Mi oscuridad favorita | FreenBecky (+18) || TERMINADA

7. Feliz cumpleaños, Becky

Mi cuerpo despertó al siguiente día, sentía el cansancio de la mañana.
Odiaba despertarme tan temprano, pero los planes de Freen no cuadraban con aquello, su temperamento y forma de ser le impedían mantenerse más de lo normal dormida.

Más sabiendo que hoy era un año más vieja en este mundo, hoy cumplía mis 23 años de edad, que a decir verdad, había cambiado completamente desde el anterior año, físicamente, personalmente e incluso el contexto en el que me encontraba.

Me encontraba en una situación demasiado complicada.
No sabía en quién debía confiar o en quién debía abrirme, no sabía que iba a ser de mi futuro, ni mucho menos que haría para este tal "futuro".

Tantas situaciones que podrían ocurrir, y justo esta es la que me estaba ocurriendo a mí.
Primero de todo, debía recapacitar, ¿qué estaba ocurriendo en mi vida ahora mismo?

Pues no era difícil de contestar. Estaba embarazada con 22 años, mi familia me había repudiado por aquello incluso despreciándome, una mujer mafiosa que odiaba a mi familia decidió vengarse y secuestrarme a causa de esto, con esa mujer estaba estableciendo vínculos que jamás hubiera pensado crear.

¿Qué haría con todo esto?

No se me ocurrieron ideas para manejar esto con cautela y disciplina, había perdido la poca esperanza de hacerlo.

Mis padres sé que preferirían su reputación y prestigio familiar, antes que perdonarme, a menos que abortara al bebé, sé que no lo harían. No era capaz de pensar una idea aquella como tal, por mucho que fuera un bebé indeseado, jamás lo abortaría, no estaba en mis principios ni quería sentirme mal por aquello, ese ser humano que poco a poco crecería dentro de mí, no sería la culpa, ni tampoco la mía, por lo que no querría sentirme mal por ese tema.

Quedaba el tema Sarocha.
Aquella muchacha que transitaba diariamente en mi mente. No puedo negar que en un principio la odié, la odiaba desde lo más profundo de mi corazón, aquella mujer se mostraba independiente de mí, no quería saber mi estado, y si yo moría, no sería de su incumbencia.

Pero todo ha cambiado desde ese momento, el cariño y el aprecio, el apoyo y la protección... siempre llegaron de ella, me cuidó las noches que sufría en silencio, me alimentaba cuando yo no podía mover un dedo del dolor intenso que sufría.
Jamás, nadie jamás había echo esto por mí.

Esto no significaba que yo confiaba en ella, sabía que era demasiado pronto para hacerlo, pero debía dejar de odiarla, al menos de momento.
Ella se estaba portando bien, y por mucho de nuestra relación secuestradora y rehén, nuestra situación era diferente.
Sí, raro de creer, pero se sentía diferente.

Un suave golpe en la puerta me sacó de mis pensamientos, como siempre, dejé que pasara, era algo habitual en nuestros días.

-Buenos días Becky, ¿dormiste bien?- su sonrisa se veía diferente, algo estaba tramando.

-He dormido como un oso amoroso, calentita y cuidada, gracias por los cuidados Freen- sonreí débilmente por el cansancio.

-Te tengo una sorpresita, alguien me ha chivado que tenemos a una cumpleañera- sacó detrás de sí un pastel de chocolate, maldita sea, sabía mis antojos.

Mis ojos devoraron aquel pastel, adoraba los pasteles de chocolate, más sabiendo que era mi cumpleaños.

Con gran velocidad, Freen puso una servilleta en mi regazo, a continuación una bandeja, y por último un plato con un trozo de pastel, mientras lo comía, ella me miraba con ojos distintos, no sabía que estaba tramando, pero algo se veía en ella.

-Espero hoy tengas la energía suficiente, igualmente irás en silla de ruedas puesto que tu pie aún se encuentra en mal estado, y no quiero que vuelvas a salir lastimada- me miró sinceramente.- no otra vez...- susurró aquello en voz casi inaudible, logrando escucharlo.