39. Un cambio radical

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Siempre me habían obligado a comportarme de una buena forma, ser una mujercita recta y obediente.
Nunca alzar de más la voz, dejar hablar a tus mayores por encima de tí, comportarte cómo una muñequita de porcelana.

Eso se había acabado, aquella niña indefensa, cobarde y sobreprotegida había muerto para dar a paso a una mujer valiente, audaz y capaz de hacer todo aquello a lo que temía en el pasado.

Habían pasado 5 meses desde que toda mi vida se destruyó completamente. Mi hermana había fallecido a causa del incendio que nuestro propio padre había causado, mi pareja había quedado en coma tras haber sobrevivido a una gran explosión en la que perfectamente podría haber fallecido de igual manera.

Durante esos meses de inflexión, suponí que todo era mi culpa, me encerré en un gran vacío del que me fue muy difícil salir.
Sin mi hermana a mí lado, con mi novia en coma, y mi padre pisándonos los talones, me fue complicado comprender que no todo se debía a algo en sí.

Noey fue de gran ayuda, ella me hizo entender que no todo lo que suponía era cierto, ella me ayudó a salir de aquel pozo sin fondo junto a Irin y Heng, sorprendentemente siguieron a mi lado sin importar nada más, éramos ellos y yo, todos los tabús, los malentendidos, e incluso las diferencias entre nosotros, no hizo nada más que mantenernos más unidos.

Me dio mucha confianza saber que no estaba sola en esta lucha, complicada batalla que nos tocaba realizar contra el peor mafioso y millonario de toda Inglaterra e incluso de toda Europa, aquel que consideré mi mayor pilar, mi familiar más cercano y querido, estaba en mi contra, mi padre, Ethan Armstrong.

Fue algo que me sorprendió. ¿Por qué la había tomado conmigo?
Sabiendo que siempre fui el ojito derecho de mi padre, no lo comprendí desde un inicio, incluso culpando a mi hermosa amante de todo esto, pero era algo más lejano de mi comprensión, así Noey me hizo comprender hace 5 meses la dificultad de esto.

Mi corta melena se zarandeó con el suave pero frío viento de Londres. Hacía pocos meses lo había cortado, mostrando mi nueva etapa de crecimiento y evolución, la pequeña Rebecca había desaparecido para dar paso a una nueva.

Sé que os confundirá, ¿qué hacía en Londres?
Déjame retomar la historia desde un inicio, la razón por la que estaba en este odioso lugar, sin compañía, completamente sola, no era más que el inicio de un nuevo plan.

(Hace 5 meses)

El sentimiento de culpa y arrepentimiento no dejaron de nublar mi mente, tal fue el punto que no quise alimentarme de forma correcta.

Noey e Irin no dejaron de preocuparse por mi estado de salud, poco a poco iba demacrando todo mi cuerpo con mi "tontería" de no comer.
Al igual que mi cuerpo iba echando en falta el descanso real, a penas podía dormir más de 4 horas diarias, las pesadillas no dejaban de atormentarme, y si no era a causa de mi tormento, era por culpa de mi mente traicionera, que no dejaba de rememorar todo lo sucedido a penas unos días.

Una mano tomó por sorpresa mis pensamientos, haciéndome salir de forma abrupta de ellos.

-Becky, ¿todo bien?- acarició mi brazo con suavidad.

-No debéis preocuparos tanto por mí Noey, lo más importante ahora es Freen...- mi voz sonaba muy apagada.

-¡Ya basta Rebecca!- exclamó comenzando a enojarse.

Mis lágrimas no tardaron en salir, no fue su culpa ni mucho menos, últimamente estaba demasiado sensible a todo comentario y situación que me pusiera en apuros.

Mi oscuridad favorita | FreenBecky (+18) || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora