Capitulo CIV

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Apenas llego a la escena mi vista intenta encontrar a Aarón, a sus pies una especie de demonio está muerto, su cabeza está a unos metros de distancia.

Aarón tiene líneas negras por todo su cuerpo como grietas, su pecho está expuesto, su camisa parece haberse roto en algunas partes y el color de su piel es roja, de su espalda sobresalen unas alas negras y unos cuernos de cabra gigantescos.

Y de su trasero una cola roja puntiaguda es visible ante mí, se ha convertido en un demonio completo.

Retrocedo.

Parece diferente.

Noto sus pies, ¿Son tacones? En realidad, son como unas botas negras pero con taco.

Si estuviera bailando en un tubo...

Lucas, no pienses eso, concéntrate.

Aarón se gira a mirarme, sus ojos son completamente negros con un rojo brillante.

El avanza hacia mi con un aire extraño, camino hacia el esperando tocar su cuerpo.

No negaré que quiero meterle mano, está guapísimo.

-Aarón...¿Quieres ir a la cam..?-el me abraza, y mi camisa se ensucia con sangre-¿Aarón?

-Hice lo que pude...

-¿Estás bien?-hago que me mire, sus ojos cambian al azul de siempre y su forma empieza a cambiar a lo que era.

-Te prometo, que algún día iré a la cama contigo de esta forma-se ríe.

Oye, no es gracioso cuando te ves tan mal.

-Voy a curar....

El me besa tan apasionadamente que me pregunto la razón, abro mis ojos y lo que veo es a Aarón llorando mientras me besa, intento separarme pero no me deja, esto me está dando mala espina.

Noto algo extraño.

Su cuerpo está desapareciendo.

Cómo pétalos de rosas rojas.

Mis ojos se humedecen, y lloran en reacción.
Pero si no se veía herido, ¿Cómo es posible...?

No...Aarón no...

No puedes irte, no puedes dejarnos, esto no es real, es una mala pesadilla, se que no es verdad, tu no puedes....

¡Aarón!

No...¡No puedes, no..!

El termina de besarme y susurra sus últimas palabras.

'Los amo'

Caigo arrodillado al piso llorando, me sujeto el corazon que parece haberse roto, mi voz sale por mi garganta gritando tan fuertemente que me llega a doler, Azmael intenta calmarme, lo ignoro golpeando el suelo.

Aarón...

-¡AHHHH!

Me revuelco en el suelo por el dolor.

La mariposa se posa en el anillo de compromiso, frente a mí, dónde alguna vez estuvo el cuerpo de Aarón.

-Digame que esto no es real...por favor...no, no el... Aarón...

-Se un buen padre está vez Lucas.

La mariposa desaparece sin dejar rastro y yo agarro el anillo de Aarón.

Me agarró el cabello con fuerza, negando la cabeza.

No, esto no es posible... estaba bien hace un momento...

Somos una familia, ¿Por qué tenía que sucederme esto...?

¿Por qué a mí?

Azmael me abraza y sujeto sus ropas con fuerzas, llorando en su hombro.

-Se fue... Aarón no está...me quitaron al amor de mi vida...al padre de mis hijos...

-Debe haber una solución Lucas, cálmate, intenta pensar, quizás su alma aún esté por aquí.

¿Que aún esté por este lugar? Destino me lo dijo, que sin Muerte su alma se destruiría, no hay solución, no existe una.

Yo...

Ya lo he perdí.

...

El sabor a uva llena mis papilas gustativas, sigo tomando a pesar de que se quien me está mirando, el pequeño Cruella está parado frente a mí, en silencio.

Termino la botella y abro otra, ¿Cuántos días he estado así?

El piso de la habitación está repleta de ellas.

Destino en su forma original cierra la puerta que está entre abierta, advirtiéndole al par de niños que no pueden entrar.

Doy un sorbo riéndome.

-Adelante, dime qué soy el peor padre.

El pequeño Cruella no responde.

-Me he vuelto un alcohólico, un bastardo, un mal padre, y un mal hijo.

-Lucas.

Rompo la botella de vino molesto.

-¿Por qué no lo detuviste? ¿Y por qué apareces ahora?

-Estaba ocupado.

-Claro, Destino siempre está ocupado.

Cómo si le fuera a creer. Es el ser con más tiempo libre que he visto.

-Se sincero conmigo Destino.

Abro otra botella dándole un buen sorbo.

Esto es algo que siempre he pensado.

-No estás completamente curado.

Destino es fuerte, el abría derrotado a ese demonio sin que Aarón se entrometiera.

El suspira.

-No quiero hacer esto Lucas.

¿Que cosa? ¿Que es lo que no deseas hacer Destino?

El se acerca hasta quedar a un metro de distancia conmigo.

-Perdón, realmente intenté todo lo que estaba en mis manos.

-Pero no detuviste a Aarón...

Responde a mi pregunta Destino, ¿Fue por tu debilidad que no pudiste salvar a Aarón?

Al menos, dame una razón...

-No soy el Destino de este mundo Lucas, no podía ver con claridad como moriría Aarón, solo sabía que se mataría junto a su enemigo.

-Quiero a Aarón devuelta.

-Casey es el responsable-Destino me estira un pergamino-deja esa botella de lado y concéntrate en matar lo que te quitó a quien amabas.

Mis ojos chocan con los suyos.

-No caigas Lucas, porque no podré verte cuando esto termine.

¿De que estás...?

Ah...¿Tu también?

No pequeño Cruella, tú no...

No puedes dejarme tu también.

Las cenizas blancas hacen desaparecer el cuerpo de Destino mucho más rápido que antes.

-Buena suerte hijo.

La botella cae al suelo haciéndose trizas, el pergamino del pequeño Cruella también y yo me paro con rapidez para abrazar su cuerpo. Mis manos solo logran tocar cenizas en el proceso.

Mis rodillas tocan el piso, sosteniendo en mis manos algunas cenizas blancas, vuelvo a llorar y gritar desesperado.

Perdí a dos personas que amaba en tan poco tiempo...

¿Qué más me quitarán? 

¿Qué más quieren de mí?

Mis manos se lastiman con el vidrio y recuerdo la vez que me corté con la botella de Aarón.

La sangre cae accidentalmente en el pergamino que me dió el pequeño Cruella, lo siento Destino, acabo de ensuciar tu último regalo.

El pergamino emite una luz roja con unas palabras ilegibles, solo soy capaz de leer una palabra que está resaltada.

"Belcebú"

Soy el príncipe de un libroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora