𝗡𝗢𝗩𝗢𝗖𝗔𝗜𝗡𝗘, lo'ak

ii. te tiene mal esa rutina

𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐈𝐈
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𝐓𝐄 𝐓𝐈𝐄𝐍𝐄 𝐌𝐀𝐋 𝐄𝐒𝐀 𝐑𝐔𝐓𝐈𝐍𝐀

── Lo'aks p.o.v

Ya una semana desde que Tahlía había llegado y me sentía raro. No de una mala manera, en realidad era todo lo contrario. Cumplí mi promesa de buscarla cuando tuviera tiempo y ella me demostró que estaba diciendo toda la verdad al confesar que le gustaba hablar conmigo.

Siendo sincero, no entendía porqué me sentía así. Tal vez era porque después de tantos años, sonreía al despertar por saber qué iba a verla. Nunca había estado tan cómodo con la presencia de alguien tan desconocido para mí.

Y por primera vez luego de mucho tiempo, no me sentía tan solo.

Aunque ella estuviera ocupada, siempre sacaba un tiempo para conversar conmigo. Apreciaba mucho eso porque me demostraba que le importaba y que igual a mí, le hacía ilusión pasar el rato a mi lado.

Era extraño el sentirme tan feliz por haber hecho una amiga. Odiaba hacer amigos, odiaba conocer gente nueva en general. Pero había algo en ella que me hacía querer conocerla mejor. Cuando hablábamos o pasábamos el rato juntos, solía olvidar el resto de mis problemas y penas que me atormentaban todos los días.

—¿Puedo preguntarte algo?— Esa tarde caminábamos por el lugar con tranquilidad mientras conversábamos sobre temas triviales. La miro durante unos segundos, esperando que me diera luz verde para continuar. Ella asiente y lo dudo unos segundos antes de preguntarle, no quería que saliera de mala manera. —¿Por qué hablas así?

—¿Así cómo?— Me mira divertida ante tal pregunta y suspiro aliviado al darme cuenta que se lo había tomado bien.

—Con ese acento—. Lo había notado desde el primer segundo en el que la escuché hablar. No era el acento que yo o otro na'vi teníamos al momento de utilizar el inglés. Definitivamente no lo hablaba tan bien como otros, por eso tenía curiosidad. —Mi padre no habla así inglés. El resto tampoco—. Parece entender a lo que me refiero y ríe por lo bajo.

—Tal vez porque tu padre vino de un país donde el inglés era el idioma principal—. Su respuesta me deja algo desconcertado.

—¿Hay más idiomas?— Para ella, mi pregunta es lo suficientemente sorprendente como para detenerse y quedarse mirándome desconcertada. Durante unos segundos me sentí algo mal por demostrarle que no sabía absolutamente nada sobre su mundo a pesar de tener un padre humano.

—Tú papá no te cuenta mucho sobre la tierra, ¿verdad?— Niego con mi cabeza algo apenado. Lo último que quería era que ella pensar que yo era un idiota ignorante. —Ven conmigo—. Con una risita, se da la vuelta para que yo la siguiera, y aunque al principio lo hago, me detengo al ver como la noche comenzaba a llegar.

—Tai, espera—. Ya tenía la suficiente confianza para decirle por su apodo y siendo sincero, se sentía genial hacerlo. Porque así la llaman sus amigos. La chica voltea a verme, esperando que le dijera porque la había detenido. —Debería irme ya.

—¿Por qué?— Su rostro cambia a uno algo desanimado, cosa que me hizo sonreír por dentro.

—El eclipse—. Explico haciéndola notar el como el ambiente se había oscurecido rápidamente.

—¿Tus padres te obligan a estar antes en tu casa?— Se acerca un poco a mí y no puedo evitar sentirme mal por haber arruinado el momento al decirle que debía irme.