EL AVIARIO

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Un hermoso día, las nubes blancas, y el cielo azulado, los Warner vestían ropas blancas, Dot, un hermoso tocado con su bella flor, Wakko, con un gorra de color roja, y finalmente, Yakko, vestía un traje de color blanco, con una hermosa corona dorada que brilla en los rayos del sol, Max, estaba contento, feliz de ver a los chicos, en especial a su niño favorito, bailar tranquilamente, al mismo tiempo, que cantaban un extraño juego de niños.

¡jugaremos en el bosque!

Mientras el lobo no esta...

Porque si el lobo aparece...

A todos nos comerá...

¿lobo... estas ahí?

de pronto, el cielo se oscurece, los niños corren rápidamente a un árbol cercano, solo Yakko, se queda en frente de Max quien mira un punto inexistente, max ve con asombro, como su transformación llega, el enorme lobo que se ha transformado, aquel que ahora, le mira con odio, con furia y con ganas de hacerle daño, el corazón de max se detiene por un momento, mirando con tristeza lo que ha sucedido...

- ¿Estas dispuesto a sacrificar tu vida, por un chico que apenas acabas de conocer? – decía una voz que susurraba en el ya oscuro bosque – ¿por un chico que esta ahora maldito?

Max despierta de aquel sueño con miedo, sudando y alterado. Yakko asustado por ver a si a su compañero, solo lo calma tocándole el hombro y sobarle la espalda –¿estas bien? – preguntaba con miedo, al ver a Max alterado y casi llorando.

Max vio a Yakko, observo por un momento su expresión de tristeza, aquellos ojos, aquella mirada, todo de el, le daba algo de miedo. – ahora regreso – decía este, mientras se retiraba de la habitación, buscando a alguien en especial, dejando a Yakko, preocupado, solo y pensativo.

Max buscaba con cuidado en las habitaciones a alguien que pudiera ayudarle, a alguien de la parvada con quien pudiera confiar, sentia que debia de buscar a los trillizos, los famosos niños entrenados por el pájaro mas poderoso de la parvada, aunque estaba algo preocupado, pues no tenia idea de donde encontrarlos, ya que era un lugar muy grande.

-Maxy? – preguntaba la voz de su padre que se acercaba.

El general observo a su hijo tranquilamente, estaba algo exaltado, algo inquieto.- ¿estas bien? – pregunto mientras le miraba seriamente.

- Estoy bien... – decía max algo preocupado, solo busco a Merlin. Quiero preguntar cosas. –

- Hijo, a mi no me engañas – decía el general mientras le tomaba el mentón.- la mentira huele a limón agrio, así que a mi no me puedes decir eso. Pero, quería avisarte de una cosa.

- ¿que susede?

- Saldre por un momento con pinky, tengo que checa algunas cosas para que el viaje sea un poco mas rápido. Así que me ausentare por unas horas. Te dejare a los warner a cargo. ¿me oíste?

- Esta bien papa, ten cuidado

- Gracias hijo.

El general se da la vuelta para marcharse, atrás de el, pinky le esperaba ya de estatura grande. Dirigiéndose rápido por una de las puertas de la salida.

- Me pregunto que le pasa a papá? – preguntaba max en sus adentros.

- Max..¿que haces aquí? – decía una voz femenina.

Al voltear Max, vio a Roxanne, con su traje de enfermera, mirándole curiosamente, - discúlpame, ando buscando al señor Merlín...

- El esta dando clase en este momento ¿le sucedio algo a tu pareja? –

EL HEREDERO la Historia del Conejo de la Nariz Roja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora