Mi oscuridad favorita | FreenBecky (+18) || TERMINADA

16. El comienzo de un nuevo vicio

Mi párpados cerrados visualizaron los rayos de la mañana que se entrecolaban entre las persianas bajadas parcialmente.

Comencé a moverme lentamente fijándome en el cuerpo dormido de la peligrena, justamente abrazándome por la espalda, sentí su desnudez, creando en mí un estado de embriaguez.

Giré lentamente mi cuerpo para encontrarme con ella de cara, observando que aún estaba dormida.
Su rostro se veía hermoso, aún más si podía caber, cuando ella se encontraba dormida.

No quería admitirlo, la noche de ayer me hizo comprender 2 puntos inflexivos e importantes en mí.
Estaba enamorándome poco a poco de ella, su trato conmigo fue lo que más me hizo comprender, que después de Irina, podría volver a amar.

Y cómo segundo punto, la noche de ayer, fue la mejor de mí vida, perdí mi mayor miedo, que era tener relaciones sexuales por primera vez, pensé millones de casos hipotéticos en el que realizaba aquello con alguien de confianza para mí, con la que podía sentirme yo misma, sin perder mi confianza y apoyo.

Estaba más que claro que ella había superado mis expectativas, había convertido mi mayor miedo a posiblemente mi mayor vicio, quería sentirla de nuevo en mí, así como también quería hacerla sentir tal cual hice en la noche anterior.

Jamás pensé que diría esto, pero me había hecho adicta en todos sentidos, a la señorita Sarocha.
Esa mujer que me hizo cambiar de pensamiento, comenzando a odiarla sin resentimiento, terminando en amarla incondicionalmente.

Su aroma embriagó todos mis sentidos, encendiendome sin remedio, no quise molestarla, además de que sentía un sudor extraño por todo mi cuerpo, suponiendo que era por el "entrenamiento" robusto de anoche.

Me levanté poco a poco, observando a la pelinegra atentamente, sonreí en el acto.
Al no notar mi cuerpo abrazado a ella, un puchero se formó en su rostro, moviendo las manos rápidamente en búsqueda de su preciado dulce, cómo se un niño se tratase.

Agarré una almohada, acercandola a sus manos, la que rápidamente abrazó con fuerza, sonriendo en sueños.
Maldita sea, me había pillado de esta mujer más rápido de lo que pensé.

Sentí el frío recorrer mis extremidades, dándome cuenta, de mi propia desnudez, rápidamente me dirigí al baño, cerrando lentamente la puerta sin pestillo, observándome al espejo.

Visualicé todo mi cuerpo con vergüenza, ella había dejado marcas de mordiscos leves y chupetones por todo mi torso y cuello.
Me sonrojé al instante, ella había marcado mi cuerpo como suyo, cómo bien dijo ayer, mi rostro tornó a un lindo rojo tomate sin mucho remedio.

Encendí el agua de la ducha, lentamente metiéndome cuando ésta se calentó.
Enjuagué todo mi cuerpo sudado por la gran acción anterior, sentí como mi cuerpo se acopló y relajó con el cálido agua recorriendo todo mi torso y cabello.

Pude cerrar mis ojos con calma, sintiendo como mi cuerpo poco a poco se relajaba.
Hasta que sentí un frío extremo apoyándose lentamente en mi espada, me giré lentamente, viéndola de frente.

–F-Freen...– balbuceé nerviosa.

Me aprisionó contra la gélida pared de azulejo, apretando suavemente mi cuello con su mano y su otra mano contra mi cadera.

–Que feo Bec, te levantas de la cama sin avisarme, y ahora te duchas sin mí, estoy muy enojada– su rostro dormido se esfumó rápidamente, mostrando su apasionado.

–Dormías de forma muy linda, no quise despertarte– comenté de forma divertida, me había pillado de sorpresa, pero mi papel como gatita que necesitaba ser auxiliada, había acabado.