No puedo creerlo.
Estoy siendo más manoseado que una fruta del mercado.
Este tipo está herido y aún así se mueve bien.
Mis ojos ven al pájaro, este tiene su pico abierto hasta más no poder.
Mierda, ¿Por qué frente a el?
El pájaro azul me pone debajo suyo mientras sigue besándome, siendo sincero al principio me negué.
Pero ahora puedo usarlo para quitar la pistola de su cintura.
Abro mi boca para dejar entrar su lengua, el la enrolla con la mía.
Mientras lo tengo distraído mis manos buscan el arma hasta topar con algo duro.
¿Eh?
¿La pistola era tan grande?
El Destino de este mundo deja de besarme y me mira sorprendido.
¿Qué? ¿Se dió cuenta?
Agarro bien el arma, está muy dura...
El se acerca a mi oído gimiendo.
Mis ojos vuelven a ver al Fénix.
Leo sus labios.
'¡Esa no es la pistola!'
Shit.
Estaba agarrando su miembro. Suelto mi mano de su cosa con rapidez.
-No esperé un reencuentro tan caliente Noah...
¿Eh? ¡No! ¡Espera, esa no era mi intención! ¿Y como me conoces?
No recuerdo haber conocido a este tipo...o quizás sí.
No sé, mi mente no funciona en este momento.
-Es..espera...
El comienza a besar mi cuello, yo muerdo mi labio evitando los gemidos que desean salir.
Vamos...¿Dónde está la pistola...?
-¡Ah!
Está succionando mi cuello este hijo de puta.
Mi cintura es empujada hacia el.
Araño su espalda con mi mano derecha.
-¡No... ahí no!
Este maldito metió su mano ahí abajo.
El arma.
¿Dónde...?
¡Ahí está!
Está debe ser la correcta.
Con mi mano agarro el arma, el nota lo que hice.
-Noah tu....
-Espero no volver a verte maldito bastardo.
Me teletransporto a lado del pájaro, lo agarro y me voy de ese lugar.
Al llegar a una habitación caigo de rodillas.
Veo a Lucas sentado leyendo un libro.
Tu mal presentimiento estaba bien.
Pero al menos recuperé mi pistola.
-¿Que te pasó?
-Casi me comen vivo.
Literalmente...
El Fénix se tapa los ojos con sus alas.
-Te ves terrible.
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Soy el príncipe de un libro
RandomMi vida entera fue una total mierda,jamás tuve nada,ni siquiera el amor de mis padres. Y cuando pensé que no podía ser más desdichado, me muero. Hasta ahí, ya nada me importaba. Y aquí se viene el problema, a un imbécil se le ocurre llevarme a mi vi...
