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Cʜᴀɴ

Hacia tanto que no venía a mi ciudad. Tengo tantas ganas de ver a mamá y a papá. Extraño tanto a Berry esos lindos rizitos al final de sus orejas son tan lindos.

Cuando salimos del Aeropuerto todos iríamos al Hotel y saldríamos un rato. Félix iría con su familia. Papá organizó una cena y pretendía que me quedara a dormir en casa pero no me siento lo suficientemente seguro como para hacerlo, aún me duele estar dentro de mi habitación y no escuchar a Hannah tocando detrás de mi puerta preguntando si ya comí algo o si puedo ayudarle con su tarea.

- Olivia -Saludé

Mi corazón es débil tanto de sentimientos como realmente. Debía asistir a esa cena o, tal vez no...?

- Chan Hyung estaré en casa de mis padres, por si necesitas algo me llamas.

Todos los demás desempacaban para darse un baño e igualmente salir a las tiendas a comprar algo o solo a distraerse. Un rato más escuché la puerta cerrarse varias veces lo que indicaba que por fin estaba solo. Saqué la cajetilla de cigarros de mi mochila y tomé el encendedor de la cocina caminé hasta el balcón e inhalé el tóxico humo por unas cuantas horas, no se de donde ni desde cuando tengo este gusto por fumar pero constantemente siento la necesidad de hacerlo. Hace ya tiempo que no he lastimado mi piel, tanto que la cicatriz ya no es color rosa si no blanca y se confunde con mi tono de piel, esta sensación de vacío me ha acompañado durante mucho tiempo y no he encontrado aún con que llenarla pero creo que mi vicio es este, ya no me basta con ver el sol esconderse bajo el agua ya no me causa sensación alguna plasmar mis latidos sobre el papel, por más que busco algo a que aferrarme no lo encuentro, tampoco me causa lo mismo estar en el escenario... es como esos cortos tiempos donde después de un largo y pesado día regresas a casa y sientes la enorme necesidad de limpiar y limpiar y limpiar, esos focos de energía son los que aún me mantienen despierto y con las ganas de seguir adelante pero después de ese par de horas vuelves a la realidad y te das cuenta que estás solo en tu habitación con tus audífonos y ese hueco en el pecho y en el estómago por no haber comido nada en el día.

_____ ha sido algo en lo que he estado trabajando, hablo constantemente con ella y de alguna forma u otra me hace sentir seguro ella me escucha y no suele preguntar nada aunque a veces la veo directamente a sus ojos como si yo tratara de ver mi reflejo sobre el brillo de estos y veo dentro de sus pupilas miedo... no se a que le teme pero cada que estaba con ella podía verlo y sentirlo, ella me tenía miedo y no entiendo por qué.

- ¿Hijo...? ¿Vendrás a la cena? Es algo tarde y comprendemos si estas cansado y quieres dormir por el viaje

- No mamá, en un rato más voy, estaba descansando un poco en la habitación del Hotel

- Entonces iré preparando la mesa, mucho cuidado y saluda a tus amigos de mi parte.

Inhale la última parte de mi cigarro y lo apagué frotándome la piel con la parte que aún quedaba encendida, ardió.

Tomé un baño y salí rumbo a mi antigua casa. Cuando llegué había varios autos afuera de la estructura, toqué el timbre y mamá abrió, me dio un abrazo y un beso, todos ya estaban en la mesa sentados solo me esperaban a mi. Mantenía la sonrisa mientras atravesaba la sala pero al llegar al comedor y reconocer todas esas caras mi memoria cayó de golpe y me atraganté con mi propio aire comencé a toser de una manera tan fuerte que creí que mi cuerpo iba desmayarse, mis padres me hicieron sentarme y trajeron un poco de agua para aclararme la garganta, sentía mi cara caliente y apuesto a que estaba sumamente roja. Después de unos minutos donde mi garganta y mis pulmones recobraron la conciencia mi tío JungSok me saludó con esa enorme palmada en la espalda que casi me hacia retroceder la situación, no ignoré su acción y regresé el gesto pero con amabilidad.
La noche con mis padres fue algo amena pero realmente incomoda por la presencia de mis tíos. Papá y mi tío estuvieron hablando de aquellos viajes que hacian antes de que contrajeran matrimonio - Lo recuerdas Hermano? Días llenos de aquellas aventuras... agh~-Suspiró.

Su mirada se posó en mi mientras bebía de mi vaso y sentí como algo debajo de la mesa tocó mi pierna, seguro era el.

- Tu, pequeño Christopher, ¿Recuerdas cuando tu tío te enseñó a cazar?

Asentí con la cabeza mientras pasaba el líquido por mi garganta.

- Te has vuelto todo un hombre, debes tener muchas chicas detrás de ti ¿No?

Reí levemente. - Afortunadamente, nadie ha podido con este paquete, es demasiado para cualquiera.

Su confiado cuerpo se retrajo y se sorprendió. - Me gustaría conocerla, debe ser alguien fuerte, digo, no cualquiera puede cuidar de un niño pequeño -Sonrió. - Siempre serás el niño favorito del Tío JungSok.

Terminada la cena entré a mi habitación por algo de privacidad, dejé la puerta mas abierta que cerrada y pude ver una sombra atravesando el pasillo luego escuché esa voz... esa voz que tanto me atormentó.

Susurrando - ¿Lo entiendes? Debes enseñarle quien manda, es lo que le gusta a las chicas...

Rápido me levanté y me dirigí al cuarto de Lucas quien tenía a mi tío recargado en el marco de la puerta.

- Lucas ya es tarde deberías dormir, mañana hay escuela, yo te llevaré.

- Gracias Channie, buenas noches tío.

- Tu deberías irte, el camino es muy largo -Endurecí mis músculos faciales.
- Y pueden pasar cosas que puedes lamentar, no creo que quieras eso, ¿verdad?

Cerró la puerta de mi hermano y nos quedamos en medio del corredor.

- Ya veo que has madurado Christopher... -Puso su mano en mi hombro haciendo una caricia, contuve tanto las ganas de romperle la cara en ese instante. - Pero para mi vas a seguir siendo el mismo pequeño Chris que le asustaba verme jugar con Hannah, se suponía que debías cuidarla, ¿Dónde está? En la repisa de tu sala... vaya

Mi tía habló a lo lejos - ¡Jongsok, vamonos!

- Nos veremos luego hijo...-Sonrió.
- cuídate mucho y dale duro a esa chica -Guiñó un ojo.

Entré a mi habitación de nuevo y por más que trataba de calmarme no lo conseguía. Mi cabeza se llenaba de ideas, malas ideas hasta que su imagen apareció.

- Mhmm... ¿Qué estamos esperando eh?

Tomé una chaqueta del armario, la más grande que encontré esperanzado a que me quedara, bajé a la sala, miré las cenizas de Hannah y nuestra foto familiar.

- ¿Papá me prestas la camioneta? Le repondré la gasolina.

Apuntó simplemente al aire - Las llaves están en el Garage.

Caminé con velocidad y entré al garage, tomé las llaves y miré ese viejo rifle que tanto me gustaba por el acabado de madera que tenía, papá le grabó mi nombre y el suyo, tomé una lija y un par de tiros, también mi bate y emprendí camino.

¿Y Mi Starbucks? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora