Mi mirada estaba clavada en ella, verla de rodillas ante mí... Era inexplicable.
— será rápido..— dijo divertida mientras tomaba la base de mi pene y dejar un pequeño beso en la punta agrandando mis ansias.
— será rápido.— afirmé.
Su boca cubrió mi polla en un movimiento rápido, pero cuidadoso, suspiré y con los dedos temblorosos agarré su cabello en una coleta improvisada.
Su lengua jugaba con mi glande mientras con su mano izquierda rodeaba lo que quedaba de mi polla masturbando.
Su mirada conectó con la mía nuevamente y sonreí inevitablemente.
— lo haces tan bien... Joder.— halagué y ella dejó su trabajo para hablar.
— todo lo hago bien.— me guiñó un ojo y continúo.
Las arcadas provocadas eran retenidas mientras yo disfrutaba tanto la vista.
Jugó y cómo siempre trató de quitarme toda la puta cordura, pero esta vez sería diferente.
— ven aquí, te quiero ver saltar sobre mi polla.— al terminar de mencionar aquellas palabras no tardó ni un solo segundo más y se colocó en mi regazo mientras trataba de regular su respiración.
— ¿Otra vez sin condón?— preguntó divertida, pero esa diversión quedó en segundo plano cuando alineé la punta de mi polla en su entrada y la dejé caer sobre esta.— mier... Jeon.— gimió y arqueó un poco su espalda tratando de que atendiera sus dos preciadas tetas.
— vamos.. Salta para mí.— susurré mientras mis labios rozaban su mejilla derecha.
Dejé un sonoro besito en su mejilla y atendí sus pechos. Envolví su pezón derecho contra mi lengua y mordí de este ligeramente mientras ji-a se entretenía saltando y gimiendo.
— dios... ¿Por qué la tienes tan grande?.— preguntó entre risitas y yo negué divertido.
Esta chica en pleno acto sexual me lograba hacer reír.
— shhh, calla cariño…— la besé tratando de que no nos descubrieran y en movimiento rápido la coloqué debajo de mí, consiguiendo el control.— la tengo grande y a ti te gusta.
— s-sí..— susurró. Comencé un rápido y necesitado Vaivén, mi boca besaba sus pechos y también la besaba tratando de que no nos escucharán.
Mis manos se entrelazaron con las suyas mientras seguía el mismo ritmo del Vaivén que la estaba volviendo loca.
Sus ojos se volvieron ligeramente llorosos y sonreí al tocar su punto dulce y pronto su cuerpo sufrió espasmos y se deshizo en un delicioso orgasmo y suspiró.
La dejé regular un poco la respiración y reí al verla tan tierna y con el cuerpo sudoroso.
— vamos amor, levanta.. Una ronda más.— ella me miró sonriente y se acercó a plantar un pequeño besito en mis labios para luego colocarse en cuatro dejando su hermoso coño y culo a mi disposición.
Acaricié su culo con cariño y empujé mis caderas ingresando una vez más, sonreí al escucharla rogar.
— por favor.. Muévete.— pidió y yo obedecí.
Volví a mi fetiche habitual, sostenerle el cabello en coleta mientras la follaba descontroladamente tanto como a ella le gustaba. Su mano derecha se escabulle hasta llegar a su pequeño botoncito hinchado, comenzando a estimularlo con movimientos desesperados mientras la jodía de una manera necesitada.
— joder.. Me haces mal, pero eres mi jodida adicción.— dije entre suspiros y escuché sus quejidos y sollozos mientras sentía su orgasmo cerca.— eres mía.. ¿Verdad, cariño?— pregunté sonriente.
Sabía la respuesta.
— t-tuya.. Solo tuya, oh.. Mierda.— su mejilla se aplastó contra las sábanas de la cama mientras seguía embistiendo su estrechó agujero.
— solo mía..
Tres embestidas más y ambos compartimos un delicioso orgasmo, mi semen llenaba todo su lindo coño y cuándo salí de ella, esté comenzaba a deslizarse por las caras de sus muslos internos.
Se dejó caer rendida en la cama y solté una risita.
— te amo..— no lo murmuró, lo dijo en un tono de voz claro para que lo pudiese entender.
— te amo.. Pero aún sigo enojado.— mentí y ella se dio medía vuelta y no tardé en dejarme caer sobre ella cuidadosamente.
Mi rostro descansó sobre sus pechos mientras ella acariciaba mi cabello tranquilamente.
— entiendo.. Yo también me enojaría y más si me entero de que mi futuro esposo estuvo a punto de cogerse a una puta asquerosa.— soltó de imprevisto y rápidamente la miré.
— ¿Cómo s...
— Jimin.. Fácil y sencillo.— su rostro ahora mostraba seriedad, pero luego sonrió dulcemente.
¿Debería asustarme?
Ji-a jamás se mostró celosa... Pero joder en estos momentos algo me decía que ji-a era mucho más que celosa.
— ese enano.. Igual tendría que hablarlo contigo.— dejé su rostro a escasos centímetros del mío, pero ella negó.
— lo hablaremos mañana o más bien en unas horas.— se rectificó al ver mi reloj.. Faltaba un cuarto para las cinco.— no quiero enojarme ahora.. Tú eres muy posesivo y celoso, pero aún no me has visto a mí en ese modo.— susurró sobre mis labios y dejó un pequeño besito, su mirada inocente se volvió en una mirada profunda.— lo que es mío.. Es solo mío y tú eres mío.
— tuyo... — dejé un pequeño besito y sonrió satisfecha, pero sabía que la conversación no quedaba ahí.— lo siento, no me voy a excusar con nada, lo lamento demasiado y sé que casi cometo una estupidez.
— no te preocupes, yo me voy a encargar de eso más adelante.— contestó y relamió sus labios observando los míos... Ella me estaba jodiendo y me encantaba.
— ¿Debería asustarme?.— formulé y ella pestañeó inocentemente.
— no haré nada malo, kookie.— sonrió dulcemente y yo escondí mi rostro en la curvatura de su cuello, dejando pequeños besos en esta zona.
¿Por qué me encantaba verla así..? Esto no era algo sano, pero.. “Lo sano se vuelve aburrido”.
— eso espero, cariño.
— te amo... Mucho.
— yo te amo más de lo que crees.
— sé que me amas demasiado y no sabes que el sentimiento es mutuo.. Realmente te amo.— sus manos acariciando mi espalda desnuda y sonreí aún escondido en la curvatura de su cuello.
— quiero hacer las cosas bien ji-a.. Terminemos la misión y hagamos las cosas bien.— estaba dispuesto a protegerla sin importar qué, estaba dispuesto a olvidar a qué se dedica, pero joder no estaba dispuesto a perderla y eso estaba claro.
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Caso 97.
RomanceJeon era un detective muy reconocido por sus excelentes casos resueltos. Era un hombre adinerado, soltero, frío, testarudo y orgulloso. Todo estaba en "orden" hasta qué las autoridades de Seúl lo contactaron por un caso realmente escalofriante. El...