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Rota, España.

Actualidad.

Alexei.

Siempre supe que acabaría viendo a Olivia del brazo de otro hombre y siendo feliz junto a él pero hace tiempo que dejé de querer ser el gilipollas que se queda de brazos cruzados mirando y ser mi brazo quien la sujetara. Cuando tuvo que irse de aquí por culpa de ese hijo de la gran puta, se me vino el mundo encima pensando que la perdería para siempre y eso consiguió que el chip me cambiara a querer ser yo la persona que viva medianamente feliz junto a ella. Para mi mundo oscuro y frío no hay sol que alumbre y que de más calor que ella y no estoy dispuesto a prescindir de ello, al menos, no hasta que se case.

Todavía me duele la polla después de la visita que me ha hecho Olivia hace unas horas. Tuve que correrme dos veces para saciar lo que había provocado en mi cuerpo y, aún así, sigo con unas ganas de la hostia. No he entendido muy bien eso de que si Dom quiere, podremos ocuparnos de todo esto juntos. ¿Me está proponiendo un puto trío? Dudo que Dom quiera compartirla con alguien y menos conmigo. Está claro que, en cuanto se casen, debo olvidarme de ella por mucho que me duela.

He preferido pasar la noche en la habitación de la central y no en el residencial porque saber que están en la casa de al lado celebrando su compromiso no me alegra demasiado. Me siento mal amigo por Dom porque, con el paso de los años y de todo lo que hemos vivido juntos, se ha convertido en mi hermano y el hecho de desear a su chica me crea un poco de dolor en los huevos pero eso es algo que no se elige y a Olivia la tengo atada bien hondo... como lo está él de ella. Estamos enamorados de la misma mujer pero en este caso, ella lo ha elegido a él por mucho que me desee y eso me jode una puta barbaridad.

Salgo de mi habitación y voy hacia el comedor en busca de algo para cenar porque no como nada desde que estábamos en el avión de vuelta y son casi las 11 de la noche. Paso de ir al comedor con los SEALs porque no tengo ganas de gilipolleces así que primero iré a ver si hay algo de comer en nuestro comedor y sino... pues a joderse con los SEALs. Antes de entrar, escucho a alguien trastear en la cocina buscando lo mismo que vengo a buscar yo.

Es Enzo y tiene mala cara, parece algo enfadado y es raro viniendo de él cuando nunca muestra esa faceta suya. Sólo cuando Olivia consigue sacarle de sus casillas, que en realidad no son pocas porque a lo largo del año se tira más días con algo mal en su cuerpo que bien por cabezona e imprudente.

─ Buenas noches, colega ─ le saludo al entrar ─ ¿Hay algo de comer que esté medianamente decente? No como nada desde esta mañana de madrugada y estoy con un puto boquete en el estómago que no me deja ni dormir.

Enzo me mira de arriba abajo y está consiguiendo despertar en mi un enfado que no quiero que salga a la luz y menos con él. Me enfrenta y cruza los brazos sobre su pecho.

─ ¿Sabes que Olivia se va a casar con uno de tus mejores amigos, verdad? ─ pregunta con sorna soltando la puta bombita que no tenía ganas de escuchar ni de discutir con nadie en estos momentos.

Bueno, ni en estos momentos ni nunca porque no le incumbe a nadie.

─ Lo sé perfectamente, no sé porqué cojones me sueltas esa puta mierda ahora.

─ La he visto salir de tu habitación después de llevar un buen rato dentro. Confío en que Olivia respeta a Dom en cuerpo y alma pero no me fío de ti ─ me acusa. Si el supiera como va realmente la película... ─ Estás obsesionado con ella pero tienes que aprender a no entrometerte por ello, no jodas la relación que tienes con Dom por una puta obsesión que tienes Olivia.

─ Estoy enamorado de ella, que es otra cosa totalmente distinta ─ reconozco al fin delante de alguien ─ Y sí, soy totalmente consciente de que se va a casar con él. No voy hacer nada para impedir tal cosa... ella es quien decide.

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