LA VERDAD

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El carruaje avanzaba tranquilamente, y mientras eso pasaba, Goofy noto que Max estaba mirando la ventana muy distraído. Este estaba recordando todo lo que paso. El abrazo. El famoso beso, y un susurro para decirle finalmente a yakko.

-"por favor, ven conmigo a MagicKindomg"- decía max mientras le abrazaba de la cintura.

Yakko, se separo por un momento, aun si observarlo, dirigiendo su mirada hacia el agua que estaba a punto de ponerse en el fuego que se estaba apagando.

- No puedo – decía yakko- mi casa esta aqui, mis hermanos están aquí. Si me he de ir, sera con ellos. ademas... no puedo dejar al pueblo. Ellos están solos aqui.

- ¿que es lo que te ata a estar en este lugar, puedes ir a Magickindom, y quedarte ahi con nosotros. Los cuidaremos bien.

Yakko se volteo. Su mirada era seria, su sonrojo había desaparecido, max se había sorprendido por aquella mirada que tenia - ¿estarías dispuesto a sacrificarte por un desconocido que apenas viste hoy en la mañana y sus hermanos? Darias la vida por un pordiosero que recoge basura para vivir? ¿te gustaria llevar a alguien que no conoces junto con su familia a una casa que ellos no conocen, sin saber su pasado? Max, amigo, trata de entender. Tu y yo, tal vez lo que paso aquí, fue algo pasajero, pero quisiera decirte, que mis hermanos son primero, ante mi vida. No pienso irme de aquí sin mis hermanos, y no pienso dejarlos solos... y menos, por alguien que aun no conozco bien....

Max volvió a la realidad, se le hizo raro lo que acababa de pasar... por un momento, comenzó a pensar en lo que susedia en ese momento, en las palabras que yakko le había dicho... tal vez eran de diferentes edades... pero yakko, hablaba como si fuera un lider... y eso le comenzo a fascinar demacrado...

- Max, cuando lleguemos, espero que te comportes por favor. – decía goofy mientras revisaba sus hermosas llaves que tenia en su cadera. Eran unas llaves comunes y corrientes. Y eran dos. Una llave en cada lado. Las miraba cuidadosamente.

- Si.- decía max, sin apartar la vista de la ventana

- Y que saludes, aunque no lo quieras, a la reina- seguía goofy mientras limpiaba sus llaves

- Si. -decía nuevamente sin apartar la mirada

Goofy dejo a un lado lo que hacia y comprendió el extraño comportamiento de su hijo, dándose una curiosa idea...

- Después te vistes de hada madrina y te pintas la cara con un plumón

- si

- Y sales al patio a cantar la canción de puedo volar

- Si

- Y te rapas la cabeza para ser calvo como tu padre.

- Si

Esto le dio gracia. Pero decidió al fin parar un poco. Lo noto en el momento en que se despidieron de los niños y le parecía tierno. Pues nunca antes había experimentado algo así, ni siquiera con su exnovia Roxanne.

- Yakko y los niños, espero y estén bien-

Max al fin salió del trance. Aun estaba pensando en Yakko cuando su padre menciono la palabra mágica. Al mirarlo se enderezo para hablar seriamente con el

- Papa, quiero decirte, que estoy enamorado de un chico.

- Lo sé. – decía goofy mientras le miraba igual seriamente.- Te conozco muy bien hijo. Ese chico te flecho mero en el corazón.

- ¿Qué opinas de llevarlo con nosotros al Magickingdom?

Goofy suspiro felizmente. Se sentó a un lado de su hijo, algo que hacían normalmente cuando llegaba el momento de hablar seriamente. Lo abrazo y lo miro tranquilamente. Una charla amorosa de padre a hijo.

EL HEREDERO la Historia del Conejo de la Nariz Roja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora