26. Hora de la verdad

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-¿Qué haces aquí?- pregunté con cierto tono enfadado.

-Bec, tú tripa...- sonrió feliz, aun sabiendo que mi rostro reflejaba otros sentimientos.- Estás hermosa, yo... no sé qué decir- se tocó la cabeza con nerviosismo.

-Pensaba que te habías olvidado de mí, sinceramente. ¿Qué te trae por aquí, Irin?- me crucé de brazos parcialmente irritada.

-Sólo quiero tener una conversación con mi mejor amiga. Llevo sin saber de tí más de 3 meses Bec, ¿cómo has estado?- preguntó impaciente.

-Ex mejor amiga, las mejores amigas no se traicionan entre sí.- observé cómo frunció su rostro.- Además, ¿cómo sabes que estoy aquí?- cuestioné con certeza.

-No fue difícil seguirte la pista Bec, tú hermana... Tú hermana me lo dijo- mordió con nerviosismo su labio inferior.

-¿Lydia te lo dijo?- pregunté incrédula.- ¿Cómo... no me dijo nada?- toqué con suavidad mi barbilla, pensativa.

-Le dije que no te dijera nada, sé cómo estás Bec. Entiendo tus razones, huiste a este hermoso lugar para poder empezar de 0. Pero nada es tan fácil y lo sabes...- suspiró triste.

-¿A qué te refieres?- miré algo asustada a Irin.

-Tú padre Bec. Eso es lo que pasa, por mucho que te escondas, él siempre sabe dónde...- suspiró.- Bec, Freen podría ayudarte a...- tapé su boca con mi mano.

-No vuelvas a pronunciar su nombre- suscité cabreada.

-Pero Bec...- negué con mi cabeza.

-No, te dije bien claro que esa mujer había muerto para mí. Quise empezar una nueva vida lejos de ella. Y siento decírtelo, pero formas parte de ese "quiero empezar de nuevo", no quiero nada que ver contigo Irin- dije tajante.

-Bec...- su mirada se llenó de lágrimas salvajes.- Yo... siento mucho todo lo que ha ocurrido, no quería que todo se tornase de esta manera...- tocó con ansiedad su cabello.

-Si no tienes nada más que decirme, me retiraré, no vale la pena que sigas aquí Irin, puedes volver por donde viniste.- traté de dar la media vuelta, dirigiéndome a mi destino, pero su mano paró mi camino.

-Sé que esto no va a arreglar nada, pero tómalo, descubrirás la verdad por tí misma- tendió en mi mano, una pequeña bolsa de plástico, con un mechón de cabello muy oscuro.

Miré con curiosidad aquella bolsa, ¿qué me quería decir con esto?

-Irin, ¿qué es esto, y exactamente para qué lo quiero?- la miré con aparente duda en mí rostro.

-No puedo decírtelo ya que me dijo que no te lo dijera, pero hazme caso Becky, eso resolverá todas tus dudas... Sólo piensa, qué puedes hacer con ese pelo, está relacionado con el ser que llevas dentro- comunicó rápidamente.

-Irin...- sabía por donde quería llegar con esta conversación.- Deja de intentar probar que Heng no fue aquel sucio hombre- tocó mi hombro con confianza.

-Tarda lo que quieras en darte cuenta de lo que realmente pasa, pero puedes arrepentirte si luego es demasiado tarde para reaccionar- rápidamente, dirigió su camino en dirección contraria de dónde me encontraba.

Sujeté con fuerza aquella bolsa que sostenía en mis manos, mirando cómo Irin poco a poco se alejaba.
No comprendía su gran esmero en tratar de convencerme de que Heng no era el tipo que me hizo eso, aún sabiendo que era el padre de mi hija. No tenía sentido alguno, ¿quién podría ser entonces?

Caminé con indecisión hasta el coche de mi hermana, montándome al instante.

-Hola hermanita, ¿qué tal tú día de trabajo?- preguntó con un rostro sincero.

Mi oscuridad favorita | FreenBecky (+18) || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora