37

158 7 2
                                    

Zahara de los Atunes - Rota, Cádiz. España.

Actualidad.

Olivia.

Noto como todos y cada uno de los músculos de Alexei se tensa bajo mi cuerpo en cuanto termino de hundirme por completo en él. Este no era el plan, pero no ha quedado otro remedio si queremos que esto salga como debe. Sé que Alexei ha optado por ponernos en esta posición para poder tenerle en todo momento visible para saber cuándo atacar... pero en esta posición no es fácil fingir absolutamente nada, de hecho, es imposible. El grandullón me agarra con fuerza por el culo y me sostiene sobre él sin dejar que me mueva ni un centímetro.

─ Tienes que dejar que me mueva... ─ le susurro al oído ─ No hay otra opción, ya está hecho grandullón... sigamos con el plan y revientale la cabeza a ese enfermo.

Intento de nuevo moverme pero sigue sin dejarme. Está demasiado tenso... ninguno de los dos queríamos esto, al menos, no en este momento, pero es lo que hay si queremos que todo salga como esperamos.

Subo una de mis manos hacia su cara y le obligo a mirarme a los ojos antes de besarle con dulzura. Está vez no quiero que sea un beso fogoso como los anteriores, quiero que se relaje y que me suelte para poder empezar a moverme y seguir con este estúpido juego. Al principio no me sigue el beso pero, poco a poco, comienza a soltarse un poco y ya no me agarra con tanta fuerza. Despacio, me contoneo sobre él lo más sensual que mi débil cuerpo me deja y me siento mal por él, me siento mal por Dom... ninguno de los dos se merecen esto.

Siento dolor y escozor en mi entrepierna... y me da náuseas pensar el por qué de ello... pero no me detengo, no es momento de venirse abajo. Sigo subiendo y bajando, gimiendo y frotándome sobre su duro cuerpo. Me entrenaron para saber qué hacer en cosas así... y ahora es mi turno de tomar las riendas de toda esta mierda cuando Alexei no es capaz de hacerlo.

─ Por favor, no sigas ─ me suplica en la boca ─ No quiero hacer esto, aquí no, te deseo como nunca habia deseado a nadie pero no quiero hacer esto aquí... hacer esto delante de él. Esto tenía que ser sólo nuestro.

Le miro a los ojos y veo que los tiene vidriosos y sin emoción alguna.

Alexei está a punto de llorar y siento como el alma se me parte a trocitos. No puedo soportar ver esta parte de él sufriendo por mi.

─ Tenemos que acabar con él ya ─ respondo aminorando mis movimientos casi por completo ─ ¿Es posible?

Alexei levanta la mirada por encima de mi y mira al fondo del sótano, donde se supone que está Dante y luego me mira con un asentamiento de cabeza. Vuelvo a hundir la cabeza en su cuello.

─ Haz lo que tengas que hacer, te sigo.

Sin esfuerzo, Alexei me coge en volandas mientras seguimos unidos y besándonos con ímpetu, poco a poco, nos acercamos más a donde se encuentra Dante y este se percata de que nos hemos movido de sitio.

─ ¿Qué cojones estás haciendo? ─ se queja entre gemidos ─ Te estás saliendo del ángulo de la cámara, vuelve a la mesa.

Alexei se hace el sordo y cada vez estamos más cerca de él. Gimo más alto para tapar las palabras de Dante y que él se olvide un poco de que nos estamos moviendo sospechosamente en su dirección.

─ Lo estás haciendo muy bien, cariño, pero deja de moverte ─ me susurra Alexei al oído ─ No puedo concentrarme escuchándote gemir mientras te hundes y te frotas contra mi polla.

Con un beso le tapo la boca porque estamos demasiado cerca y nos va a escuchar pero le hago caso y dejo de moverme. Noto algo suave contra mi espalda y veo que es el respaldar del butacón donde está Dante, el desgraciado en algún momento le ha dado la vuelta a la cámara y ahora nos enfoca a nosotros de nuevo.

COMANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora