LA MALDICIÓN DEL CONEJO DE NARIZ ROJA

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Max dormía plácidamente en su cama, raro para el, ya que yakko, no quisiera ese día estar con el, después de escuchar aquella noticia que le dejo sumamente impactado.

Dormía después de que se desvelara por todo los eventos que ocurrieron; de pronto, se escucho un siseo, un ruido, despertando un poco para asomar que era lo que estaba en sus piernas, no había nada, volviendo a dormir plácidamente, con el libro de su ahora madre.

- ¡Arriba bello durmiente tenemos mucho trabajo! – grito la voz de cierto dragón rojo que le estaba invadiendo su espacio personal, acercándose hacia los ojos... - ¡vamos arriba galán!

Max se levanto rápidamente al ver a musshu en su cama, golpeándole en la cara pero después de eso, volvió a acostarse tranquilamente para seguir en su sueño, sin embargo, musshu tenia otros planes, jalandole abruptamente las cobijas y pieles de el.

- ¡vamos te prepare el desayuno! – grito musshu, ahora max despertaba adormilado por ello - ¡mira que rico desayuno! – decía el dragón, mientras le mostraba el plato, huevos revueltos con chorizo. - ¡y le da gusto verte!

De pronto, una curiosa araña aparece dentro de este! -¡hey, sal del plato, no queremos otro peter parker!

- ¿que hora es? – pregunto max bostezando

- Nada de charlas – decía musshu – es tu primer día de clases con robin, tendrás que poner total atención, y si alguien quiere pelear... tendrás que golpear a ese alguien.

- Pero yo no quiero golpear a nadie – replico max con las mejillas infladas.

- No hables con la boca llena – decia el dragón enojado. - ¡quiero ver tu expresion de guerra!

La mirada de max era de confusión, al mismo tiempo que estaba con sus mejillas infladas y su cabello alborotado.

- Ñaaa que te pasa lobezno solitario, - decia musshu sin expresion alguna – no asustas ni a mis pantuflas de conejo. ¡vamos rugeme!

Max asi lo hizo, rugió tan fuerte, que incluso sin que el se diera cuenta, saco algo de humo de su propia boca

- ¡perfecto! – grito de alegría musshu - ¡esa es la actitud de los dragones!

- ¿en serio? – pregunto max – ¿que hice?

De pronto, rudi aparece rápidamente, levantando a max que comenzó a vestirse perezosamente, al parecer el dragon rugía un poco, como si intentara decir algo y nadie podía entenderle, a exepcion de uno.

- ¿como que robin ya se fue?

- ¿¡QUE YA QUE?!

Rápidamente, max sale a toda prisa de su habitación, luciendo un pantalón azul y vistiendo solamente la sudadera roja que le dio yakko, agarrando la tabla con ruedas y bajando velozmente por las escaleras.

- ¡espera, olvidas el libro! – grito musshu, quien arriba de rudy, corrían para alcanzar a max que salia a toda prisa por las calles del reino.


Yakko se asomo para ver a max salir a toda prisa, veía como se detenía y musshu se subía a sus hombros, al mismo tiempo que estos corrían a toda prisa, tal vez a alcanzar al genio, para que no les dijera que faltaron a la clase.

- Que tengas... buen día max... – se decía entre susurro mientras le veía irse.

El anillo comenzó a hacer su efecto, yakko comenzaba a sentir, aquel punzante dolor desde la punta de su dedo, hasta la punta de su cola, quería gritar de dolor, pero no podía, ya que wakko y dot, aun estaban dormidos. Al arquearse, por el dolor, finalmente, aquel tormento, termino. La respiración era violenta, comenzaba a sudar al mismo tiempo que sentía como su mano estaba temblando – "maldito bradley, juro que te aventare un yunque si te vuelvo a ver..."

EL HEREDERO la Historia del Conejo de la Nariz Roja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora