Capitulo XCVII

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Lucas.

Mis hijos regresan derrepente llorando, Aarón y yo los abrazamos llorando con ellos, estabamos tan preocupados. Los chicos suspiran con alivio.

¿Y Rex?

Annie es la primera en calmarse, pero Louis sigue llorando nombrando a Rex.

¿Que paso?

Veo sus manos y cada uno tiene un pendiente ensangrentado.

Mis ojos miran a Aarón, el piensa lo mismo que yo.

Esa maldita cosa.

Mató a Rex en frente de mis niños.

-Aarón, quédate.

-No, yo iré, tu te quedas.

Le miro y el retrocede.

-Si te digo que te quedes es por qué te quedas. Yo mataré a Casey y tú cuidaras a los niños.

El desvía la mirada tomando a Louis y a Annie.

-Si te pasa algo...

-No pasará.

El único dañado aquí será Casey.

Destino da un paso hacia mí en su forma adulta. ¿Irá conmigo?

-¿Estás más tranquilo?-pregunta el pequeño Cruella.

Aarón asiente con la cabeza.

Destino y yo nos vamos, el me dice que no se meterá en nada.

Me parece justo.

Tocó a mis niños, y asesinó a su niñero.

Louis lo valoraba mucho, y mi padre Dragón...

Maldición, tengo que matarlo yo antes que llegue a oídos de mi padre.

-Por aquí ronda el olor de los pequeños- dice Destino.

Ambos nos dirigimos a una cueva, Destino entra primero y yo le sigo. Al adentrarnos noto a Rex sentado a la orilla de una cama. Una aureola está en su cabeza y sus ojos son azules claros. El cabello ya no es verde, si no que blanco como el mío, y unas enormes alas blancas salen por su espalda.

Es un ángel.

La mariposa posa encima de su cabeza, casi ni se ve.

-Dios.

Rex me mira.

-¿Cómo están los niños?

-Te extrañan.

Destino se pone a un lado mío tocando su abanico.

-Supo algo de mi hermano, gran señor.

La mariposa aletea y Destino se pone en alerta.

Pero no va más allá, se queda en un viejo mueble.

-Atacó a Casey.

Muerte...¿Por qué?

-¿Dónde está el?-pregunta Destino.

-En su tercera vida. El séptimo anciano violó las normas, y lo dejó suicidarse, no respeto la regla de los 7 minutos. Por ende, queda castigado y Muerte regresa a terminar su tercera vida como humano.

Si es así, quizás el ni siquiera me recuerda.

Destino no puede creerlo, yo tampoco, no creí que todo eso había sido planeado.

Ahora no regresará, y si lo hace quién sabe cuando, está dimensión avanza con más rapidez que en el otro mundo.

-¿Y Casey?-le pregunto.

Soy el príncipe de un libroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora