I
Regina Mills descansaba sobre el suave colchón de Emma Swan en el apartamento de su némesis, Snow White. Se había quitado la ropa con ayuda de la Salvadora y ahora, como única prenda, lucía una camisa de cuadros de la sheriff, que le llegaba hasta las rodillas. La rubia le había ofrecido un café para bajar la borrachera, pero no parecía estar funcionando. La morena hablaba sin fuerzas, con la pronunciación a medio gas, su mirada se dirigía a toda la estancia como si desconociera donde se encontraba y se acercaba peligrosamente a la rubia. Emma, que trataba de ser fuerte, no sabía si sentía más lástima por ver a Regina en esa situación o cabreo por presentarse en su casa borracha como una cuba estando embarazada de su bebé.
"Regina, ¿puedes prestarme atención, por favor?"
"Hm" respondió sin ganas la mujer, sorbiendo del caliente café.
"¿Qué te ha pasado?" fue clara y concisa, pero rápidamente advirtió la mente de Regina vagar por otros lares cuando su mirada se desvió de la rubia para observar su entorno y quedarse ensimismada mirando la lámpara de la mesita. La luz la distraía. "Regina"
"Hm" repitió. "¿Decías?"
"¿Qué te ha pasado?"
"Ohhh" abrió exageradamente los ojos y sonrió con pena. "¿Qué no me ha pasado? Es la pregunta" hizo énfasis en el no y volvió a dar un sorbo a la bebida. "Qué soy una estúpida, Emma... eso me ha pasado"
"¿Qué quieres decir con eso?"
"Pues que pensé que realmente podría tener un final feliz" rio amargamente y alzó su taza como si fuera una copa para brindar. "Por los villanos que no tienen finales felices" Regina hablaba despacio, alargando las eses y confundiendo y mezclando palabras, pero Emma más o menos la entendía.
"No digas eso" pidió la sheriff. "¿Es por la noticia del periódico? ¿Por eso estás así?" la morena no respondió, pero Emma comprendió por su rostro que sí, que ese era el motivo principal de su gran desestabilización.
"Henry va a odiarme cuando se entere" musitó con la voz temblando.
"Henry no sabe nada ni lo va a saber, al igual que el resto de Storybrooke. La noticia son solo rumores, nadie tiene pruebas de nada"
"Tú tienes pruebas" sentenció la mujer, dejando la taza medio llena sobre la mesita de noche, ya no quería más café. "Prácticamente te lo confesé todo"
"Yo no voy a decir nada" Regina se encogió de hombros y se echó hacia atrás en la cama, sintiendo todo el colchón dar vueltas del mareo. "Regina, cuéntame qué ha pasado, por favor"
Emma sujetó las manos de Regina con delicadeza. Todo su cuerpo se estremecía, ya fuera por el efecto del alcohol, por los nervios o por el miedo a confesar lo que la había llevado a encontrarse en esa situación. Los ojos color caramelo de Regina Mills se encontraron con las pupilas esmeralda de Emma Swan y, entonces, dejando que una lágrima se deslizara por su pómulo, la reina cedió.
"Es que me da mucha vergüenza"
8 horas antes...
Regina acababa de leer la peor noticia que podía recibir ese día. Lo sabía. Alguien lo sabía. Alguien sabía que ella había asesinado a Ruby a sangre fría y amenazaba con contarlo en el periódico de Storybrooke. Era eso o alguien le estaba gastando una broma de muy mal gusto. Sin embargo, por primera vez en esas tres horribles semanas, por fin estaba sintiendo algo. Era miedo, ansiedad y mucho estrés, pero a fin de cuentas eran sentimientos. Se puso en pie y subió las escaleras de la mansión como pudo, agarrándose con toda su fuerza a la barandilla y tambaleándose a cada escalón que pisaba. Una vez más se arrepentía de haberse negado a que le quitaran el brazalete, de no tenerlo podría simplemente teletransportarse en un humo violeta hasta su habitación o, incluso, vestirse en un chasquido de dedos, en vez de tener que completar la misión imposible de alcanzar su dormitorio en su estado de embriaguez y vestirse sin siquiera ver nítidamente las prendas que se ponía.
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9 meses por delante [SwanQueen]
FanfictionPoco después de que se rompa la temible maldición de la Reina Malvada, una inusual situación obligará a Emma Swan y Regina Mills a acercarse. Una alcaldesa. Una sheriff. Un embarazo. Y 9 meses por delante. Aquí puede pasar de todo. PD: Ninguno de lo...