Mi oscuridad favorita | FreenBecky (+18) || TERMINADA

8. Inseguridades y desconfianza

Su actitud había cambiado radicalmente desde aquel momento que Freen observó aquel retrato del hombre misterioso.

Actuaba de forma extraña. No se quedaba más de 10 minutos en la habitación para hacerme compañía. Siempre me evitaba, y había algo extraño en su mirada, parecía tristeza, pero había algo distinto, sabía que algo le pasaba, pero siempre que le preguntaba evitaba mis preguntas.

Actué como que no pasaba nada con aquello, no quería mostrar mi verdadera debilidad ante ella.
Porque sí, después de tanto tiempo evitando e intentando negarme, había creado un extraño vínculo con aquella joven.

No era un vínculo normal como el de todas las personas. Que podría considerarse en 3 etapas, conocidos, amistad y relación amorosa.

No me encontraba en ninguna de ellas, nuestra relación era extraña.
No éramos conocidas, ni amigas ni mucho menos una pareja.

¿Qué éramos entonces?

No lo sabía, esa duda me atormentaba la mente.
Mis dibujos trataban de ella, siempre estaba presente en todos los que realizaba.

Su presencia me atormentaba, pero a un mismo tiempo, embriagaba mi ser, todo su ser lo hacía.

Hoy no había sido despertada por ella, ni por nadie.
Eran las 11 de la mañana, por lo que me sorprendió el hecho de despertarme a esa hora.

Quién lo diría, yo, Rebecca Patricia Armstrong extrañando madrugar.

Pues extrañamente lo hacía, la razón por la cuál extrañaba ese ambiguo caso era desconocida para mí.

Un golpeteo suave llegó a mi puerta.
Sorprendida, añoré su presencia, deseando que fuera ella.

Más así no fue, un joven y apuesto caballero entró en la misma, cabe recalcar que jamás lo había visto.
Se veía extraño, algo sucedía, su rostro así me lo mostraba.

-Señorita Becky, empaque todo lo que tenga, vestuario, cuadros, pinturas, etc... Saldremos lo antes posible.- pronunció nervioso aquel joven.

-¿Qué? ¿Por qué debo empacar todo? ¿Qué ha ocurrido?- pregunté dubitativa, intentando entender las razones por el rápido desempeño de la acción de marcharnos rápidamente.

El muchacho más no dijo ninguna palabra, obligándome a preparar todo en una gran maleta.
¿Qué estaba ocurriendo?

Ocupé todo el armario el cual tenía unos 5 pares de prendas, entre prendas de la calle y pijamas, 2 pares de zapatos, y el resto de material artístico.

Pocos fueron los segundos que me dieron para prepararme mentalmente para abandonar aquel lugar.
Ese hombre quién creía alguien inexperto y joven en su trabajo, me hizo cambiar de parecido.

-Lo siento señorita Armstrong, por peticiones de la señorita Sarocha debo realizar esto.- sacó una jeringuilla con un líquido extraño en su interior.

No comprendía la situación, creedme, desde fuera se vería con más facilidad.
Pero cuando tú eres la que vive en la situación, tus sentidos y obviedades se nublan por completo.

Sin tiempo a reaccionar, ese muchacho me clavó la jeringuilla con ese líquido, que en un instante me hizo ver todo en negro.
Mis sentidos se perdieron poco a poco, sentía que mi cuerpo era transportado, y como luego de un momento moviéndose, toqué una superficie plana y acolchada.

Mi cuerpo no pudo resistir más, y cayó rendido al sueño.

...
...
...
...

Mi vista poco a poco fue adaptándose al entorno, era oscuro y cálido.
Mi cuerpo fue adaptándose al espacio en el que me encontraba, estaba sentada en una silla, aparentemente de un... ¿avión?