Veintidós

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Me mantenía acariciando su cabello mientras ella se quejaba sin parar, estaba de mal humor y su amabilidad se había esfumado, era una yang salvaje

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Me mantenía acariciando su cabello mientras ella se quejaba sin parar, estaba de mal humor y su amabilidad se había esfumado, era una yang salvaje.

- cariño, te pasará en unos instantes.- susurré cariñosamente, con cuidado tomé su mano derecha y quité de su muñeca la liga para cabello.

- ¿Por qué tenía que ser mujer? Oh, dios, voy a morir.- se quejó acariciando la zona de su abdomen bajo.

Suspiré amarrando su largo cabello en una coleta rápida.

Yang estaba sometida a lo de cada mes.. La menstruación, sabía perfectamente del tema gracias a seulgi, mientras yo dormía plácidamente yang se levantó de mal humor encerrándose en el baño y pidiéndome el gran favor de comprarle toallitas higiénicas.

Después de salir todo rojo del supermercado me mantuve consolando a yang, aunque estaba a la defensiva y algo sensible.

- no vas a morir...- susurré, me mantenía susurrándole todo el rato que la tuve abrazándome, ya que si hablaba en un tono de voz normal ella se ponía algo sensible y resentida por qué para ella le estaba gritando.

Su mejilla se aplastaba contra mi pecho mientras la escuchaba, lloriquear y suspirar tratando de aguantar el dolor.

Ya había intentado de todo, pero yang no aportaba, no quería nada de nada, ni que yo la tocará, por eso con la justa me atrevía a acariciar su cabello.

- kookie, me quiero matar..- susurró y yo negué escuchándola, balbucear, adormilada.

- mátame a mí antes, no soy capaz de vivir sin ti yang.- susurré y ella soltó una queja.

- si me muero debes conseguir otra chica, hay millones de chicas aún más bonitas que yo.- confesó acariciando la zona que le causaba dolor.

- Me importa muy poco que existan millones de mujeres bonitas, para mí eres la más hermosa y punto.- finalicé la conversación o eso intenté, al parecer yang quería seguir.

- ya lo he pensado bien y haré las cosas bien como te lo prometí al inicio, no somos nada y tienes todo el derecho de encontrar otra chica.- sus palabras causaron punzadas en mi pecho.- me encerrarán y posiblemente me darán cadena perpetua o algo más complicado..- susurró separándose de mí.- así que debes de amar a alguien más, aunque me sienta celosa.

- Yang Ji-A, eres y serás siempre mi hermosa mujer, sé qué dije al inicio que "no somos nada" pero mentí.. Estaba dolido, estaba confundido y molesto, enterarme de todo en una sola noche.. Y luego que tú lo afirmes me destruyó.- hablé dulcemente, tomé sus manos y las entrelacé con las mías.- pero te amo y aunque digas que debo buscar otra chica no habrá otra que me haga sentir celoso o me haga perder la cordura como lo haces tú, te amo y lo haré siempre aunque quieras obligarme a amar a alguien más.

- jeon jungkook!- chilló al verme tirar de su mano y apagarla a mí.- te amo, te amo tanto, creí que dirías algo estúpido.- susurró con una sonrisa, sus ojitos estaban llorosos.

- ji-a, no pienses que te vas a librar fácilmente de mí, soy capaz de ir a la cárcel por ti.- confesé sonriente y ella plantó un pequeño besito en mis labios.

Sus mejillas estaban húmedas y solté una risita al verla de este modo.

- tendrás qué soportarme cuatro días así.. Soy muy bipolar en estas fechas.- comentó apenada y yo planté un besito en su frente.

- puedo aguantar esos cuatro días si me das besitos.- susurré y me acerqué capturando sus labios entre los míos.

Podría soportar.. Estaba seguro.

†††††††

Mi mirada se encontraba clavada en el vídeo de YouTube que había colocado yang para mí.

- ¿Por qué no compro las galletas?, te ahorras una intoxicación cariño- dije observándola con una carita inocente.

- Nunca sabes, como preparan esas galletas, amor.- me regañó, levantándose de su asiento, acercándose a mí.

"Amor.."

Me encantaba que me llamará de esa forma, después de todo no sería tan complicado.

- esas palabras las he escuchado desde que tengo cinco años... Pasar mucho tiempo con mamá te hace daño, cariño.- dije con diversión, sabía qué mamá había compartido mucho con ella.

- le diré a tu madre, ya verás.- me amenazó y procedió a ver la masa de las galletas que había preparado con tanto esfuerzo.- la masa está bien amor.- sus ojitos curiosos observaban todo, entonces extendió su mano hasta la harina.- mira qué lindo.- una sonrisa maliciosa apareció en su rostro y no tardó mucho en tomar un puñado de harina y lanzármela en el rostro.

- prometiste ser una buena niña yang..- advertí viendo cómo sacaba otro puñado pero más grande.

- aún sigo enojada, dejaste que esa puta se te subiera encima.- soltó con seriedad, si las miradas matarán, estaría tres metros bajo tierra.

- amor.. ya pasó una semana- me quejé haciendo un puchero, pero a yang Poco le importó y volvió a tirarme más harina.- quieres jugar.. Perfecto- mi lado competitivo salía a la luz y caminé hasta ella, robándole harina y se la tiré en el cabello logrando qué chillará.- que linda te ves...- dije burlón y ella arqueó una ceja.

- dame un beso.- pidió y confundido me acerqué a besarla, pero al momento de inclinarme a juntar nuestros labios terminé siendo embarrado de harina.

- eres una tramposa, te aprovechas de mi nobleza.- me quejé quitándole la harina y tirándole toda encima.

La cocina estaba quedando un desastre y todo empeoró cuando comenzamos a tirar huevos mientras nos escondíamos evitando nuestros ataques.

- Jungkook!- gritó cuando tiré un huevo y se estrelló en su abdomen.

- joder, lo siento cariño.- apresuradamente me acerqué a ella quien se retorcía del dolor...

Pero otra vez caí.. Estrelló un huevo en mi pecho ensuciando mi camiseta más de lo que ya estaba.

Entre risas y quejas jugábamos como niños pequeños, una vez agotados hicimos un pedido de galletas con chispas de chocolate.

- voy a tener que bañarme otra vez..- me quejé y ella se soltó a reír.

- yo también tengo que bañarme kook, pero tengo hambre.- dijo viendo su pancita.

- limpiaré todo, ve a bañarte antes de que se haga tarde, cariño.- me acerqué plantando un beso y por fin lo hice, pero algo se rompió en mi abdomen.- yang ji-a.- me separé de ella, y la analicé buscando que no tuviera otro huevo.

- ¿Ups?- fue lo único que pronunció antes de salir corriendo directo al baño, siendo seguida por mí.

- ya verás, espérate a qué pasen los cuatro días, no podrás caminar.- amenacé y ji-a solo me saco la lengua ingresando al baño de nuestra habitación.

- no espera..- chilló al ver cómo entraba al baño, atrapándola entre mis brazos mientras le hacía cosquillas.- lo siento... - artículo con dificultad entre risas.

- ¿lo sientes?- pregunté y ella asintió entre risas, entonces paré dándole un pequeño besito.

Ambos estábamos completamente sucios, llenos de harina y huevos, la dejé en el baño y me adentré a la cocina viendo todo el desastre que habíamos realizado.

Tendría una noche larga y todo por unas galletas..

La cocina no era para mí y ji-a, lo tenía claro.

••••••

«estoy viva...»

Adoro a Jeon Jungkook siendo cariñoso, detallista pero a la vez dominante y posesivo.. en fin mis gustos.

Caso 97.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora