𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁ℴ 𝓈ℯ𝓈ℯ𝓃𝓉𝒶𝒾𝒸𝒾𝓃𝒸ℴ

47 5 1
                                    

Miró hacia adentro disimuladamente para saber si era oportuna su llegada, cerró los ojos de inmediato porque el olor a "hogar" le llegó de golpe al rostro, el ambiente olía a pan caliente y galletas, té y botanas como papas fritas. Miró hacia el lado derecho y en una esquina vio a Marceline conversando con una señora de aspecto frágil que le sostenía la mano cálidamente, Finn apretó los labios porque de alguna forma se sentía ajeno a todo el ambiente familiar. Antes de pensarlo más tiempo, decidió que debía acercarse, caminaba con las manos en los bolsillos y aunque quería retroceder, siguió firme, debía estar con su mejor amiga, aunque sea en esta etapa, ya que poco se mantuvo con ella durante su recuperación.
~Finn: Marceline -La aludida tembló y se volteó rápidamente- Hola, quería verte aquí, en este lugar.
~Marceline: -relajó el semblante antes de sonreír- Gracias por venir, tu presencia me sorprende, debo decir.
~Finn: Incluso a mí me sorprende estar acá –Rascó sus brazos, un gesto que hacía al estar nervioso- Vi tu conferencia de prensa hace un tiempo, vi las noticias que están rondando en internet, así que tú y Bonnibel, ¿están juntas de forma definitiva?
~Marceline: Sí, además hoy comenzamos oficialmente una relación, de nuevo, aunque ella no sabe que es la segunda vez que ocurre esto –Finn tragó saliva nervioso- No quiero entrar en discusiones sobre temas que ya hemos tocado.
~Finn: No iba a hacerlo, no soy un perro que está afuera esperando a que le llegue un pedazo de carne –Sabía que sus palabras sonaron muy rudas, pero no tenía otra forma de expresarlo- La vi en el pasillo, Bonnibel me sigue viendo con miedo. ¿He hecho algo Marceline? Porque realmente no lo sé –Su amiga se estremeció y no supo qué responder. Pues sí, hace 300 años hizo algo horrible, pero ni siquiera Abadeer podía recordar los detalles.
~Marceline: Es cosa de costumbre, además emanas hostilidad hacia ambas, ella es demasiado perceptiva en ese sentido –No quería verlo como Aaron Warwick, prefería seguir viéndolo como su mejor amigo, así que para amenizar el ambiente le presentó a la persona con la que conversaba antes- Finn, te presento a la señora Matilde, fue la primera señora con la que conversé en este lugar.
~Matilde: -lo miró fijamente por unos segundos antes de sostenerle la mano con delicadeza- Usted está triste, jovencito, un hombre tan guapo no puede estar tan triste. Libere su corazón, de seguro tiene muchas cosas por las que luchar.
El turco perplejo la quedó mirando antes de darle un rápido vistazo a Marceline, era como si pudiera leer su mente o su corazón, tal vez no se estaba dando cuenta de que era demasiado evidente y que sus sentimientos salían fácilmente a flote. Después de que la señora Matilde se retirara, Finn le murmuró a Marceline que quería hablar con ella antes de que el agobio lo siguiera consumiendo.
Abadeer no lo dudó y con disimulo lo guió hasta una salita que estaba contigua al salón, si se ausentaba unos segundos no había nada de malo que pudiese suceder. El lugar era como una sala de clases, pero mucho más acogedora, Marceline explicaba a Finn que aquí tomaban clases de canto los días lunes.
~Finn: Apenas pude verte me di cuenta de que esto es lo tuyo, se te ve una sonrisa muy grande, una paz enorme que envidio, hace un año hubiese sido imposible creer que harías algo así, hace un año los papeles estaban cambiados.
~Marceline: ¿Por qué lo dices? –Acomodó una silla sentándose al revés, el respaldo rozaba su abdomen- De hecho, no sé si me agrada o me inquieta el hecho de que hayas escogido este día para hablarme, cuando no lo haces desde hace tiempo.
~Finn: El día de hoy me levanté con un sentimiento extraño, algo me estaba diciendo que viniese, que hablase, si no todo se iría a la basura. Retomando tu primera pregunta, ¿por qué lo digo? Porque hasta a mediados del año pasado tú eras la chica mala y yo el buen amigo, el casi médico, pero ahora eres tú a la que todos admiran, eres la que actúa de tan buena manera, y soy yo el que me estoy llenando de pensamientos y sentimientos negativos cuando no quiero.
~Marceline: Todo esto se relaciona con Bonnibel y al hecho de que no te recuerde, al hecho de que estemos juntas. ¿Cierto?
~Finn: -se movió inquieto- En parte, quiero ser sincero Marceline, Bonnibel Cavendish marcó muy profundo mi corazón, ella jamás me mostró esperanzas, fui yo mismo el que la buscó como si... como si ya la conociera –La ojiverde apretó los dientes y entrecerró los ojos a sus palabras- Fue cosa instantánea cuando la tuve en el hospital. ¿Sabes? Cuando estuvo contigo, cuando ambas se dieron cuenta de que se amaban fue un golpe para mi ego, porque tú siempre rechazaste a tantas mujeres que el hecho de que al fin amaras a una mujer y que ésta fuese la chica que me gustaba, me dolió. Eso lo superé, lo que me cuesta superar ahora es que Bonnibel no me recuerde, Bonnibel Bubblegum, que no tenga su acento inglés, su confuso verdadero yo. Pero ¿sabes que me duele más? Que aun sabiendo que ustedes son felices, aun cuando sé que debería ser feliz por ti, no lo soy del todo y no sé la razón, algo dentro de mí, algo muy dentro de mí me motiva a estar angustiado o sentirme lleno de ira cuando las veo, pero no sé qué es. Tengo miedo de mí mismo, Marceline –Tenía los ojos llenos de lágrimas- Estoy terminando mi carrera de medicina, estoy estresado y todo esto me está volviendo loco.
Marceline cerró los ojos un momento pidiéndole paciencia a Dios. ¿Por qué se había atrevido a poner a Finn en su camino? Pues era una crueldad del destino que la persona que más odió seguramente en el pasado, ahora siendo turco fuese su mejor amigo y que ambos se hubiesen enamorado de la misma mujer de nuevo, 300 años más tarde. Perdonar era la clave, era lo que deseaba, darle al alma de Finn paz para que no vagase por más generaciones buscando consuelo. Abrió los ojos y vio el rostro del muchacho que observaba el suelo con una lágrima recorriendo su mentón.
"¿Cómo puedo darte el mismo cariño cuando sé que hiciste mi vida una mierda en el pasado? ¿Cómo no verte como el infeliz de antes? ¿Cómo separar dos entidades que son a fin de cuentas lo mismo?" Podría preguntarle a Lady, pero no quería depender de ella, además la gitana no iba a darle todas las armas para continuar el destino.
~Marceline: Sé que debe ser difícil todo lo que estás pasando y lamento mucho que sea así. Es probable que para sanar necesites mucho más tiempo.
~Finn: ¿Sanar? –Preguntó dolido.
~Marceline: Tómame por loca, pero en este tiempo estoy aprendiendo lo que son los caminos espirituales y esas cosas, tú tienes un gran conflicto interior. Créelo o no, pero estas dividido en dos, tu alma tendrá que elegir cuál camino seguir –El turco no supo si reír o llorar, mas sólo se quedó callado- Gracias por contarme lo que te está pasando, para mí no es fácil esto, no tienes idea de cuán difícil es, sin embargo, tratemos de que todo vuelva a ser como antes, de ser esos mejores amigos que se apoyaban en todo, pues en mi interior también surgen sentimientos sin razón aparente. –"Sólo que yo sé por qué nos está ocurriendo todo esto".
Finn tendió su mano como para cerrar un trato, pero fue Marceline la que sostuvo esa mano y terminó por abrazarlo, mientras repetía en su cabeza que debía separar a Aaron de Finn como dos personas totalmente diferentes.

ℬℯ𝓉𝓌ℯℯ𝓃 𝓁ℴ𝓋ℯ 𝒶𝓃𝒹 𝓉𝒾𝓂ℯ [𝒜𝒹𝒶𝓅𝓉𝒶𝒸𝒾ℴ𝓃 ℬ𝓊𝒷𝒷𝓁𝒾𝓃ℯ♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora