Jeon era un detective muy reconocido por sus excelentes casos resueltos.
Era un hombre adinerado, soltero, frío, testarudo y orgulloso.
Todo estaba en "orden" hasta qué las autoridades de Seúl lo contactaron por un caso realmente escalofriante.
El...
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Sus tacones negros resonaban por el sótano, su mirada era fría, mantenía una sonrisa maliciosa y en su mano derecha tenía una de sus famosas dagas.
- jiminnie.. Que bueno verte con buena salud.- su tono de voz fue burlón y claramente estaba disfrutando aquello.
Me mantenía de pie, frente a Jimin observándolo con decepción, después de todo fue mi amigo y cómplice en muchas cosas.. Pero me traicionó. Jimin no lucía para nada bien, a pesar de que algunas heridas fueron curadas, se veía fatal. Su ojo izquierdo está hinchado, su cuerpo colgaba de techo mientras estaba esposado, su abdomen tenía algunos cortes y sus piernas habían recibido nuevamente algunos disparos.
A su lado estaba miko, quien intento escapar, pero fuimos más rápidos, aún se mantenía inconsciente, gracias al golpe que recibió en la cabeza, su cuerpo también colgaba del techo del sótano, pero a diferencia de Jimin, se encontraba en buen estado..
Por el momento.
- P-por favor...- su voz sonaba rota y estaba débil.- suéltenme.
- Mhm, eso no decías hace semanas.. Estabas llamándome perra y creo que no te mereces piedad.- yang se colocó frente a miko y Jimin se removió llamando la atención de ambos a los segundos.
Yang había dado con el clavo, durante estas semanas quizás miko había creado una fuerte conexión con Jimin, o tenían algo planeado y no nos habíamos dado cuenta.
- jiminnie, ¿Pasa algo?- preguntó y escondí mis manos en los bolsillos delanteros de mi pantalón. Sonreí al verlo desesperado y casi sin poder respirar.
- No..- tomó una bocanada de aire.- suéltala, E-lla no.- se removió tratando de hacer algo, pero fue un intento fallido.
- Mhm, ¿Sabes lo que ha hecho?.- yang se mostraba calmada y con una sonrisa en el rostro.
- No.. Ella.. ji-a..
- tranquilo, déjame contarte- yang tomó una silla de madera que había a su lado y tomó asiento, mientras yo me mantenía aún callado.- aquí la señorita, trató de seducir a mi novio.. Mhm.. Yo creo que ella es la verdadera perra.- confesó mientras acariciaba su vientre con cuidado.
- ¿Estás segura de que ella lo trato de seducir?- Jimin seguía abogando por ella y suspiré fastidiado.
- Ella y tú tenían algo planeado.. ¿Cierto?- interviene tomando su rostro con brusquedad, obligándolo a mirarme.- lo tenían.- afirmé al verlo reír levemente.
- suéltala.- ordenó, su mirada mostraba furia y llegaba también a contagiarme.
- No.. Y ya cállate.- yang miró sus uñas fingiendo desinterés hasta que miko comenzó a removerse.
Levantó el rostro, desconcertada y al vernos palideció, comenzó a gritar y a removerse con nerviosismo. Podía sentir su miedo a kilómetros.
- ¿Q-que hago aquí..?, Yang- le suplico con la mirada.- estoy asustada, si esto es una broma..
