Caso 97.

Once.

— ya deja de sonreír.. Me asustas.— ahí estaba Park Jimin, jodiendo mi buen humor cómo siempre.

— ¿No tienes algo mejor que hacer? — pregunté con seriedad y él pestañeó repetidas veces para luego negar.— ¿Por qué no jodes a yoongi o Tae-Hyung?.

— yoongi me voto la última vez dándome una patada en el culo.— se quejó llevando su mano izquierda a la zona mencionada.— y Tae-Hyung está entretenido con una chica de la universidad del terror.— universidad del “terror” así la habían nombrado después de doce asesinatos.

— entonces ve con hye-min..— insistí y él volvió a negar.— Jimin estoy perdiendo la paciencia.

— yo estoy perdiendo mi juventud.— se lamentó y yo bufé.— tú no te preocupas por qué tienes a tu linda, yang ji-a, es una chica muy buena e inocente.— lo fulminé con la mirada.— pobre chica se metió con un hombre celoso.

— cállate, ella es linda, ni siquiera esa palabra u otra parecida se comparan para describir la belleza que posee.— comenté y Jimin asintió conforme con mis palabras.

— hoy llegaste tarde. ¿Dónde estabas?.— Jimin era tan chismoso y entrometido.

— Fui a la presentación del hermanito menor de ji-a.— sonreí al recordar cómo estaba de emocionado por nuestra presencia.— luego, cómo salió temprano, lo llevamos a comer, dejamos a ji-a en la universidad y luego lo dejé en su hogar.— conté y Jimin sonrió.

— debe ser un niño adorable.. Ya me entraron ganas de ser padre.— suspiró y yo rodé los ojos.

— pues ya deberías madurar, estar con varias chicas no es algo que deberías seguir haciendo.— aconsejé.

— aún no llega la indicada, jungkookie.

— entonces mientras la esperas, trabajemos en este caso.. Ve con hye-min y dile que me traiga las pocas evidencias que tenemos.— la frustración llegaba cada vez que hablaba del caso 97.

— enseguida, kookie.— gruñí al escucharlo llamarme por aquel mote que solo ji-a podía pronunciar.

— enano, le voy a decir a yoongi que de otro golpe.— amenacé y él salió con rapidez de la oficina.

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Besos húmedos, respiraciones agitadas, jadeos y gemidos.. Eso era todo lo que se escuchaba en mi habitación.

Ji-a tenía su mirada puesta en mí mientras mordía su labio inferior, tratando de callar sus hermosos gemidos. Mi boca chupaba uno de sus pezones rosáceos mientras mis dedos entraba y salían de ella.

— j-jungkook..— gimió arqueando su espalda cuándo mi pulgar comenzó a masajear suavemente su clítoris.

— ¿Sucede algo cielo?.— pregunté con diversión mientras la observaba intentar articular alguna palabra coherente pero solo gemía.

— por f-favor m… Oh, joder.— trató de cerrar sus piernas gracias a los espasmos.

— pídeme lo que quieres, cariño.— me alejé de ella retirando mis dígitos de su chorreante coño con una sonrisa maliciosa.

Sus ojos examinaban cada movimiento que realizaba y gimió cuando me vio probando de mis propios dedos sus fluidos.

— por f-favor..— rogó por atención, pero no sé lo daría hasta que lo pidiera correctamente.

— no te entiendo cariño.— me hice el desentendido mientras desabrochaba el cinturón.— pídelo correctamente.— suspiró al verme completamente desnudo.

— fóllame por favor.. fuck me please…— solté una risita cuándo lo dijo en inglés.. Esta chica era mi obsesión.

— No escuché cielo..— jugué con ella y volví a colocarme encima de ella.

— joder, méteme la polla hasta el fondo.— estaba desesperada.— ¿así o más claro?…— no le respondí con palabras, capturé sus labios, mordiendo y chupando a mi antojo, apreté sus muslos y abrí sus piernas un poco más y justo cuándo estuve a punto de ingresar en ella, vuelve a hablar.— el condón..— avisó, pero joder la necesitaba.

— compraremos la pastilla, ¿Bien?.— pregunté esperando respuesta, no quería obligarla.

— bien.— sonrió con una pequeña sonrisa y me besó nuevamente.

Ingresé en ella de una sola estocada, rompimos el beso gimiendo nuestros nombres, sus piernas rodearon mis caderas y sus uñas se clavaron en mi espalda arañando esta.

Besé su mejilla con cariño mientras me deleitaba con sus gemidos, tomé su mano derecha y la entrelacé con la mía.

— te amo.. Te amo tanto.— susurré en su oído y ella sonrió.— eres mía y solo mía.— realicé embestidas lentas y placenteras para ambos, teníamos todo el tiempo del mundo.

— S-solo tuya..— su voz sonó entrecortada y sonreí.— te amo, te amo demasiado, jeon jungkook.

Satisfecho con sus palabras, continué con las embestidas, nuestros cuerpos estaban sudando y nuestras respiraciones seguían siendo un asco.

Unos minutos más y cambiamos de posición, una posición que adoraba, sus manos se aferraron a mis hombros mientras saltaba sobre mi polla, dejando a mi disposición sus pechos cuáles rebotaban con cada salto.

— sigue así.. Lo haces perfectamente..— mordí su pezón y ella soltó una risita.

— soy perfecta en cualquier cosa..— dijo en un gemido y comenzó a realizar movimientos circulares logrando qué perdiera la cordura, aproveché cuando hecho su cabeza hacia atrás y comencé a marcar aquella zona, cómo lo había hecho con sus pechos.

— lo eres.— afirmé y ella sonrió..

Sostuve su delgada cintura con un brazo y la coloqué en cuatro, volviendo a penetrarla de una manera más rápida y brusca pero sin llegar a lastimarla.

Tomé su cabello en una coleta y tiré de esta logrando qué gimiera, besé su espalda y omoplatos.

Azote su culo un par de veces, sus piernas comenzaron a temblar y su coño comenzó a apretar aún más mi polla.

— mierda.. ji-a.— gruñí ante la sensación placentera.

Unas cuantas embestidas más y llegamos al tan esperado orgasmo quedando agotados, volteé a ji-a y estampé mis labios contra los suyos.

— te amo...— susurró amorosamente y sonreí.— mucho.

— también te amo cariño.. Mucho más de lo que crees.— escondí mi rostro entre la curvatura de su cuello mientras ella acariciaba mi cabello tranquilamente.

— tomemos un baño y luego hacemos la cena.— propuso y rápidamente asentí.

Ji-a era mi chica ideal.. Joder era todo lo que necesitaba en esta vida y era solamente mía.

Mía

Y solo mía.

No dejaría que nadie la alejará de mí, rompería todas las putas reglas qué existen.. Solo por ella.

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«No te dejes engañar, el diablo, antes de ser diablo fue ángel.»

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Estoy inspirada..