Señor jeon, ¿Me permitiría enamorarlo?
Sus palabras se repetían una y otra vez… Yang Ji-A me había dejado completamente confundido.
— recién nos conocemos…— le respondí y ella sonrió dulcemente.
— señor jeon, podemos conocernos.— mis ojos estaban centrados en sus hermosos ojos miel, me sentía cómo un chiquillo al no poder controlarme.
— eres menor.— era cierto, era muy mayor para ella, además ella posiblemente solo sienta atracción.
— si le molesta la edad no se preocupe, soy muy madura en una relación.— me guiñó un ojo y solté una risa relajándome.
— aún eres menor, llegará otro chico y te gustará aún más que yo… Solo sientes atracción.— ¿por qué mierda me molestó decir aquello?.
— no necesito su permiso. Lo voy a enamorar señor jeon y usted terminará amándome.— se acercó a mí y la examiné embelesado por la belleza qué poseía, su estatura era algo baja, me llegaba hasta el cuello y era tierno verla ponerse de puntillas para dejar un beso en mi mejilla.
Besó mi mejilla
— entonces inténtalo, no es fácil enamorarme.— le reté y ella levantó ambas cejas, sorprendida, pero luego cambio por un gesto de superioridad.
— no es fácil resistirse a mí.. Le aseguró que lo enamoraré.— comentó tranquilamente.— bueno, señor jeon, debo irme.. Cuídese.— caminó tranquilamente hasta la puerta, pero detuvo su andar al escucharme.
— cuídese señorita yang...— me despedí y ella volvió a caminar apresuradamente saliendo de mi oficina, dejándome completamente confundido y estúpidamente alegre.
¿Qué clase de embrujo me había hecho para caer tan rápido en ella?.
††††††††††
— ¿Verdad o reto?.
— no me jodas Jimin ya estamos grandes para jugar esto.— mi buen humor se había jodido, Jimin me había arrastrado hasta su departamento junto a Tae-Hyung y hye-min.
— no seas aguafiestas, jeon — Tae-Hyung le siguió recibiendo como respuesta una mala mirada.
— vamos señor jeon será divertido…— ahora hye-min insistió.
Rendido, suspiré, sabía que me retarían a algo estúpido e inmaduro y si escogía verdad me atacarían con algo privado.
— verdad… p-
— ¿Qué hacía una estudiante en tu oficina?— preguntó Tae-Hyung y yo bufé. Sabía perfectamente que ese trío de chismosos estaban pendiente a yang.
— hablamos del caso.— respondí cortante y Jimin se empezó a quejar.
— detalles, amigo, eres un… — se mordió el labio inferior comenzando a pensar.— ¿cómo le llaman a los que andan con menores?— Jimin miró a tae buscando ayuda.
— ¿Rompe cunas?— Tae-Hyung respondió con duda y Jimin rápidamente asintió.
— eso.. jeon te gustan las menores.. No lo sabía— Jimin estaba jodiendo mi paciencia.. Pero no lo lograría.
No por ahora.
— me ayuda con el caso y si tengo algo con yang u otra no es su problema.— comenté tranquilamente, pero Jimin no copera.
— es muy bonita. Has visto su tras-
— cállate imbécil.— gruñí exaltando a todos, logrando qué hye-min chillé.
— bueno, bueno, cálmense — Tae-Hyung tomó la botella para proceder a girarla por mi parte, solo le di una mirada de advertencia.
Ella era mía…
A ella le gustaba yo, yo y solo yo tendría su atención.
— hye-min ¿Verdad o reto? — preguntó tae cuándo la botella la señaló, hye-min coquetamente sonrió.
— reto.— respondió y tae me dio una sonrisa divertida.
— besa a jeon.— de los tres a mí.. Qué puta suerte.
— con gusto.— se acercó a mí, pero rápidamente me alejé al notar mi celular vibrar.
Salvado.
Tomé mi celular con rapidez y me levanté del piso para ir directo a la cocina dejándolos en la sala, la pantalla mostraba un número desconocido.
— buenas noches, detective jeon.— respondí con seriedad y recibí una risita.— ¿Seulgi?
— no soy esa… ¿Me engaña?— al escucharla una rápida sonrisa apareció en mi rostro.
— yang, ¿Cómo conseguiste mi número?— pregunté y la curiosidad comenzó aparecer al escucharla balbucear algo.
— ya déjame.— murmuró y yo fruncí mi entrecejo.— señor jeon— me llamó y caí en cuenta de que estaba ebria.
— ¿Yang? — la llamé confundido.
— lamento que vaya a pedirle esto, pero estoy perdida y hay tres tipos que me están persiguiendo.— sonaba asustada, preocupándome aún más.— por favor…— rogó, parecía a punto de llorar.
— cariño, necesito que me envíes la ubicación — estaba preocupado y poco me importó cuándo salí de la cocina y ver tres chismosos ahí.
— lo haré, por favor venga rápido.— susurró con la respiración acelerada. Estaba corriendo.
— iré lo más pronto posible, tranquila.— corrí a la salida tomando mi chaqueta de cuero y llaves de mi auto.
— está bien..
Colgó.
Salí a pasos apresurados hasta el estacionamiento del edificio, me acerqué a mi auto y quité el seguro, sentía miedo de qué le pasará algo.
Ella estaba ebria y sería una presa fácil para aquel asesino y otros imbéciles.
Una vez dentro de mi auto lo prendí y salí con cuidado del estacionamiento, revisé mi celular al escuchar una notificación, al abrir el mensaje de yang presioné la ubicación que me compartía a tiempo real.
— joder..— susurré al notar qué estaba a seis cuadras del club “blue Moon”.
A la mierda la seguridad, presioné el acelerador obligando a mi Mercedes Benz ir con rapidez, ganaría una multa, pero necesitaba salvar a yang.
Los minutos pasaron con rapidez y rápidamente llegué al lugar donde se encontraba, al bajar me encontré un callejón algo oscuro.
— yang!— grité y rápidamente escuché un grito.
Me adentré al callejón y al llegar al final de este me encontré a yang completamente sola, apegada a una pared con la respiración acelerada.
— joder… Una rata— chilló y suspiré aliviado.
— yang ji-a!— grité y ella me buscó con la mirada y cuándo me encontró corrió a mí.
— si vino.. Creí que n-
— no voy a dejar que te pase algo.. Aún debemos ver quién gana el reto.— ella hundió su rostro en mi cuello aspirando mi aroma y sonreí nervioso, con cuidado posé mis brazos alrededor de su fina cintura.
— gracias..— susurró y reí.
— vamos, esté punto, es peligroso y me debes una explicación.— traté de separarme, pero ella me abrazó aún más fuerte.
— no me sueltes..— me quedé ahí abrazándola mientras procesaba lo que estaba comenzando a sentir por ella.. Joder recién nos conocíamos y ya me traía loco.
Yang ji-a, había ganado el reto y sin siquiera comenzarlo.
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« tardé un poco.. pero aquí estoy.»

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Caso 97.
Storie d'amoreJeon era un detective muy reconocido por sus excelentes casos resueltos. Era un hombre adinerado, soltero, frío, testarudo y orgulloso. Todo estaba en "orden" hasta qué las autoridades de Seúl lo contactaron por un caso realmente escalofriante. El...