Matt
Cuatro días después, Matt miraba fijamente a la pared, Blake entraría pronto para darle sus pastillas y después esperaría a que lo llamaran para una visita. Esos últimos cuatro días había estado muy ansioso, el doctor Méndez se lo cuestionó y él solo dijo que necesitaba tener sexo y se rio.
Blake entró a la habitación, pero Matt no lo miró.
—¿Qué tal, Matt?
—Pensando.
—¿En qué?
Matt suspiró, giró la cabeza y sus ojos chocolate se posaron en el enfermero. Blake le dio el vasito con sus medicamentos y él lo tomó.
—Si te pido ayuda para escapar, ¿me ayudarías?
—¿Qué?
El chico se llevó las pastillas a la boca y las masticó, tomó su vasito de agua y se lo bebió todo de un trago.
—Escapar.
—¿Por qué?
—Porque necesito hacerlo.
—No creo poder ayudarte.
Matt tomó aire y se puso de pie. Blake lo siguió y dio un paso hacia atrás, el chico era más alto que él y con más masa corporal.
—¿Por qué no, Blake?
—Si me descubren me despedirían, Matt, tengo una hija.
Él lo entendió, pero era diferente entenderlo a comprenderlo. Así que, primero eran sus necesidades y después las de los demás. Él asintió y puso una mueca triste en la cara.
—Sí, lo entiendo, Blake, solo que me dejé llevar ¿sabes? Extraño demasiado a Lena y en lo único que pienso es en salir y comenzar juntos —Soltó un poco de aire. —Después de lo que pasamos y lo duro que ha sido estar separados, por un momento pensé que las cosas serían diferentes y podríamos estar juntos para nuestro primer aniversario.
Matt de inmediato se percató de la mirada de Blake y como su cuerpo comenzó a hacer algunos movimientos nerviosos de los que ni él mismo había notado.
Él suspiró y le lanzó una mirada triste.
—Sabes, con ella conocí algo diferente, me hizo sentir diferente, me enamoré de ella, Blake. Y ahora ella no solo está fuera de mi alcance porque estoy aquí y ella es libre, no, ella fue llevada a Stuttgart y últimamente me siento tan miserable —Guardó un poco de silencio y miró al piso. —A veces pienso en el suicidio, yo solo quiero dejar de respirar, la extraño demasiado. Solo quiero volarme los se...
—Detente, no digas esas cosas —Lo interrumpió el enfermero.
—No puedo evitarlo, así me siento.
Blake miró a otro lado y Matt sonrió un poquito, sabía que ya lo tenía. Volvió a su expresión triste cuando Blake lo miró otra vez.
—¿Y qué quieres que haga?
—Solo que me saques.
—¿Cómo?
Matt sonrió y se dio la vuelta cuando entró uno de los enfermeros. Lo llevaron a la sala de visitas y sonrió cuando miró a Sam sentado en una de las mesas. Matt tomó asiento y se cruzó de brazos.
—¿Cómo estás?
—No importa.
Sam asintió, estaba demasiado incómodo, Matt lo hacía sentir de esa manera, y sabía que él lo sabía y eso lo hacía un más incómodo.
—Mmm, tu amigo me dijo que querías hablar conmigo.
—Sí.
—¿Y qué quieres?
—Necesito que hagas algo por mí.
—Espero que no sea ilegal.
—¿Por qué? ¿Hora me vas a decir que las cosas ilegales te incomodan? ¿Qué pasó cuando quisieron asesinar a Lena?
Sam se removió incómodo en su asiento, no importaba el tiempo, ellos nunca iban a olvidar lo que habían hecho.
—¿Y qué necesitas?
—Te encantará.
Matt sonrió malicioso, era hora de que las cosas comenzaran a funcionar a su manera, era hora de que Lena regresara a su lado.
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Mental Decadencia
Teen FictionLena solía odiar todo aquello que tenía en la vida; su casa, la escuela, el pueblo, pero sobre todo a ella misma. Boulder Colorado no le brindaba la seguridad que ella necesitaba, sólo había una razón por la cual ella seguía andando y esa razón llev...