24

262 6 4
                                    

Homer, Alaska. Estados Unidos.

Actualidad.

Alexei.

Ya se me había olvidado lo que era el frío de verdad, ese frío que te cala hasta los huesos y por más que te abrigues nunca consigues del todo quitártelo de encima. Eso es justo lo que he sentido al bajarme de este puto avión después de casi 24 horas de viaje a este maldito pueblo alejado de la mano de cualquier civilización. Ya podrían haberse ido más cerca y no aquí, maldito Koch.

Después de coger mis maletas y pelearme con los de seguridad por ser unos verdaderos inútiles, voy en busca del coche que Dom me ha dejado preparado para ir hasta donde están alojados que, por lo que sé por Enzo, es una casa comprada específicamente para ellos.

Comprada.

Eso fue lo que me impulsó a plantarme aquí con dos maletas bajo el brazo. No estamos hablando de que se quedarán por un tiempo muy limitado, estamos hablando de una propiedad que ha sido comprada y eso sólo puede significar que ella se quedará por mucho tiempo en la otra parte del mundo sin mí. Me importa una verdadera mierda que Dom se enfade conmigo por entrometerme y no darles esa privacidad que nos dijo que quería. Me la suda completamente porque ha sido él primero quien la ha alejado de mi y no pienso tolerar tal cosa. Acepté su relación pero esto de no poder estar con ella hasta a saber cuando... es un rotundo no y más ahora que tengo otras intenciones con ella.

Llego al Jeep negro donde suelto de malas maneras en el maletero mis pertenencias y saco el móvil para ver donde cojones tengo que ir. Tengo varios mensajes de personas que me importan una mierda ahora mismo, entre ellas está Michael, y hay uno de Oli y otro de Dom.

Abro primero el de Oli.


No veo el momento para tenerte con nosotros de nuevo, grandullón.

Hemos ido a comprar cosas que necesitábamos para que te sientas como en casa y en nada estamos de vuelta. No sé si llegarás tú primero o nosotros, por si acaso, te he dejado las llaves en el buzón.

Nos vemos en nada, te adoro ❤.


A ti si que sería un pecado no adorarte eso que no te quepa duda, mi niña.


Tic tac, princesa, estoy aquí. Nos vemos en menos de nada.


Sonrío como un auténtico gilipollas al terminar de enviar el mensaje y me voy al chat de Dom.


Oli se ha vuelto loca por la noticia y está arrasando con todo lo que se le pone por delante para ti, estamos de compras y no sé cuánto tiempo necesitará para sentirse satisfecha.

Tienes las llaves en el buzón y ahora te mando la ubicación de la casa para que nos esperes allí por si llegas antes.

Paciencia y prepárate para lo que se te viene encima.


Los mensajes son de hace horas, dudo mucho que todavía estén de compras pero aún así le respondo que nos vemos en casa cuando estén listos y que no hace falta que se tomen tantas molestias.

COMANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora