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(CAPÍTULO CORTO)

Rota, Cádiz - Sevilla. España.

Actualidad.

Ivanna.

Desde que consiguieron rescatar a Olivia de las garras de Dante se respira otro aire distinto en la central, bueno, en la central y en la casa de mi hermano. Doy gracias a Dios de no haber estado esas horas allí con él porque los daños que tuvieron que sufrir sus secuaces debieron de ser inhumanos... por muy hermano mio que sea creo que no me hubiera librado de su ira. Ahora, está muy enfadado por no haber sido él quien acabó con la vida de Dante pero nada que ver a como estaba cuando recibió ese vídeo de Olivia siendo brutalmente violada. A consecuencia, está acabando con todos sus familiares, allegados e incluso está dando caza a su secuaces dentro de la mafia. Con todos, sin excepción de sexo o edad... Evito a toda costa ir a su casa, sólo me comunico con él por teléfono y cuando me necesita para saber algo. Me niego a ir porque todavía se masca la tensión en el ambiente por todo lo sucedido y no quiero saber herida por ello.

─ Te noto tensa ─ dice Liam a mi lado. Estamos en una cafetería de Rota porque no quiero que nos vean juntos por la central, no todavía ─ ¿Estás bien, preciosa?

Me da pena utilizarlo porque le he llegado a coger algo de cariño y todo... es el ex de Olivia y tengo que sacar más información que sé que él sin saberlo puede dármela pero inevitablemente, le estoy cogiendo demasiado cariño. Es tan mono... preocupándose tanto por mi bienestar. Creo que le gusto tanto como él a mi o incluso más. Desde que Damien desapareció no he vuelto a tener nada con ningún otro hombre hasta que llegó él y empiezo a pensar que Damien no aparecerá... no al menos de nuestro lado. Llevo mucho tiempo sin saber nada de él, ya ni siquiera se pone en contacto conmigo. ¿Lo habrá atrapado? Prefiero esa opción a que nos haya traicionado... por su bien que sea la primera porque Igor lo mataría en el caso de que sí que nos haya traicionado.

─ Estoy bien ─ respondo dándole un sorbo al café ─ Echaba de menos pasar tiempo contigo, sólo eso.

─ Podríamos vernos más si me dejarás ir a verte por la central ─ se queja ─ No entiendo por qué te niegas tanto, a mi me da igual lo que piensen de nosotros y que tampoco me quieran rondando por allí, lo haría por ti sin dudarlo.

─ Lo hago para evitar ese tipo de problemas, tonto ─ es verdad, en parte ─ Siempre podremos vernos en tu casa o en la mía, ya lo sabes, allí tenemos el doble de intimidad.

Se me queda mirando con cierto descontento en la cara. Es increíble lo guapo que es. Tiene unos ojos azules que cada vez que los miras te quedas sin aliento y si lo juntamos con esa sonrisa de pícaro que tiene... joder, es guapísimo.

─ Estas celosa por Olivia ¿Es por eso verdad?

─ No tengo celos de ella ─ miento. Todos los hombres que me rodean respiran por y para ella, es normal que esté celosa de una mujer que acapara todas las miradas y toda la atención ─ Estuvisteis juntos pero se acabó y ahora ella está casada.

─ Y ahora estoy contigo, Keira, me gustas y creo que esto puede salir bien si ambos ponemos de nuestra parte ─ dice algo serio ─ Yo ya he decidido dar el paso contigo pero tú aún te niegas.

Odio cuando se ponen intensos. Con Damien esto no me pasaba.

─ Me gustas y también quiero que funcione pero para ello necesito que vayamos poco a poco ─ explico. Sé que esto no llegará a ningún lado, suelo aburrirme rápido de los hombres y en cuanto me deje de hacer falta... lo echaré de mi vida como a todos los demás. Damien fue el único al que amé de verdad y me ha terminado abandonando.

─ Está bien, no insistiré más ─ dice derrotado ─ Tendré que seguir lanzándote miraditas cada vez que nos crucemos por la central y luego, cuando estemos a solas, te desvestiré y te follaré como te gusta.

En la cama nos compenetramos de maravilla. La primera vez que follamos fue en una sala de reuniones de la central pero de la parte de los SEALs, no me arriesgué a traérmelo a zona de la FEME. Ya habíamos hablado en otras ocasiones y decidí que sería un buen plan traerlo a mi terreno, durante días estuve tratando de ligarmelo y he de decir que fue demasiado fácil porque poco después lo tenía entre mis piernas follando como un puto loco.

─ Creo que estamos tardando ya en irnos a follar ¿no crees? ─ le insto porque sí que tengo ganas y no quiero seguir hablando de idioteces.

─ Recoge tus cosas que mientras voy a ir a pagar los cafés.



Era inevitable atrasar el tener que venir a Sevilla a ver a Igor. Esta mañana me ha llamado y me ha obligado a venir cuando saliera de trabajar de la central y aquí estoy, entrando por las puertas de su preciosa casa. Los matones que tiene postrados en la puerta me dejan pasar sin preguntas y antes de abrir la puerta de su despacho llamo por si tiene a alguna fulana chupándole la polla. No quiero sorpresas y tampoco me apetece ver tal situación.

─ Pasa ─ responde la voz de Igor desde el otro lado de la puerta.

─ ¿Querías verme, hermano? ─ digo entrando al despacho. Esta de pie junto a su ventana con un vaso de whisky en la mano.

Que bien, está enfadado.

─ ¿Sabes dónde está Damien? ─ pregunta sin apartar la vista de la ventana.

¿Qué pregunta es esa? ¿Para esto me hace venir hasta aquí? Uf, espero que no sea para una idiotez, había quedado con Liam y lo he tenido que rechazar.

─ Llevo mucho tiempo sin saber nada de él ─ respondo poniéndome a su lado y mirando por la ventana también ─ ¿Lo has encontrado?

─ ¿Segura que no sabes dónde se encuentra?

─ Nunca te mentiría y lo sabes.

La duda ofende después de todo lo que he sacrificado por él.

─ Ya no sé qué creer ni en quién confiar, Ivanna... Damien está demasiado cerca de ti como para no haberlo visto.

─ ¿Cómo que demasiado cerca? No te sigo ─ pregunto extrañada.

─ Nunca abandonó la central, de hecho, está viviendo en el mismo edificio que mi bella dama ─ responde y se me viene el mundo a los pies ─ Nos ha traicionado. Mis hombres lo han visto junto a la hermana de Koch y sus hijos.

El dolor y la incredulidad se mezclan en mi pecho formando un nudo que me cuesta deshacer. Recuerdo todas las veces que he defendido a Damien, todas las veces que he confiado en él sin dudarlo, todas las veces que le he pedido a Igor que no le haga daño...

La traición es un veneno invisible que se cuela en el corazón de aquellos que confían, un veneno que ahora mismo me está consumiendo por dentro. Una fría puñalada en el alma, un golpe que me ha dejado sin aliento. La amargura comienza a crecer dentro de mi, transformando la tristeza en un dolor agudo, un dolor en el pecho que me cuesta resistir. Me echo las manos al pecho y las piernas me fallan.

No puede ser. Damien no, esto no puede ser verdad.

─ Siento tu dolor, hermana, yo también me siento igual de traicionado ─ habla Igor agarrándome del brazo y sentándome con delicadeza en una silla ─ Guarda todo ese dolor para cuando lo tengas delante.

Siento como si mil dagas se me clavan profundamente en el corazón. Es como caminar por un sendero familiar solo para encontrarlo destruido y cubierto de espinas... Siento un vacío descomunal en el pecho, un dolor punzante que se extiende con cada latido de mi corazón.

─ No puede ser verdad ─ pienso en alto ─ No puede.

Por una vez desde hace mil años, noto el cariño que está depositando Igor en mi como cuando éramos pequeños y no era el asesino despiadado que es ahora. Como cuando teníamos no más de 10 años y su vida rondaba la mía las 24 horas del día. Cuando me quería como su hermana pequeña y no como algo útil en su vida.

─ Pienso darle caza, hermana, y cuando lo tenga delante le arrebataré lo más preciado que tenga en su vida. Le haré entender lo que pasa cuando traicionas a un Belova y tú, mi querida Ivanna, te daré el honor de quitarle la vida ─ amenaza.

─ Emma ─ respondo casi sin aliento ─ Emma Koch, es mía. 

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