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Sevilla. España.

Hace unas semanas.

Ivanna Belova.

─ ¿Cómo has conseguido escaparte de esa cárcel que tienes como trabajo, hermanita? ─ pregunta mi hermano desde el otro lado de la habitación.

Después de enterarme de los planes que tienen de ir en contra de mi hermano en su club, he tenido que hacerle venir hasta Sevilla para poder contárselo. No puedo hablar por teléfono con él porque nos tienen totalmente pinchados en la base y esto es algo demasiado importante como para dejarlo estar, siempre que quiero algo de él nos mandamos mensajes cifrados a través de páginas cifradas pero muy cortos por si son interceptados.

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"En dos días nos vemos en Sevilla"

Corto, claro y conciso. Llevamos años mándanos mensajes de este tipo y ya sabemos a la perfección como interpretarlos.

He conseguido un par de días por asuntos propios, como lo llaman aquí, y le he pedido que venga desde Andorra. Nadie sospechará que el mismísimo Igor Belova vive en Andorra y mucho menos que estará estos días por aquí, están demasiado ocupados como para tenerlo absolutamente todo controlado.

─ He conseguido escaparme un par de días pero Iván no ha corrido la misma suerte ─ explico ─ él llamaría demasiado la atención que quisiera irse por algo a Sevilla cuando ni siquiera vive en España y está metido de lleno en la misión tienen entre manos.

─ Espero que sea importante porque me están poniendo en riesgo al hacerme venir aquí ─ dice con voz dura ─ La Teniente está demasiado cerca y aún no es el momento de tomarla. Te quiero, hermana, pero como jodas esto estás muerta.

─ Que sí, que sí ─ digo sin importancia porque sé perfectamente que nunca en la vida me haría algo parecido ─ Si no fuera importante yo tampoco me pondría en riesgo al venir porque te recuerdo, hermano, que la que está con ellos 24/7 soy yo. Perdería el doble que tú si me descubren, saben que hay un topo y están como locos por dar con él.

─ Lo dudo ─ dice como si nada. Hemos reservado una habitación de hotel en un hotelucho de mala muerte que parece que se cae a pedazos, pero suficiente para lo que tenemos que hablar y no levantar sospechas ─ Habla.

─ Dentro de poco tienen pensado hacer una especie de redada en tu casino de Las Vegas porque se han enterado de que es tuyo y que haces ciertas mierdas allí ─ su cara se transforma en veneno puro según me va escuchando ─ Se van a infiltrar como trabajadores y piensan hacerte algo mientras tanto. Es lo único que sé hasta el momento porque no estoy dentro de su organización y sólo sé lo poco que se habla, no confían del todo en mi. Iván está metido en la misión pero no he conseguido verle para que me contara más detalles antes de avisarte y no sabía si me daría tiempo de avisarte si me esperaba algunos días más. No tardarán más de dos meses en ir y debes estar preparado.

─ Irán en unas semanas ─ dice como si nada ─ Tengo planeado hacer una buena subasta con mujeres y niñas bastante... exóticas por así decirlo. Es una muy buena mercancía de la que puedo ganar muchísimo dinero.

─ Que asco me das cuando haces ese tipo de cosas, te va bien siendo un puto narco. !Deja a las mujeres y las niñas en paz! ─ le grito porque en el fondo siento algo de pena por ellas pero no me meto en los negocios turbios de mi hermano.

─ Parte de ese dinero que gano haciendo cosas que tanto odias lo disfrutas tú, Ivanna, mientras te lo gastas no te quejas tanto porque esos modelitos que traes puesto no te los pagas con el sueldo de mierda que te dan los americanos.

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