Eddie descubre que tiene una media hermana; Ruby Munson es una chica de 18 años que vive en Phoenix, su vida cambia por completo al perder a la única persona que veía por su integridad ocasionando que luego de muchos años se reencuentre con su medio...
Eddie sale apresurado de la clase, me estaba explicando con mucho entusiasmo las reglas del juego fantasioso pero se levantó en cuánto Jayden apretó el brazo de una chica rubia, no conozco mucho a Eddie pero si reaccionó de esa forma esa chica debe ser importante para él.
Es hora del almuerzo, aún no tengo amigos con quién sentarme, pienso en Eddie pero no quiero invadir su espacio.
Me formo para pedir mi comida, detrás de mí llega uno de los chicos del Hellfire Club.
—¿Disculpa sabes dónde está Eddie? —frunce el ceño.
—No, pero... ¿que no estaban juntos en clase? —
—Si pero, salió antes de que se escuchara la campana —me encojo de hombros.
—¿Por qué? —su cara de confusión es graciosa.
—No lo sé, estábamos bien pero Jayden, no sé si lo conozcas, empezó a discutir con una chica y tiró de su brazo —
—Si lo conozco, es un idiota, el rey de los idiotas —
—¿Quién es un idiota? —ambos brincamos del susto.
—Tu Eddie, Ruby estaba preocupada por ti —
—Sólo me dieron ganas de tomar aire —evita que nuestras miradas se crucen pero después de varios intentos lo logro, mi corazón se estruja porque sus ojos están rojos e hinchados, desvío mi mirada pues ya casi es mi turno de ordenar, llegando a casa veré si quiere contarme.
Eddie y Dustin me convencen de sentarme con ellos y todos los chicos se alegran por verme ahí.
Siento varias miradas encima, no quiero voltear pero la curiosidad me gana, hay varias mesas con grupos diferentes, una en particular dónde hay chicas con uniforme de porristas y chicos con chaquetas iguales, no se necesita ser muy inteligente para saber que son los del equipo de baloncesto.
Los idiotas no dejan de verme ni de sonreír y eso me incomoda, le doy una mordida a mi emparedado pero casi me ahogo cuando dos chicas llegan a la mesa, son de la edad de Dustin y Mike.
—¡Eddie! Por favor ven, es Billy —reconozco a la chica, es la pelirroja del otro día, la que nos presta su teléfono.
—¿Qué le pasa? —Eddie se levanta rápido.
—Está en el estacionamiento discutiendo con Neil —
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Eddie sale corriendo, hago lo mismo segundos después, tengo que estar ahí por si quiere hacer una locura.
Eddie sujeta a Billy, mientras este y un hombre mayor se gritan a la cara.
—¡Si quieres llevártelo hazlo, no me importa, todo este tiempo te he necesitado a ti, no a un puto auto! —
—¡Tu decidiste quedarte con Susan, así que no vengas con esas estupideces, claro que me lo voy a llevar porque no lo mereces! —la rojita está sollozando, me acerco a ella y la abrazo.
