GENERAL.

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Los sollozos de Dot, se escuchan por toda la habitación, lloraba en la cama, mientras su dragón Rudy, intenta consolarla con pequeñas lamidas en su triste rostro. Aquel dragón, se recostó con su ama, no quiere verla llorar, pero no puede hacer nada. Solo verle tristemente, mientras, Dot, le abrazaba aferrándose a las pequeñas y dulces escamas.

La hermana Warner, no es la única, Wakko está furioso, rompiendo árboles en el bosque con su mazo, destruyendo rocas y hasta el mismo piso, que deja un enorme agujero con grietas, esta a punto de volver a hacer otro destrozo, pero alguien le detiene las manos, era Lena, quien, le abraza fuertemente, Wakko descarga todo su llanto en la túnica blanca de la chica, quien le quita su gorro tejido que le dio su hermano por un momento, y le acaricia su nuca con tristeza...

-se llevaron a mi hermano, Lena... -repetía el Warner entre sollozos, mientras se aferraba más a Lena, quien no sabía que decir en ese momento, solo podía ver a su pequeño niño sufrir tanto por lo que acababa de pasar.

Max también estaba solo en su habitación, agarraba con fuerza, aquel muñeco que le había dado a Yakko en la feria con mucho cariño le miraba y le acariciaba, al mismo tiempo que le daba pequeños roces y besos a aquel juguete. - perdóname Yair - decía entre susurros - no pude ver más haya como mi padre me decía... soy un fracaso

De pronto, alguien toca la puerta, - ¿puedo pasar Max? – era Silvia quien le traía la comida, tenía una mirada triste, pues había visto que no había probado bocado, su desayuno, estaba aun servido en la charola, y se había enfriado.

-Max, no has comido – decía Silvia mientras se sentaba en la cama.

-No tengo hambre- decía Max tristemente aun sin levantar la mirada, acariciándole las orejas a aquel conejo notando el anillo de la madre de Yakko en el.

La mirada de Silvia se sintió triste, coloco la cabeza de Max en su regazo como si se tratara de un pequeño niño solitario, mientras este se asombró por lo que sucedía. -entonces, llora todo lo que quieras Max, que también soy tu familia -decía Silvia, quien abrazo fuertemente a Max. – es verdad que no soy tu verdadera madre... pero quiero ser tu amiga Max...-

Este finalmente no se pudo contener, comenzando a cubrirse con aquel muñeco mientras soltaba gritos tan desgarradores, que Wakko y Dot pudieron oír.

Silvia a pesar de derramar lágrimas, también trataba de mantenerse serena, mientras Max gritaba y lloraba fuertemente, sujetándose del vestido de quien ahora consideraba su único apoyo, de pronto, los niños llegan al lugar, ambos también tristes.

Max se levanta del regazo de su madrastra, hincándose y poniendo la cabeza en el suelo, suplicándole a los Warner mientras apretaba fuertemente sus puños.

-perdónenme... no pude protegerlo -gritaba, mientras se hincaba ante los pequeños -se los prometí, les prometí que yo, los protegería... y yo...-

Los niños no dijeron nada, solo abrazaron a Max con fuerza, mientras seguían llorando. Max abrazo a los Warner, uniéndose en la pena -te entendemos Max – decía Dot, con lágrimas en sus ojos - eres parte de nuestra familia no te dejaremos solo.-

Los Warner y Max se unían en la pena, siendo vistos por lena, Silvia y Rudy, quienes compartían su dolor.

• Bien, dejemos las lágrimas... – decía Dot, quien se limpiaba la cara con un pañuelo – vámonos con el tío Mickey.

• ¿que quieres hacer? - pregunto Wakko, quien se intentaba limpiar con el pañuelo de dot, la nariz.

• ¿Cómo preguntas eso Wakko? – decía Dot, seriamente - vamos a rescatar a Yakko, es un tonto y no puede hacer nada sin nosotros

EL HEREDERO la Historia del Conejo de la Nariz Roja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora