Mi oscuridad favorita | FreenBecky (+18) || TERMINADA

43. Una verdadera madre

(P.O.V Neesa)

Mi vida nunca fue sencilla.
Fui obligada a casarme con un hombre que nunca amé, sabiendo cómo trataba a mis hijos de la forma más dura y audaz posible, intentando convertirles en una versión pequeña de él mismo.

Sé que está historia puede sonar familiar e incluso repetitiva, pero déjame explicarte cómo fue desde un inicio, comprenderás de una mejor forma cómo se vive dentro del infierno, sin necesidad de estar en él.

Nací siendo la hija mayor de una familia influyente en Tailandia, sabiendo que debía ejercer tal y cómo mi padre quisiera hacer conmigo.

Sus planes se vieron reducidos a los pocos años de que yo naciera, ya que me diagnosticaron "Esquizofrenia Desorganizada" por lo que debía actuar con mucha cautela.

Ejercí mis tareas como hija de manera perfecta. Estudié de forma muy exigente e incluso obtuve mi título universitario en acciones legales, por lo que podía ser abogada en un futuro.

Algo que mi padre no tuvo en cuenta, ya que al cumplir mis 22 años, me obligó a viajar hasta Londres para conocer a mi prometido.
El cual nunca había visto en persona, y nuestro matrimonio era meramente político.

Sin poder defenderme ni quejarme de aquella decisión, acepte mi terrible realidad y ese inminente futuro que me esperaba.

Llegué a aquella ciudad conociendo a mi futuro esposo en el mismo día que nos casamos. Fue una ceremonia rápida y con pocos invitados, aquel hombre se veía atractivo, y no lo negaba. Pero no lo amaba, sabiendo eso, todos mis principios se destruian por cada tiempo que pasaba a su lado.

No fue un mal hombre, siempre me dio mi espacio, pero el momento fue inminente, él quería un heredero.
No quería consumar con él, debía amarlo para poder hacerlo, no podía entregar algo tan sagrado para mí de esa forma tan inhóspita.

Pasaron los meses, él sabía que no podía consumar con él, nunca me obligó, pero la tensión entre ambos era palpable.
No hasta que llegó su padre no supe visualizar lo que una "Armstrong" se trataba ser.
Nos obligó a hacer aquello que tanto odié y se quedó marcado de por vida en mi mente.

Gracias a las pastillas supe calmar mis ataques que sufría a penas en silencio, ya que mi familia no quiso destapar ese secreto que carcomía mi alma.

Simplemente pasó, tras realizar el acto impuro e indebido, quedé embarazada de mi primera criatura.
No negaba que tener el sentimiento de madre me atormentaba, despertaba mis peores infiernos en mí, pero al mismo tiempo me hacía sentir viva y emocionada de poder tener esa criatura entre mis manos.

Los meses pasaron dando a luz a mi primer bebé, Samus, adoraba a aquel crío con todo mi alma, pero ese momento llegó de vuelta, más fuerte incluso que todos los anteriores, tomé a mi bebé recién nacido entre mis manos.

Se veía cómo el mismísimo diablo encarnado en aquel pequeño ser que yacía dormido entre mis brazos.
Sollocé con fuerza, notando cómo no dejaba de gritarme cosas horribles, la cabeza me dio vueltas notando que iba perdiendo la poca cordura a pasos agigantados.

Tumbé de vuelta a mi pequeño bebé en la cuna, dirigiendo mi mirada a la pequeña almohada que se encontraba justo a su lado.
Mi mente no dirigió la información que llegaba con rapidez a mi cerebro, simplemente pasó.

Todo el dolor que sentí por tantos meses desde que me casé con aquel hombre que se hacía llamar "marido" se esfumó al tiempo que posé la pequeña almohada sobre el rostro de mi pequeño.
Apreté con fuerza notando que comenzaba a sollozar con fuerza, no medí la capacidad de tiempo que debía estar, así que ocurrió sin que pudiera hacer nada, mi bebé dejó de llorar y al poco tiempo no podía respirar.