Los días fueron pasando, fueron 2 semanas las que pasé aquí, así como también su actitud hacia mí iba cambiando.
Freen, aquella joven mujer, de unos 26/27 años calculaba. Era mi secuestradora, sonaba absurdo, pensar que una mujer iba a capturarme, y mucho menos que en vez de vivir en una putefracta celda, en la que posiblemente pasaría frío y hambre, era totalmente lo contrario, muchos pensarían que era solamente una invitada en su casa, aún sin creerlo.
Siempre hacía las mismas actividades.
Despertarme con el desayuno preparado en la mesita de noche, claro está, sin rastro de ella.
Desayunaba y a continuación, obtenía algún libro de la mini librería, amaba la lectura, y ella parecía saberlo, puesto que siempre encontraba nuevas lecturas que cautivaron mi corazón.A continuación de pasar toda la mañana leyendo, una joven muchacha, de unos 22 años, me traía la comida, era una joven de pocas palabras, pero se veía muy hermosa.
Comía y tenía toda la tarde en adelante.Mi mayor actividad podía ser: ducharme, contar los círculos negros de una alfombra, o tumbarme en la cama.
Siempre era lo mismo, nada cambiaba, no miento cuando pienso que echo de menos mi vida antigua. Podía haber cambiado radicalmente, pero tenía más libertad, podía hacer cosas, sin aburrirme, podía hablar con alguien...
Como comprenderéis, Freen llevaba sin aparecer 2 semanas desde que me dejó en la habitación, y únicamente tenía contacto con la joven muchacha y con el médico que me atendió.Poco a poco iba perdiendo la poca cordura que me quedaba, además, estaba empezando a tener fuertes mareos que complicaban mis nulas tareas.
Un nuevo día empezó, como era habitual, me levanté a las 9:00 de la mañana para degustar el nuevo desayuno del día.
Tostadas con mermelada y otras con nutella, un zumo de naranja natural y leche con cacao.Era algo que jamás había probado ya que usualmente no desayunaba, pero esta vez sería diferente.
Terminé ese delicatessen que me habían servido y fui directa a la ducha, nuevas ideas nublaban mi mente, pero eran descartadas al instante. Nada parecía tan bueno como para despistarla, era demasiado ingenua para creerse mis hábiles trucos.
Pero no iba a darme por vencido, una nueva idea salió a flote, no sería fácil, doloroso incluso, pero debía intentarlo.
Rápidamente mojé todo el suelo con el agua del grifo de la ducha, me miré unos segundos en el espejo. "Es ahora o nunca"
Intencionalmente me resbalé tratando de no golpearme la tripa, sentí un dolor intenso en mi tobillo, por mala suerte, había golpeado con más fuerza esa parte de mí cuerpo que el resto.
Mierda, seguramente me habría echo un esguince, no sirvo para estas cosas.Esperé en el suelo a que alguien hubiera escuchado mi gran caída, que por consecuencia, a los segundos entró alguien en la habitación.
Mi plan había comenzado, cerré mis ojos con fuerza para fingir una inconsciencia.
Noté unas suaves manos palparme la cara, ahí escuché su voz.-¿Rebecca?- comentó con muchas dudas. Más no había una contestación.
-Rebecca hazme el favor de dejar de fingir, ¡despierta!- noté como su voz se tensaba y mostraba preocupación.
¿Acaso estaba preocupada por mí?
-Mierda, mierda, mierda...- dejé de sentir sus manos por unos segundos, notaba que comenzó a caminar con rapidez por la sala.
Segundos después, sus manos se colocaron con suavidad en mi torso y cadera, dejé de sentir el frío y mojado suelo. Me había levantado y tapado con una toalla.
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Mi oscuridad favorita | FreenBecky (+18) || TERMINADA
RomanceBecky es una joven de 22 años de pelo castaño largo y ojos azabaches penetrantes. Es estudiante de 4 grado, en la universidad de Arte y Música. Es adoraba y querida por todo aquel que la conoce. Aunque no todo es mágico y sencillo, puesto que un suc...