39. ¡𝑽𝒂𝒎𝒐𝒔 𝑻𝒊𝒈𝒓𝒆𝒔!

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𝑪𝒂𝒔𝒔𝒊𝒆

El día que papá se volvió loco saco todas las cosas de Steve por la ventana, en una oportunidad salí y las guardé sin que él se diera cuenta para dárselas a mi hermano, pero al verlo cruzar la puerta de nuestra propia casa ni siquiera recordé entregarle sus pertenencias.

Mi mente se cuestiona, ¿dónde va a dormir? ¿ya habrá comido? ¿estará bien?, de tanto pensar un fuerte dolor de cabeza se presenta, me dejo caer en la cama y suspiro con frustración, cierro los ojos dejándome llevar pero el teléfono suena.

—¿Si...? —me siento en la orilla de mi cama.

—Hola Cass soy Ruby, sólo llamaba para decirte que Steve está bien, yo estoy con él, dormirá aquí los días que sean necesarios —suspiro aliviada pero frunzo el entrecejo al recordar lo que hizo Jayden.

—¿Pero dónde se van a quedar? —

Ruby me explica las cosas, me siento más tranquila al saber que alguien le abrió las puertas de su hogar, termino la llamada al escuchar gritos en la planta baja.

—¡Eres una horrible persona Louis, creí que ibas a recapacitar y que lo del otro día era solamente uno más de tus caprichos! —exclama mi madre caminando de un lado a otro.

—¡Steve tiene que entender que no es libre de hacer lo que le plazca, siempre he querido lo mejor para él y para Cassie! —mis lágrimas comienzan a salir, no me gusta que mis padres peleen, a pesar de que nunca se han llevado bien.

—¡Si quisieras lo mejor para ellos los dejarías ser felices, Steve ya no quiere nada con Angela porque ella lo engañó, lo traicionó, así como tú me traicionaste a mi! —frunzo el entrecejo.

—¡Basta Marie, ya es tiempo de que lo superes! —mi padre golpea la pared con su puño, está tan furioso que ni siquiera se quejó.

—¡¿Que quieres que supere, las noches que lloré hasta quedarme dormida, los días que deseaba ser ella o tu maldita indiferencia todos estos años?! —mi corazón late con fuerza, siento mis piernas flaquear.

—¡No me importa lo que tengas que decir, no dejaré que Steve arruine su vida! —

—¿De verdad es eso lo que te importa, o no quieres que Steve se relacione con la hija de Joe Munson? —mi sangre baja repentinamente al escuchar ese nombre.

—¡Cállate, no vuelvas a mencionar ese nombre frente a mi! —dice mi padre con la mandíbula tensa.

—¡¿Por qué?! ¡Tú también debes superar que Grace, la mujer que más amaste te dejó por ese hombre! —mi padre levanta su mano con la intención de golpear la mejilla de mi padre.

—¡No te atrevas papá! —me pongo en medio de ambos. —¡Ya basta, deja de decir que todo lo que haces es por nosotros porque no es verdad, sólo ves tus intereses! — 

—¡No te metas Cassie!, ustedes también ven por sus intereses, ¿o acaso se han negado cuando les compro todo lo que desean?, ¡no lo hacen porque las tengo como unas reinas! —levanta sus manos observando cada rincón de la casa.

—¡Ese es tu maldito problema, crees que el dinero lo es todo y no papá, tu dinero no me trajo la felicidad!, ¿sabes quien lo hizo? —niega con la cabeza.
—El hijo de Joe Munson, él me hizo conocer la verdadera felicidad —sonrío con los labios apretados al ver cómo su expresión cambia por completo.

—¡No lo puedo creer, tu estabas con Jayden! —

—¡Jayden es un idiota, me golpeaba papá, me obligaba a tener relaciones, me humillaba y tú jamás te diste cuenta de eso, no estuviste para mí cuando más te necesité, tampoco para Steve, hiciste todo mal y si de verdad nos quieres déjanos ser felices! —

𝑴𝒊𝒍 𝑽𝒊𝒅𝒂𝒔 𝑴𝒂𝒔 - 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora