𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁ℴ 𝓉𝓇ℯ𝒾𝓃𝓉𝒶𝒾𝓊𝓃ℴ

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Viernes 21 de noviembre 2014, (3 días después).

No estaba borracha, no tenía dolor de cabeza, ni había consumido drogas. ¿Por qué todo a su alrededor estaba borroso? Lo único que veía bien era su propio rostro reflejado en un espejo, su rostro cubierto por un pañuelo negro desde la nariz hacia abajo, que parecía de un villano, cuando en realidad tapaba una horrible marca. Su cabello caía hacia un lado con naturalidad, bajó un poco más los ojos para detenerse en los detalles de su vestimenta. ¿Por qué estaba vestida formal? Apretó los puños con decisión y salió por la puerta principal de aquel humilde hogar, tras las palabras dulces de su madre que le decía que todo estaría bien, porque el respetado Scott Warwick vería potencial en ella. ¿Tanta fe le tenía o en realidad eran las esperanzas de alguien que sólo lo decía para subirle el ánimo? Ella más que todos, conocía las debilidades que había en la salud de su hija, los daños en su cabeza que no se borrarían, y mucho menos en su piel, como la marca que poseía. Cerró la puerta tras de sí y miró hacia el frente, pero cuando quiso seguir caminando, las cosas desaparecieron como vapor en el aire, los grandes e idílicos paisajes campestres se fueron definitivamente, fue en ese momento que Marceline Abadeer abrió los ojos lentamente. Estaba en su habitación acostada boca abajo sobre su cama, sí, al borde y a punto de caerse, si no hubiera despertado antes. Llevó las manos a su cabeza después de girarse sobre su cuerpo para observar el techo. ¿Qué había sido ese sueño? Cuando trató de recordar los detalles, estos parecían querer escaparse a propósito para no ser identificados, sólo tenía en mente una borrosa imagen de ella con el rostro cubierto y alguien de apellido Warwick que la esperaría en una reunión o algo por el estilo. Cuando vio la hora en el teléfono, no podía creer que fuese tan tarde, aunque después de una corta meditación, se dio cuenta que tenía sentido, anoche había estado con Bonnibel jugando a las cartas en medio de la sala de estar, como dos niñas que se carcajeaban por las más simples cosas, acompañadas claro por una copa de champagne y algunas cosas para comer. La sonrisa se dibujó en su rostro, sentía cosas por Bonnibel y no temía admitirlo, así como tampoco iba a negar que se la jugaría por primera vez en su vida por una relación estable. Su madre la adoraba, su padre parecía bastante conforme con el hecho de que como persona hubiese cambiado gracias a ella. ¿Cuáles serían las desventajas además del hecho de que la rosada temiese ser fotografiada? Ninguna. De reojo se dio cuenta de que había algo amarillo pegado encima de su mueble, giró la cabeza y vio allí una nota pequeña. Tras un largo bostezo, la tomó en su mano para leerla.

"Señorita Abadeer, no me atreví a despertarla cuando entré, porque parecía una niña pequeña que duerme bien y contenta. Fui al supermercado y espero no me vaya a buscar, se lo advierto, quiero comprar cosas para cocinar y no quiero que las vea hasta que las prepare. ¿Está bien? Besos y abrazos, pero sobre todo muchos besos, le dedica su psicópata inglesa."

La sonrisa en su rostro era tan grande que creía que se le partiría la cara. Antes hubiera reído por horas si le hubieran dicho que sentiría estas cosas por una mujer, pero en realidad ahora disfrutaba esas nuevas sensaciones. Fue al baño, se sacó la ropa y se metió a la ducha para que el agua caliente envolviera su cuerpo por completo. En esas instancias de reflexión cuando se está sola, Marceline pensó en que rumbo le daría a la situación de sus sentimientos hacia la inglesa, temía que recuperara la memoria, porque tenía el presentimiento de que en su "vida real" había otra persona, pero si la hubiera, ¿acaso no la estaría buscando ya? Ni siquiera quería buscare la lógica a la situación o lo absurdo que sonara que nadie estuviera tras ella, en el pasado trató de partirse la cabeza pensando en cómo había entrado en el departamento, cómo es que su familia no la buscaba o que incluso era una mujer peligrosa. Tantas cosas de ese tipo, que no quería pensar en lo extraño que era tener en el departamento a alguien que conoció y despreció como una psicópata, y cómo ahora esa persona se transformó en alguien importante para ella, de quién no quería desprenderse.
Salió de la ducha, buscó algo de ropa limpia en el armario antes de dirigirse a la sala de estar, quería ordenar las cosas para acostarse con Bonnibel en el sofá y ver una película juntas. Sólo habían pasado tres días desde que llegó, pero su tiempo lo había dividido entre su familia y la inglesa, nada de trabajo, ni de fans estos días, aunque mañana ya había planeado juntarse con sus amigos, era más de un mes que no se veían y al menos a la mayoría los extrañaba.
Pasados unos minutos en los que buscaba en su Tablet opciones de películas para colocar más tarde, sonó el timbre en todo el departamento. Alzó la mirada con una sonrisa hacia la puerta, porque sabía que después de un buen rato había llegado la rosada, abrió, pero cuando estuvo a punto de abrazarla se dio cuenta de que no era Bonnibel la que estaba al otro lado. ¿Qué hacían esos ojos claros observandola con preocupación?
~Finn: Tú y yo tenemos que hablar –Pasó a su lado, no era agresivo como cuando alguien llega a un lugar con intenciones de discutir, sino todo lo contrario, parecía alerta por otro asunto.
~Marceline: ¿Hola? –Murmuró sarcástica. ¿Era de mala educación llegar sin saludar? Sí, para Abadeer lo era. Caminó hasta el turco, se sentó delante de él en un sofá y se quedó mirandolo- ¿Qué es lo que sucede?
~Finn: -rascó su barbilla, inquieto, pareció tomar una gran cantidad de aire, antes de observarlo fijamente- Antes de hablar, quiero saber cómo estás, cómo te fue en Canadá.
~Marceline: Es cierto, casi no hablamos estos días –La comunicación entre ambos se volvió muy distante después del campamento, durante las filmaciones, cuando ella fue a Inglaterra y retornó a Canadá- ¿Quieres hablar de eso ahora? ¿Es necesario decirlo?
~Finn: Me gusta Bonnibel –La interrumpió, sin frenos ni excusas, lo dijo perfectamente, aunque no parecía feliz- Me gusta y es algo que duele como si tuviera un clavo enterrado en el pecho –Marceline tragó saliva tratando de controlar sus impulsos, una cosa era creer que a Finn le gustaba la inglesa, pero otra cosa distinta era que él lo confirmara desde su propia boca- Me molestó verlas besándose en el campamento. Marceline, nunca te gustó una chica de verdad. ¿No es así?
~Marceline: ¿Cuál es el punto?
~Finn: Jamás nos importaron las mismas mujeres, porque era un código de mejores amigos, pero ahora cuando a mí me interesa una mujer después de tanto tiempo, ¿tiene que ser precisamente la misma de la cual por primera vez te sientas enamorada? Tengo esa molestia de, rechazas a tantas mujeres constantemente que ahora te vienes a tomar las cosas en serio, cuando sí me gusta alguien... es, es incómodo e injusto.
~Marceline: En el campamento me puse distante con ella sólo para no hacerte sentir mal. ¿O crees que no lo sabía? Era obvio que sentías cosas por ella, aunque lamento decírtelo, pero Bonnibel corresponde mis sentimientos.
~Finn: Es por eso que me mantengo a raya. ¿O crees que no lo sabía? –Repitió sarcástico su pregunta tal cual Marceline lo había dicho antes- Sin embargo, vine aquí por ella, pero por otros motivos, por ti... para protegerte -Se volvió a sentar, pero esta vez parecía incómodo y preocupado, Marceline no se perdía los detalles, porque muy bien sabía cuándo una persona finge o cuando dice la verdad sólo por cómo se expresa. Se miraron fijamente unos segundos hasta que el turco decidió continuar con la charla.
Liam: Bonnibel no está. ¿Es así? –Marceline asintió- Pues verás, de hecho yo fui al super de acá cerca, porque quería traer algo antes de venir a verte, quería conversar las cosas con mi mejor amiga, porque creo que somos bastante grandes para andar "distanciados" o bueno eso, pero me sorprendí cuando escuché la voz de Bonnibel, iba a saludarla, aunque simplemente no pude, después de... –botó aire por la nariz más fuerte de lo normal- de lo que escuché.
~Marceline: ¿Qué escuchaste?

ℬℯ𝓉𝓌ℯℯ𝓃 𝓁ℴ𝓋ℯ 𝒶𝓃𝒹 𝓉𝒾𝓂ℯ [𝒜𝒹𝒶𝓅𝓉𝒶𝒸𝒾ℴ𝓃 ℬ𝓊𝒷𝒷𝓁𝒾𝓃ℯ♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora