Capitulo LXXIX

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Destino parece salir del shock y le dispara con rapidez. El hombre atrapa la bala con sus dedos y la disuelve en polvo.

Veo que guarda su arma y saca ambos abanicos. Se le abalanza de frente al joven rubio con fiereza, al que llamó Casey hace un momento y al que dice ser mi padre.

-¿Que ocurre Noah? ¿Asustado? ¿Por qué no le dices la verdad?

¿Que verdad?

-Cierra la boca.

Casey se ríe como loco.

-¡Vamos! ¡No seas mentiroso! ¡Dile que es hijo de un traidor que asesinó a su padre y hermanos para obtener el trono!

-¡Cállate!

Destino intenta cortarle pero todos sus movimientos son evitados por el maniático.

-No, mejor dile que cuando llegó a tus brazos lo quisiste matar.

¿Destino quiso eso?

No.

¿Primero, en qué vida fue?

-¡Calla!

El pequeño Cruella vuelve a intentar un ataque fallido.

Lo sabía, Casey es Fuerte.

-¡Si, enójate más! ¡Dile que lo abandonaste en un orfanato y que le pusiste el nombre de tu hermano menor muerto!

-¡Para!-las acciones de Destino tiemblan, veo unas par de lágrimas caer por su mejilla.

Está muy afectado.

Hago un portal de teletransportación de seguridad, a penas Destino se acerque me lo llevaré conmigo.

Casey fue el hermano de Destino, en su segunda vida, y fue mi padre en mi primera vida. Un padre que nunca conocí.

Puedo entender a Destino, imagino lo enojado que estaba y el tener que encargarse del hijo del traidor...

¿Cómo es que no me asesinó?

-Ya estás cerca.

¿Qué?

-¡Destino!

Veo a Casey golpearlo en su pecho y enviarlo lejos, el pequeño Cruella choca con un árbol y su boca se llena de sangre.

-¿No te gusta? Creí que serías más fuerte.

-Entrégame... los guantes de mi hermano menor...cof..cof...

Me acerco a Destino y le agarro con fuerza, Casey se nos acerca.

Ni lo pienses.

De mi cabeza sale unos cuernos y mi dientes se vuelven afilados.

-Grrr....

Sostengo mi espada.

-¿Mi hijo es un Dragón? Que sorpresa.

Destino se acurruca del dolor.

-Mi al...alma..cof...

¡Mierda!

No tengo tiempo de pelear con Casey.

Activo el portal y una puerta aparece, tomo a Destino en mis brazos, y en una mano sostengo la espada.

Acércate y te apuñalo.

-Mi hijo parece querer mucho a su tío.

-No me llames así, ya tengo padres.

Casey se da la vuelta diciendo un 'Hasta luego'

Entro al portal y dejo a Destino apoyándose en la pared, no se a dónde mierda llegamos pero es tranquilo y lejos de Casey.

Se supone que las coordenadas eran el palacio.

¿Será una habitación del palacio?

Está muy vacía.

Veo a Destino tocarse el pecho.

¿No morirá verdad?

-¿Destino?

-ah...a..cof..

Voy por Muerte.

El sabrá que hacer...

-No te vayas.

Le miro, si no busco ayuda quizás que podría pasarle.

-Lucas, perdóname.

Sus ojos no parecen estar presentes.

-Lo que dijo es verdad.

-¿Me pusiste un nombre?

-Lo siento.

-No, al menos, alguien me puso un nombre en esa vida. Creí que lo habían hecho las monjas.

-Quise matarte...ah..cof...lo pensé muchas veces.

-Destino, iré por Muerte, el podrá curarte.

Los ojos de Destino se llenan de lágrimas.

-Fue mi culpa...que asesinaran al primer amor de mi hermano.

¿Al chico de ojos dorados?

-Yo le dije a Casey, que tenía un poder extraño.

Destino...

-Muerte no lo sabe...cof-una gran cantidad de sangre cae por boca-debes decírselo.

-Tu se lo dirás, no hables como si te estuvieses despidiendo.

-El 80% de mi alma ha desaparecido.

¿Que?

-¿No me ves?

El cabello de Destino pierde el color y sus ojos se oscurece. Su cuerpo se vuelve más pálido y delgado.

No...

Se está llendo.

Me levanto abriendo la puerta. Grito hacia afuera los nombres de Muerte, Aarón, o el que sea que me escuche.

Miro a Destino, tiene una sonrisa triste.

-Al principio no lograba quererte, eras el hijo de la persona que más odiaba el mundo.

Pequeño Cruella....

-Ahora te amo, me acostumbré a tu compañía, y a tus estúpidos comentarios. Eres... familia.

Mis ojos se llenan de lágrimas y vuelvo a gritar con desesperación.

Por favor...

Si me voy...el ya no estará cuando vuelva.

-Destino, no puedes irte...

El toma un suspiro largo.

-Ire a mi cuarta vida. Supongo que no está mal.

-¡No puedes!

-Mata a Casey...cof...es la única  manera de salvar este mundo...

Me arrodillo a su lado.

No puedes irte destino, no tu...

-Muerte te ayudará...-el me sonríe-cría bien a esos niños.

Mis manos tiemblan.

Siento unas cenizas volar por la habitación, y el brazo de destino ya no está.

Está desapareciendo.

Tan hermosamente.

-Quien sabe, cuando nos volveremos a ver.

Suelto un llanto desesperado.

-No...

El rostro de Destino está por desaparecer.

-Gracias por enseñarme a ser más compasivo...

Destino...

-Eres un buen niño...

El me acaricia mi cabeza como mi abuelo lo solía hacer.

-Supongo que te crié bien, a pesar de que no estaba mucho tiempo contigo...

Imposible....

¿Destino era mi abuelo?

Soy el príncipe de un libroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora