EL HEREDERO la Historia del Conejo de la Nariz Roja.

LE FESTÍN

Los ojos de yakko miraban el reino ya en la noche. Era algo espectacular; se le habia dicho, que mañana, habria un evento muy importante, e incluso, se le habia dado un traje junto con sus hermanos.

Yakko ese día, dormiría en la comodidad de la pequeña cama de max, sus hermanos, se habían dormido en otra habitación. Estaba sumido en sus pensamiento, miraba las estrellas, al mismo tiempo que se imaginaba el futuro de lo que le aguardaría después.

De pronto vio de entre todas las estrellas la mas brillante, inmediatamente, cerro los ojos, - estrellita, concede mi gran y humilde deceo – decia entre susurros...- porfavor... haz que todo este bien en mi reino.

Max, ha llegado con un pequeño refrigerio, pan francés, y un poco de cafe para yakko, seguido de leche de almendras. – yakko, te traigo un poco de fruta – decia el joven goof, quien miraba por un momento, a yakko sumido en los pensamientos de su estrella.

¿que susede? – pregunto max quien dejaba la bandeja para ver a yakko en la ventana de su habitacion .

- No nada – decia yakko entre sus adentros – solo me pregunto, que pasara en mi reino.

Max no dijo nada, solo beso la frente de su principe, al mismo tiempo que lo abrazaba y le intentaba dar algo de calor. – esperemos que todo este bien corazon. – decia max, tratando de animar a su warner.

Yakko correspondia a ese abrazo, se le hacia lindo y tierno saber que tenia a alguien a su lado. De pronto, sintio un punzón fuerte en su mano derecha, junto a aquel anillo que max le habia obsequiado, miro con temor aquel anillo de color oscuro, resplandecia sumamente hermoso, elegante, majestuoso, pero al mismo tiempo, lo miraba con miedo, con angustia, con tristeza; observaba como comenzaba a brillar poco a poco.

Se separo de max rapidamente, mientras miraba con miedo aquel anillo que seguia brillando poco a poco, y de pronto, dejo de hacerlo. Para asombro de max, yakko intentaba quitarselo de mil maneras posibles.

- ¿Aun no puedes quitartelo? – decia max tristemente, mientras veia como yakko intentaba meterse su mano a la boca para tratar de quitarlo.

- Ya lo intente – decia yakko enojado – pero por mas que intento no puedo safarmelo, es como si estuviera pegado a mi.

Eso preocupo mucho a max, sostuvo la mano de yakko, y la comenzo a masajear – dejalo, no quiero que te lastímes.

El roce que max le hacia a yakko para este se le hacia dulce, suave, casi un suspiro, su cola no dejaba de moverse, mientras veia como max le besaba sus dedos dulcemente...

- Espera... – decia yakko – aqui no lo hagas...

- ¿porque? – decia max - ¿no te gusto tu primera vez?

- No es eso... – decia temeroso – esque... aqui estan tus padres, y mis hermanos... y...

- Tranquilo – decia max mientras le tomaba sus pequeñas y dulces mejillas que ahora, estaban rojas de pena – solo sera rápido, no te preocupes... – justo despues, comenzo a darle un beso, uno tan largo, que yakko apretaba con fuerza la mano donde tenia aquel anillo, que comenzaba a brillar una vez mas con mas intensidad...

La mañana aparecio con una gran neblina blanca que cubria por completo el reino de raton, era fria y humenda, que casi no se podia ver a donde hibas caminado. La junta del rey raton, era en un gran cuarto blanco, con bordes azulados en los marcos de las ventanas, que eran sumamente altas casi llegando al techo del castillo. Las ventanas eran rojas, y en medio de la sala, una gran mesa negra, que mostraba el mapa de las cuatro naciones que habia, dentro de aquel cuarto, mickey, el rey ogro, el rey pedro y MacDuck, miraban al general goof quien estaba firme junto con los guardias de la mesa del ratón, entre ellos, max quiene estaba algo cansado, y bostesaba al mismo tiempo que se sobaba su brazo lastimado, baimax, trataba de decirle algo, mientras nick, se llevaba un sorbo de su cafe a la boca, stich, estaba arriba del hombro de sulivan y pedro, aquel amigo que les ayudo en Villarius, estaba hablando con su hijo PJ, de las cosas que tenian que hacer despues.