43. 𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝒈𝒓𝒂𝒏 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒂𝒏

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𝑹𝒖𝒃𝒚

El sonido del teléfono me despertó, los brazos de Steve son muy cómodos, no quiero levantarme pero han insistido mucho.

—¿Si...? ¡Hola Martín!, me estaba duchando por eso no contestaba... ¡si todo está bien! —abro mis ojos ante la noticia.
—Pensé que lo habías olvidado, gracias muchas gracias... si no te preocupes tengo todo bajo control, te llamo mañana para contarte —cuelgo el teléfono y subo corriendo, muero por contarle a Steve.

Steve tiene su cabeza recargada en su brazo izquierdo, un mechón de su cabello cae sobre su frente, entre sus piernas hay una almohada, la cobija está en el piso, toda la noche dormimos abrazados y quizá por eso no sentimos el frío de la madrugada, tengo una sonrisa tonta en mi rostro, realmente amo a Steve, cada parte de él.

Decido dejarlo dormir un poco más, voy a la cocina para hacer el desayuno, mi día comenzó bien y después de lo que pasará en el partido sé qué terminará igual.

El desayuno está listo, voy a la habitación para avisarle a Steve pero me sorprendo al ver que la habitación ya está ordenada, aclaro mi garganta llamando su atención.

—Ya está listo el desayuno —me recargo en el marco de la puerta.
Martín llamó, todo está listo —

—¿Segura quieres hacer esto? —frunzo el entrecejo, no estoy tan segura pero no me quedaré de brazos cruzados permitiendo que se burlen de mi familia.

—Si amor, estoy segura — 

Después de desayunar subimos al auto para ir a la escuela, Steve es más tranquilo, no maneja como loco ni pone música a todo volumen pero, extraño a mi hermano.

Steve me da un beso al bajar del auto, Billy nos está observando y aunque amo a Steve no quiero lastimar a nadie así que me separo lentamente, Billy toma del hombro a Jayden para entrar a la escuela, es obvio que va a contarle sobre mi venganza.

Estamos en clase de ciencias tomando nota de lo que el profesor Clarke nos dicta, de pronto el director entra al aula.

—Buenos días señor Clarke, ¿podría prestarme a nuestro gran capitán?, es para tratar algunos detalles del partido —el maestro acepta y Jayden sale junto al director.
—Y también a la señorita Munson —volteo hacía Steve y sonreímos en complicidad, mi venganza al fin ha comenzado.

Las clases terminan, estoy muy emocionada, llegamos a la cancha y observo muchos rostros conocidos, entre ellos destaca Neil que va acompañado de un hombre trajeado, si no me equivoco es su jefe, quiere que alguien importante vea jugar a su "hijo perfecto".

Las porristas están presentando una pequeña rutina, Eddie aplaude con entusiasmo cada vez que Cassie hace una pirueta y ella le manda besos en el aire.

Heather Holloway toca mi hombro, me dice que el director está buscándome, una sonrisa de oreja a oreja aparece en mi rostro, mi momento ha llegado, y el de Jayden también.

𝑫𝒐𝒔 𝒉𝒐𝒓𝒂𝒔 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔...

Jayden camina con mucha seguridad al lado del director, detrás de ellos estoy yo conteniendo una sonrisa que lucha por salir, entramos a la dirección y nos sentamos frente al señor Coleman, estar en estas cuatro paredes puede poner nervioso a cualquiera pero yo me siento fantástica.

—Buenas tardes joven Hargrove, señorita Munson, los cité aquí porque creo que tenemos un problema que resolver —

—¿Qué tengo que resolver con esta rara? —levanto las cejas fingiendo que su comentario me ofende.

𝑴𝒊𝒍 𝑽𝒊𝒅𝒂𝒔 𝑴𝒂𝒔 - 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora