Comenzó a ser fría nuevamente la mañana, el cielo estaba empezando a nublarse, al parecer iba a nevar. Las manos frías de Yakko se frotaban, también sus hombros, mientras veía como algunos pobladores, tenían frio y la pasaban muy mal.
Su mirada era de tristeza. Observaba como una familia intentaba no pasar frio, como el padre intentaba tapar a sus dos pequeños hijos que comenzaban a abrigarse con sacos grandes que encontraron en la basura, y se los ponían en los hombros para calentarse. Tristemente, quiso bajar a la cocina para algo especial.
Abrió silenciosamente el lugar, y logro encontrar dos panes, los agarro rápidamente, mientras agarraba también dos cobertores de su cama. Corrió rápidamente hacia aquella familia que se retiraba a su habitación, dándole aquellas cosas a escondidas...
• Pero... joven Yakko... tu...-
• Rápido, no se tienen que dar cuenta- decía Yakko, silenciándolos y corriendo nuevamente para entrar al castillo.
La familia corrió alegre con las cosas que él les había regalado. Estaban contentos más que nunca. Yakko los miraba con ternura, una triste mirada, pero sonriente al mismo tiempo, viéndolos alejarse, mientras el, regresaba al castillo rápidamente.
Rápidamente entra sin que los guardias le miren, adentrándose nuevamente a la cocina, pero no por mucho, la cocinera de la casa, rápidamente, comienza a darle palos de escoba a un gato que se metió. Esta tenía un pescado en la boca, intentaba llevárselo, pero la señora, no le permitía.
• Espere, no le pegue, es solo un gato- decía Yakko mientras intentaba detenerle
• ¡ese gato se robó el pescado de la reina, y también dos panes que deje en la alacena! -
Yakko se dio cuenta que ahora había dejado a la cocinera en problemas- los panes me los lleve yo, es que tenía hambre, pero puedo ayudarte a preparar unos, ¿qué te parece?.-
• ¿tú sabes preparar pan?
• Mi señora cocinera, cuando tienes dos hermanos pequeños y un que traga como ballena... es normal que sepa prepara algo para ellos.
Así sin más, Yakko comenzó a preparar el pan que se había robado en la mañana. Enseñándole no solo a las cocineras del lugar sus platillos que él se sabía de antemano, sino también, aprendiendo cosas que él no sabía. Preparando papas asadas, tallarines artesanales, pizza y tortas cubiertas en salsa. Sino también pan dulce y relleno de crema.
Bradley llego a la cocina al oler la pizza que se estaba haciendo. Viendo a Yakko cubierto de harina y de salsa de tomate.
- ¿Qué es lo que haces aquí? - pregunto breadle impresionado por ver a Yakko con la servidumbre.
- hoo joven Brad, su prometido es un experto en la cocina, ¡realizo delicias aquí!. – decía una de las sirvientas.
- ¿quieres probar? - pregunto Yakko quien le ofreció su pan dulce, que el mismo había preparado.
Brad así lo hizo, tomo un pequeño pan cubierto de crema y lo saboreo al instante- mmm está bueno- decía contento
• Gracias, espera a que lo demás esté listo- decía Yakko, dándole a breadle una sonrisa finalmente.
Bradley no solo se atraganto por verle aquella expresión, sino también se sonrojo, dándose cuenta de que aquel lugar se estaba volviendo en su sitio favorito.
• ¿Puedo ayudar? - pregunto brad intentando acercarse más a Yakko esta vez.
• Pues... no lo sé, no sé si sea algo bueno para ti.
ESTÁS LEYENDO
EL HEREDERO la Historia del Conejo de la Nariz Roja.
Fanficel conejo de la nariz roja, se escondio para no ser encontrado por caperucita... solo el cazador, le puede salvarle... del lobo feroz....