés los colocó en un portavasos de dos y a cada uno de ellos les colocó su respectivo Java Jacket.

"Gracias, amiga" dijo Emma. "Me salvas la vida a mí y a mi estómago, ¿cuánto te debo?"

"Cuatro con veinte" informó mientras extraía el recibo de la caja registradora.

"Por cierto, lamento haberte dejado a solas con Belle anoche" dijo Emma mientras rebuscaba en su monedero. "No lo pensé, ¿fue muy mal o qué?"

"En absoluto" corrigió velozmente, pero luego rectificó. "Quiero decir... no estuvo mal... al final nos llevamos bien"