Observé mi reflejo nerviosa en el espejo.
Realmente me veía hermosa.Aquel encantador vestido de novia se posaba encima de la cama, para próximamente utilizarlo en mi cuerpo, me encontraba con un pijama que ceñía mi figura delgada, más aún, con mi gran tripa de embarazada, por cumplir en poco los 9 meses de embarazo.
Las contracciones eran duras y consistentes, tanto así, que incluso en momentos no podía permanecer en pie.
Las únicas que sabían mi estado eran mi madre e Irin, puesto que no quise preocupar a mi futura esposa con unas contracciones sin importancia.No quería arruinar nuestra boda, por la cual habíamos estado meses implicados en únicamente preparar los preparativos y dejar todo perfecto.
Una boda no era nada fácil, el momento era hermoso, claro está, pero los preparativos llevaban más tiempo incluso que la propia ceremonia.Me giré en dirección a mi madre, haciéndoles saber que mis contracciones habían amainado hasta el momento.
-2 minutos... Hija, cada vez son más fuertes, deberías decírselo a Freen- suscitó con un tono preocupado.
-Tú madre tiene razón Bec, lo importa es tu bienestar y el de la bebé, no querrás perderla por esta tontería, ¿verdad?- cuestionó mi mejor amiga al igual que mi madre, con su tono consternado.
-Os digo que estoy bien, nos dijo el médico que las contracciones semanas antes del parte eran totalmente normales. Además, las fechas estiman que mi pequeña, va a nacer la semana que viene, así que no preocuparos- sonreí mostrándoles gran confianza.
-Cariño, sabes que los bebés pueden adelantarse de la fecha de parto, ¿verdad?- su tono mostró algo de arrepentimiento.
-Bueno, dejadlo estar, puedo perfectamente casarme con el amor de mi vida y estaré bien, no os preocupéis, enserio- suscité tensa, observando la hora en la que estábamos.
-Deberías decírselo aunque sea a Freen, para que lo sepa, tu próxima esposa merece saber tu estado- posó su suave mano en mi hombro, mostrándome apoyo.
-Mamá, Irin, ¿si le digo a Freen lo que ocurre, os quedaréis más tranquilas?- pregunté dubitativa.
-¿Qué es lo que debería saber?- su presencia se hizo presente en aquella habitación, a unos cuantos kilómetros de la supuesta iglesia en la que debería estar esperándome para casarnos.
-¿A-amor?- recibí un beso casto sobre mis labios, sorprendida de su aparición repentina.
Se veía hermosa, aún no llevaba su vestido, qué fue obligada a llevar únicamente para satisfacer mi mayor sueño, verla en un vestido de novia.
Principalmente su atuendo ideal fue un traje o algo informal que incluyese un pantalón, pero eso cambió, debido a mi berrinche de embarazada, algo que ella no pudo negarse, no podía verme enojada por más de 3 segundos.Su maquillaje y peinado estaban ya realizados, con los que se veía realmente hermosa.
Un tono rosáceo bastante pálido se ceñía sobre su piel, un maquillaje bastante sutil pero hermoso en su rostro.Su pelo estaba recogido en un moño entrelazado entre algunas trenzas que lo rodeaban, quedando un hermoso peinado para la más hermosa mujer del mundo.
-Si no se lo dices tú Becky, se lo diré yo- suscitó mi madre en medio de mi lapsus mental.
-¿Qué ocurre, amor?- tomó mi rostro maquillado entre sus temblorosas manos, preocupándose gravemente.
-Desde ayer me han empezado a dar unas contracciones leves, que a día de hoy son bastante severas. Pero antes de que digas nada, estoy bien, son soportables, y a ninguna de las dos nos va a ocurrir nada...- besé con cuidado su frente, mostrando seguridad.
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Mi oscuridad favorita | FreenBecky (+18) || TERMINADA
RomantikBecky es una joven de 22 años de pelo castaño largo y ojos azabaches penetrantes. Es estudiante de 4 grado, en la universidad de Arte y Música. Es adoraba y querida por todo aquel que la conoce. Aunque no todo es mágico y sencillo, puesto que un suc...