vi. en los muros hay historias que no puedo explicar

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐕𝐈
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𝐄𝐍 𝐋𝐎𝐒 𝐌𝐔𝐑𝐎𝐒 𝐇𝐀𝐘 𝐇𝐈𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐀𝐒
𝐐𝐔𝐄 𝐍𝐎 𝐏𝐔𝐄𝐃𝐎 𝐄𝐗𝐏𝐋𝐈𝐂𝐀𝐑








── Tahlías p.o.v

—Prométeme que la vas a cuidar, por favor—. Ruego al verlo sostener la cámara en sus manos. Tomar fotos era de mis cosas favoritas, por lo que esa cámara significaba todo para mí.

—Tienes muy poca confianza en mí—. Ríe todavía concentrado en tender como funcionaba el aparato.

—No es eso—. Me mira levantando una ceja, esperando lo próximo que iba a decirle. —Pero te conozco y sé que eres algo... torpe con estas cosas—. Intento que suene lo menos mal posible. No quería hacerle sentir mal, tan solo quería resaltar lo que era obvio.

Lo'ak no solía medir la cantidad de fuerza que tenía.

—¡Ey!— Me empuja levemente algo ofendido. —Hago lo que puedo—. Rueda los ojos al verme reír por lo bajo. Sabía que no lo hacía apropósito, tan solo olvidaba a veces que ya era un adulto joven que tenía muchísima fuerza.

Mientras se queda observando la cámara, me es imposible no pensar en lo que había sucedido ayer en la fiesta. Todavía me dolía muchísimo el pensar que Lo'ak había vivido por algo así. Me atormentaba tan solo imaginar el trauma que pudo haber creado gracias a eso.

Y también me sentía mal porque me lo había dicho debido a que estaba drogado. Aunque el helado que le di le ayudó a mejorar su estado, estuvo un rato sin tener control de sí mismo.

Me quedé con él toda la noche porque no quería que nada malo le sucediera. Y aunque no dijo nada más sobre el tema de Neteyam, lo pensé todo el tiempo. Intenté no mostrarme muy afectada por eso para poder hablar con él sobre otros temas mientras se le pasaba el malestar, pero no fue suficiente.

Me daba malestar.

—Gracias por cuidarme ayer, no creí que fuera a afectarme así—. Como si leyera mi mente, saca el tema a flote, causándome náuseas.

—Debiste haberme esperado—. No iba a decirle que no debió de haberlo hecho porque al final, era su decisión. Pero las cosas hubieran marchado mejor si lo hubiera hecho conmigo cerca, así podría moderarlo en la cantidad que consumía para no empeorar tanto.

—Te busqué—. Se encoge de hombros restándole importancia. A pesar de que ahora se sentía algo indispuesto por haberse excedido, la había pasado bien. —Pero ellos insistieron—. Aunque quisiera cuestionarle que le habían dicho, no quería tocar otro tema.

Principalmente porque necesitaba hablar con Lo'ak sobre lo que me había dicho ayer. Y a pesar de que supiera que él iba a evitarlo porque odiaba hablar de su vida, tenía que hacerlo. Tenía que preguntarle y saber que estaba bien.

—Lo'ak, ¿podemos hablar?— Tomo la cámara de sus manos para que me prestara toda la atención posible.

—¿Sobre qué?— Dejo el aparato de lado y me siento en mi cama, palmeando el colchón para indicarle que se sentara mi lado.

—Sobre lo que me dijiste ayer—. Veo como sus orejas se bajan al segundo en el que entiende a lo que me refiero. Sabía que desde el momento en el que me buscó, intentó ocultar el tema para no tener que afrontarlo. —Lo'ak...— El nudo en mi garganta hace que me detenga durante unos segundos. —Lo siento mucho—. Me atrevo a tomarlo de la mano, intentando mostrarle ánimos. —Yo...

𝗡𝗢𝗩𝗢𝗖𝗔𝗜𝗡𝗘, lo'akDonde viven las historias. Descúbrelo ahora