Eddie descubre que tiene una media hermana; Ruby Munson es una chica de 18 años que vive en Phoenix, su vida cambia por completo al perder a la única persona que veía por su integridad ocasionando que luego de muchos años se reencuentre con su medio...
Los chicos terminan de tocar pero Bob los invita a comer y beber, Ruby se ríe de los chistes malos de Gareth, no decimos nada pero tal vez no hace falta porque nuestras miradas dicen todo.
Salimos del bar, Eddie toma la mano de Ruby, está enojado y entiendo que no es adecuado irme con ellos y mejor empiezo a caminar.
—¿Qué crees que haces? —dice Eddie.
—Pues voy a casa —se acerca.
—Debería dejarte caminar hasta allá, eso y más te mereces por mentiroso —
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—¿De qué hablas Eddie? —
—No te hagas el idiota, te ví besar a Ruby —es momento de afrontar la situación.
—Lo siento hermano, pero... —
—Pero nada, no me interesa, sólo me quiero largar de aquí —
—Es que sí importa —
—Mañana lo hablamos ¿si? —sube al auto. —Ya vámonos —
En todo el camino no dijimos nada, al llegar Eddie baja a Ruby y la carga hasta el remolque, sé que la cagué con mi mejor amigo y era obvio que reaccionaría así, una vez más Max tenía razón pero valió la pena porque Ruby vale la pena, lo supe en cuánto la ví llegar de Phoenix y lo confirmé con ese beso, esta noche sí que fue especial y sólo de recordarlo una sensación que nunca había experimentado se hace presente, tengo miedo de haberla cagado con ella, quizás piense que me aproveché del momento.
No sé que vaya a resultar de todo eso pero quiero que Ruby sea feliz y haré todo lo posible por estar con ella, espero que Munson me disculpe porque es como mi hermano y no quiero perder su amistad, me ha apoyado más que el estúpido de Jayden.
𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆
Entramos al remolque y acuesto a la enana en el sillón.
—Eddie realmente te quiero, nunca pensé tener un hermano tan increíble como tú, me haces bien ¿sabes? —arrastra las palabras.
—Agradezco tus palabras enana pero estás borracha, descansa ya —le doy un beso en la frente.
—Pero es la verdad, sé que estoy mal porque siento que todo me da vueltas pero lo que siento aquí es real —pone su mano en el pecho. —Te estoy aprendiendo a querer, eres y siempre serás alguien importante para mí —una lágrima resbala por su mejilla.
—Tú también para mí enana pero es hora de dormir, mañana tenemos que ir a la escuela —las palabras de Ruby son lindas, pero sigo enojado con ella.
—No quiero hacerlo, no tengo ganas de ir, no quiero ver a las estúpidas porristas —
