Capitulo CIII

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Lucas.

Se me escapó, el loco de Casey huyó herido, y me dejó a esta cosa molesta parecido a un robot gigante pero de aspecto asqueroso.

No importa cuanto hielo le lanzará o mi cuerpo escarchado lo golpeará, no sé rompe.

Me transformo en mi yo original, sacando la espada que me dió Muerte.

Tengo que destruirlo.

Necesito hacerlo luego, quiero saber el estado de Aarón.

Es una persona que no se quedará quieto por nada en el mundo.

Y eso me preocupa.

Aarón, mantente a salvo.

Me abalanzó hacia la quimera robótica, apuntando con mi espada hacia su corazón, esto es lo primero, es lo más importante.

El brazo del robot me roza la cabeza y me alejo un par de metros.

Estuvo cerca.

Podría dejar que mis sombras se coman las almas, pero eso es algo que no deseo hacer, quizás, si Casey solo les quitó el alma y no destruyó el cuerpo, los niños podrían volver a la vida.

Es una teoría muy loca, pero la encuentro razonable.

Uno de sus brazos se abalanza hacia mí, yo lo esquivo alejandome mucho más que antes.

No puedo golpear otra cosa que no sea el corazón, porque el cuerpo está hecho de almas, y mi espada es capaz de destruirlas. 

Mi plan es salvarlas, no desaparecerlas de su existencia.

Solo necesito acercarme lo suficiente y apuñalarlo.

Es una pena.

Lamento por las almas de esos dragones que fueron utilizados para ser creado este corazón, realmente lo siento, pero es la única manera de destruir el núcleo de energía de esta peste.

Y, quizás ellos estén felicidades por darle paz a su alma.

La peste me ataca golpeando mi cuerpo con fuerza. Choco con un tronco mis ojos ven borroso por unos segundos, me toco mi cabeza y un líquido rojo pinta mi mano.

Maldito gusano, eres fuerte.

Su pie intenta aplastarme, yo me transporto lejos esperando volver en mí.

Bien, si no puedo matarte destruirte de cerca lo haré de lejos.

Es una lastima que no le haya pedido las pistolas a Destino.

Sostengo mi espada, inyectando el poder de Destino y el que me compartió muerte, junto con los de mis padres.

Tengo que crear un arma nueva en pocos segundos. Cierro mis ojos concentrado, escuchó a la bestia pisar el suelo con fuerza, está cerca.

Al abrir mis ojos toso un poco de sangre, la quimera llega a mi lado estirando su mano hacia mí.

No soy ni tu juguete ni tu presa.

Me transporto hacia una rama de un árbol, ocultando todo tipo de rastro de mi. La quimera se queda quieta mirando por todos lados. Sostengo mi arco recién creado y una flecha blanca de hielo.

Ojalá fuera solo hielo, gaste mucha energía en crear esto.

Me detengo.

¿Cómo se dispara un arco?

¿No es simplemente poner la flecha y lanzar?

Carajo Lucas, ¿Por qué creas algo que no sabes usar?

Era mejor una lanza.

-Debes ponerla en reposaflechas.

¿En el qué?

Me giro apuntandole a lo que me habló.

Los ojos rojos conocidos del adolescente me tranquilizan.

-¿Azmael?

-¿Te ayudo?

-¿Cómo estás....?

-Te lo explicaré más tarde, esa cosa está en buena posición.

Azmael me ayuda en mi postura y sobre como poner adecuadamente la flecha en el arco.

-Ahora, concentra tu energía y mirada, no la suel....

Ups, la flecha sale disparada hacia la quimera robótica.

Miro a Azmael.

-Eres torpe.

No molestes.

El chillido de la bestia resuena por todo el bosque, Azmael y yo nos tapamos los oídos. La quimera cae dejando cientos de bolas blancas salir de su cuerpo.

No jodas...ese fue un tiro de suerte.

Al menos no me equivocaba, las almas están volviendo a su cuerpo porque no hay ninguna parca cerca. Ahora me pregunto dónde están los niños.

Las seguiré.

Azmael me acompaña diciendo que cambie mi arco a una espada.

Vamos, dilo, di que soy un fracaso en tiró al arco.

¿Y podré cambiarla? 

El arco se vuelve una espada, yo sonrió en mi interior, esto no gasto nada de energía.

Al menos debo estar agradecido.

-Llegamos.

Nos detenemos al ver a Casey esperándome.

-¿Mi hijo venció tan rápido a mi creación?

Azmael me mira, yo niego con mi cabeza.

No soy su hijo, simplemente está loco.

-¿Quién es este amigo?

-Vaya, ¿Por qué tienes el sucio olor de Mammón?

-Es su hijo.

Azmael lo mira por un momento hasta poner una expresión de asco.

-Al menos ese viejo era más limpio con lo que hacía.

Casey se abalanza hacia Azmael, quién solo le corta ambas manos.

-Estos guantes pertenecen a mi tío.

Miro a Casey, su cuerpo se distorsiona, destruyéndose en polvo.

El demonio recoge los guantes y me entrega.

-Guardalos, cuando el te venga a ver, debes entregárselos.

-¿Son los verdaderos?

Digo... Casey volvió a hacer una réplica de si mismo, por lo que los guantes...

-Lo son, ese tipo posee cualquier cuerpo humano y lo transforma en suyo, ahora su alma debe estar vagando para buscar uno nuevo.

-Es como una cucaracha.

Azmael sonríe.

-Vine por órdenes de mi padre.

-¿De Lucifer?

-Uno de los Duques del infierno te tiene en la mira.

-¿Quién....?

-Astaroth, el envío a uno de sus ayudantes, imagino que debe estar peleando con Aarón.

Concentro la energía que me queda en visualizar este mundo, y tal como dice Azmael, hay un demonio fuerte y Aarón....

Me tambaleó, Azmael me sujeta.

-Tengo que ir.

Aarón está...

Soy el príncipe de un libroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora