22. 𝑫𝒊𝒔𝒇𝒓𝒂𝒄𝒆𝒔

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𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆

La enana me enseñó su receta secreta de pancakes e intentaré que salgan lo más parecidos posible, estoy picando fresas, el café ya está listo y en la radio suena Careless Whisper”.

Ruby sale de su habitación, observa la mesa y después a mí, tiene el ceño fruncido y la boca entreabierta.

—¿Qué diablos le pasó a Eddie Munson? —bebe de su café.

—Lo tienes enfrente enana —tengo una sonrisa de oreja a oreja.

—Hablo enserio tonto, ¿qué te tiene tan feliz? —agacho la cabeza.
—Oh cierto, esa felicidad tiene nombre y apellido —

—Así es enana —

—Me alegro por ti tonto —sonríe.
—Ojalá esa personita te haga sentir en el cielo más seguido, estos pancakes están deliciosos —

—Cállate —le lanzo una servilleta a la cara.

Es increíble como una persona puede hacerte sentir tantas cosas con el sólo hecho de existir, Cassie le dió un giro total a toda mi vida desde que la conocí.

—¿Cómo van las cosas con Billy? —pregunto.

—Bien, sólo que, por lo de la otra noche me cuesta tener cerca a Billy —tiene la mirada perdida en su plato.

—Lamento lo que te pasó enana, si yo no te hubiera dejado sola —

—No fue tu culpa, ni mía, ni mucho menos de Billy, él no merece pagar las consecuencias —

—¿Por qué no le cuentas?, sé que entenderá —acaricio su mejilla.

Me gustaría que Ruby se sintiera igual de feliz que yo pero al llegar a la escuela descubro que la felicidad suele ser efímera, Cassie está junto a Jayden, el idiota le está reclamando y ella limpia sus mejillas con las mangas de su suéter, siento una gran impotencia pero la única que puede hacer algo al respecto es ella.

—¡Eddie! —exclama Ruby sacándome de mis pensamientos.

—¿Qué? —respondo de mala gana.

—Olvídalo tonto, nos vemos más tarde —pone los ojos en blanco.

𝑹𝒖𝒃𝒚

Después de despedirme de Eddie me dirijo al gimnasio con pasos lentos, el entrenamiento físico es algo que siempre he odiado, lo único bueno es que comparto la clase con Robin.

—Hola Rob —paso mi brazo por sus hombros.

—Hola —noto en su voz algo de tristeza.

—¿Aún no hablas con Vickie? —pregunto recargando mi barbilla en su brazo.

—No, soy una cobarde —

—No digas eso Rob, pero si tienes que arreglarlo —

—Ella no quiere hablarme, ni siquiera me mira —Vickie está haciendo estiramientos.

—Si quiere, ya lo verás —llevo a la rubia a donde está la pelirroja pero el profesor hace sonar el silbato dando inicio a la clase, Robin me mira y ambas levantamos nuestros hombros.

𖥸

La clase fue aburrida como siempre y mis piernas duelen como siempre.

—¿Te diste cuenta?—pregunta Robin.
—Vickie me ignoró por completo —alguien entra, guardamos silencio.

—Yo creo que Billy no durará tanto con ella —

𝑴𝒊𝒍 𝑽𝒊𝒅𝒂𝒔 𝑴𝒂𝒔 - 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora