Despejar la X

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I

La sala de espera del hospital estaba lo más tranquila que había estado en mucho tiempo. No había enfermeros alterados, camillas arriba y abajo, monitores pitando ni familiares nerviosos. Todo lo contrario. Parecía más bien una consulta médica que una sala de urgencias. Debía admitir que el trabajo de Rumple y Regina estaba dando sus frutos. No eran alcaldes todavía, pero con tal de que Storybrooke no se fuera a pique habían movido algunos hilos para solucionar las situaciones más desesperadas. El hospital ya era un centro médico decente, los comercios ya tenían productos y las calles estaban recibiendo su cuidado habitual.

Emma Swan pensaba en todo aquello para distraer su mente de lo verdaderamente importante: Regina Mills estaba en urgencias. El Dr. Whale la había atendido con principal prioridad y se encontraba en esos mismos momentos tratando a la paciente. Henry se había quedado solo en la mansión, pero no por mucho tiempo, puesto que la rubia llamó inmediatamente a Ruby y su mejor amiga no tardó en presentarse en la casa para cuidar de Henry.

Al cabo de largos minutos de espera y sólo Dios sabe cuántos vasos de café de máquina después, el Dr. Whale por fin salió de la habitación de Regina y caminó seriamente hacia Emma.

"Sheriff Swan" la saludó. "Me temo que tenemos que hablar de algo muy serio"

Esas palabras erizaron por completo la piel de la rubia, se temía lo peor.

"¿Regina está bien? ¿Y el bebé?"

"Están estables, de momento" aclaró y luego le indicó con la mano que le siguiera. "Por favor, acompáñeme"

Sheriff y médico entraron en la habitación en la que aguardaba Regina. La mujer se encontraba debajo de las sábanas de la camilla, de igual forma que Emma la había visto la noche anterior, la única diferencia era que en esos instantes la morena estaba extremadamente pálida.

"¿Está dormida?" preguntó la rubia mirando a Regina.

"Sedada" le corrigió el doctor. "Es mejor que no haga esfuerzos las próximas horas" entonces el doctor se puso serio de verdad. "Me ha comentado que estaban practicando esgrima cuando el incidente sucedió, ¿me equivoco?"

"No, así es" la voz de Emma temblaba y todo su cuerpo era un flan, no podría soportar que Whale le dijera que el estado de Regina y el bebé eran culpa suya y de su fuerza bruta.

"Bien, pues tanto el desmayo como el sangrado no han sido provocados por ese sobreesfuerzo. Puede estar tranquila"

El suspiro de alivio de la Salvadora se escuchó hasta en China.

"¿Cuál ha sido el detonante entonces?"

"Eso es lo más grave" el médico señaló unas constantes de Regina en el monitor conectado a ella, pero Emma no entendió, esperó a que Whale se lo explicara. "El estado de Regina se debe a una intoxicación, concretamente a una intoxicación por arsénico" los ojos de Emma casi salen de sus órbitas tras escuchar aquellas palabras.

"¿Arsénico? ¡¿Arsénico en plan veneno?!" exclamó sin controlar su volumen de voz.

"Arsénico en plan veneno, sí" afirmó Frankenstein con el mismo tono. "La cantidad ingerida no es suficiente para matarla, pero el bebé se encuentra en estado crítico. Necesito que entienda que existe la posibilidad de que Regina sufra un aborto involuntario, pero no podemos afirmar nada con seguridad..."

La rubia se dejó caer sin fuerzas sobre una de las sillas de la estancia. Sabía cómo funcionaba aquello, ella misma había estado embarazada y sabía que los sangrados eran muy peligrosos, especialmente durante el primer semestre. Sin embargo, sus instintos de sheriff se activaron cuando comprendió que el feto no estaba muerto, sino que había sido víctima secundaria de un intento de asesinato a la reina.

9 meses por delante [SwanQueen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora