I
"¡Aleluya! ¿Pero se puede saber dónde estabas?" exclamó Emma Swan cuando escuchó las llaves entrar en la cerradura de la puerta principal de la mansión. A través de su umbral apareció Regina Mills.
"Con Rumple" respondió rápidamente. "Te lo he dicho antes de irme"
"Sí, esta mañana. ¡Ya son las 22pm de la noche!"
"Oye, tranquila" se molestó, aunque no demasiado.
La morena colgó su abrigo en el perchero que se encontraba en el hall de la casa y luego caminó hacia la sala de estar, en la cual Emma se encontraba sentada en la butaca.
"¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan alterada?" preguntó Regina quitándose los tacones y sentándose frente a ella.
"¿Es enserio?" alzó los brazos frustrada. "Llevas todo el día fuera, Henry ya está hasta en la cama"
"Bueno, lo siento" dijo por compromiso. "Ya sabes que estamos ocupados"
Por ocupados Regina Mills hacía referencia a la exhaustiva investigación que Mr. Gold, Belle y ella estaban llevando a cabo los últimos cinco días. Habían decidido ponerse las pilas y no perder más el tiempo, por lo que dedicaban todo su tiempo a buscar una forma de romper el hechizo del límite de la ciudad, a descubrir cómo curar a Rumple de su demacración y, por último, pero no menos importante, a su campaña electoral. Sin embargo, Regina no podía contar todo eso a Emma, se lo había prometido a Rumplestiltskin, por lo que lo único que la rubia sabía era que se estaban preparando para las elecciones.
"Pues más te vale que hagáis una campaña de la hostia porque estás abandonando a tu familia para ello"
"No digas tonterías" respondió la reina con una carcajada, Emma le estaba empezando a parecer algo demasiado dramática. "Lo que a ti te pasa es que no estás acostumbrada a llevar la casa, hacer la comida y cuidar de Henry. ¿Me equivoco?"
"Bueno, he de admitir que es complicado sin ayuda"
"Pues bienvenida a mi mundo" exclamó la morena. "Entenderás que me tome unos días de descanso, te recuerdo que mientras tú no haces nada yo estoy haciendo bracitos y piernecitas"
"Ehhhh, no juegues con esa baza" rio la sheriff.
Ambas se pusieron en pie y, sin decirse mutuamente a dónde iban, subieron las escaleras hasta el piso de arriba. Regina llevaba sus tacones en la mano, mientras que Emma llevaba ya puesto el pijama, por lo que el panorama era bastante cómico. Cuando las mujeres llegaron al piso superior, la alcaldesa abrió la puerta de su dormitorio.
"¿Te importa si paso un rato?" preguntó Emma con un valor del que no sabía que disponía. "Es que me he desvelado"
Regina la miró extrañada, esa era una propuesta de lo más atrevida, pero la mujer no le dio más vueltas que las que había. Emma se sentía sola y Regina lo sabía. Cierto era que la rubia lo tenía todo, unos padres que la querían, un hijo que la adoraba, buenos amigos y, ahora, un nuevo bebé, pero no siempre había sido así. Emma venía de una vida en la que nunca había tenido a nadie y, de repente, todos sus deseos se cumplieron y ahora le estaba costando gestionarlo: su hijo la quería, de eso no había duda, pero se estaba haciendo mayor e independiente, cada vez iba a necesitarla un poquito menos; sus padres la amaban a más no poder, pero a veces no la comprendían y eran incapaces de entender su punto de vista; y sus amigos... sus amigos eran mujeres lobo y grillos.
"Claro..." fue la respuesta de la morena.
Regina no quería ser demasiado dura con Emma. Se había percatado a lo largo de los días que la sheriff le estaba mostrando un cariño especial, se había apoyado mucho en ella y se había convertido en una especie de confidente. Regina sabía que ella solía tener ese efecto en las personas, al final era una mujer de pocas palabras, muy observadora y que sabía escuchar. Es por eso que Emma sentía que podía confiar en ella para hablar de sus problemas. Además, nadie conocía el sentimiento de soledad estando rodeado de gente mejor que la Reina Malvada.
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9 meses por delante [SwanQueen]
FanfictionPoco después de que se rompa la temible maldición de la Reina Malvada, una inusual situación obligará a Emma Swan y Regina Mills a acercarse. Una alcaldesa. Una sheriff. Un embarazo. Y 9 meses por delante. Aquí puede pasar de todo. PD: Ninguno de lo...