𝗡𝗢𝗩𝗢𝗖𝗔𝗜𝗡𝗘, lo'ak

xiv. dime lo que quieres oír

𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐗𝐈𝐕
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𝐃𝐈𝐌𝐄 𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐐𝐔𝐈𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐎𝐈́𝐑

── Tahlías p.o.v

Al escuchar el toque en mi puerta, me levanto de la cama con una sonrisa en mi rostro porque ya sabía de quien se trataba.

—Hola—. Abro la puerta con rapidez, viéndolo sonreír de la misma manera que yo.

—Ey—. Se adentra en mi trailer, cerrando la puerta detrás de él sin quitar su mirada de mí. —¿Vas a hacer algo hoy?— Pregunta con algo de inquietud, cosa que me hace reír un poco.

A penas habían pasado unos días desde que Lo'ak y yo nos confesamos y nos besamos. Y siendo sincera, había sido de las mejores decisiones de mi vida. Él era el único chico con el que había estado que me hacía sentir de esta manera.

Desde entonces, siempre buscaba espacios para estar conmigo, por lo que ya se había vuelto costumbre que llegara a horas extrañas del día a preguntarme que iba a hacer o si quería estar con él.

A su suerte, hoy estaba libre. Ya había terminado con gran parte de mi trabajo y aunque todavía me faltaran algunas cosas que hacer, prefería estar con él.

—Supongo que vienes a encargarte de eso—. Lo miro divertida notando como sus labios forman una sonrisa coqueta.

Sin pensarlo mucho más, se acerca a mí para tomarme de las caderas con fuerza y pegarme por completo a su cuerpo, besándome.

Sonrío entre el beso por lo desesperado que podía llegar a ser a veces. Desde que comenzamos con esto, Lo'ak siempre se mostró demasiado impaciente al momento de besarme o tocarme. Sinceramente, no me molestaba en lo absoluto. Tan sólo me parecía algo divertido.

Sabía que yo era la primera mujer con la que él experimentaba algo así y no tenía problema en dejarlo probar todo eso que tanto le llenaba la curiosidad.

Apoyo mis manos en su pecho, jugando con cuidado con el collar que colgaba de su cuello. Amaba ese collar. En realidad amaba todo lo que Lo'ak usaba. Las bandas que utilizaba en sus brazos y pies, que siempre le hacían ver tan atractivo. Amaba la coleta que usaba de vez en cuando para agarrar su cabello.

Definitivamente él me gustaba más de lo normal.

Suspiro al sentirlo dejar mis labios para comenzar a dejar besos húmedos en mi cuello. Su agarre en mi cintura se intensifica, pegándome aún más a él. Noto como comienza lamer y chupar la zona, haciéndome rodar los ojos con una risa por lo necesitado que podía llegar a ser a veces.

—Vas a dejar marcas—. Le recuerdo en voz baja. Aunque me gustaba lo que estaba haciendo, no quería salir a caminar por ahí con chupetones en mi cuello.

—Tal vez sea exactamente lo que quiero—. Vuelve a juntar sus labios con los míos, importándole poco lo que acababa de decirle.

Con algo de fuerza comienza a empujarme por el lugar. Sabía lo que estaba intentando y aunque intenté detenerlo, era inútil. Mi fuerza no era nada en comparación a la de él.

Cuando sentí la cama chocar contra mis piernas, sabía lo que se venía. Lo'ak aprovecha esto, dejándose caer en la cama conmigo debajo suyo.